Con la dieta de los puntos puedes adelgazar comiendo lo que quieras

Al tratar de perder peso, a menudo buscamos una dieta que lo consiga pero que no nos exija demasiado esfuerzo. No queremos que nuestras costumbres cambien de forma radical, ni tener que cancelar planes porque no podemos adaptar nuestra nueva forma de comer a ellos.

Por eso, muchas de estas dietas están pensadas para que no tengamos que hacerlo. Precisamente eso ocurre con la dieta de los puntos, que asegura que podremos adaptarnos a este cambio de una manera sencilla.

Eso sí, no conviene olvidar que toda dieta que implique cambios en nuestra alimentación debe estar supervisada por un médico o especialista, que serán los encargados de confirmar si estamos siguiendo un plan equilibrado o poniendo en riesgo nuestra salud.

La dieta de los puntos

Si eres de las que abandona un plan de alimentación porque se te hace cuesta arriba contar calorías, esta dieta te lo pone un poco más sencillo porque se basa en un sistema de puntos para saber qué puedes comer a lo largo del día.

Así, cada persona, dependiendo de diferentes variables, tiene una cantidad de puntos asignada que puede consumir. En función de eso, cada uno determina qué es lo que más le conviene comer.

La cantidad de puntos que puedes tomar depende de tu sexo, edad, altura, cantidad de actividad física que realizas a lo largo del día y de si buscas perder peso o mantenerte. Así, si tus puntos finales suman 24, no podrás consumir más de esos puntos si buscas adelgazar.

Para que sea más sencillo hacer el cálculo, los alimentos también tienen puntos asignados. Por ejemplo, hay algunos con los que sumas 0 puntos, como las frutas y las verduras, de las que recomienda tomar cinco piezas al día por lo menos.

Entre los alimentos que suman entre 2 y 4 puntos encontramos la pasta, las almendras, pescados como la merluza, las patatas, un plato de lentejas, una lata de atún o tres lonchas de jamón serrano.

El tercer bloque lo forman los alimentos que tienen más de 4 puntos. Este es el caso del helado, el arroz, la pizza, la tortilla de patatas, la ensaladilla rusa o un filete de ternera.

Seleccionando alimentos de los tres grupos, vas completando la cantidad de puntos que puedes ingerir a lo largo del día.

Si estás siguiendo esta dieta, se recomienda hacer cinco comidas, beber por lo menos 1,5 litros de agua y hacer 30 minutos de ejercicio al día.

Ventajas e inconvenientes

La ventaja más importante es que no hay alimentos prohibidos que puedan hacer que te saltes la dieta. Si algo te apetece, solo tienes que tomarlo, sumar los puntos y ajustar el resto del día para no pasarte.

Así, se presenta como una opción sencilla de seguir porque no tienes que pesar los alimentos ni estar pendiente de las calorías y puedes adaptarla a tus apetencias dependiendo del día.

Eso sí, sin pasarte de los puntos establecidos, podrías consumir una alta cantidad de alimentos poco saludables y aun así estar siguiendo las reglas de la dieta por puntos. Sin embargo, no olvides que lo mejor para llevar una dieta equilibrada, y sana, es la pautada por un nutricionista.