WAH: se estrena el macroespectáculo que ha devuelto a Madrid las ganas de música

‘Moulin Rouge’, ‘El gran showman’… Los musicales posmodernos hace tiempo que llegaron al cine para quedarse. Los escenarios no se quedan atrás. Siguiendo ese gusto por la mezcolanza melódica, este jueves llegó al pabellón 2 de Ifema WAH, un macroconcierto plagado de grandes éxitos; un homenaje al medley que también incorpora una experiencia gastronómica de primer nivel.

De Eugenia Martínez de Irujo a Carmen Lomana, de María Castro a Javier Pereira, muchos rostros populares quisieron disfrutar del estreno de un espectáculo pretendidamente ‘kitsch’ que aúna música y cocina a través de 12 estaciones dentro de un espacio de más de 2.000 metros cuadrados. Un viaje culinario que incorpora sabores de cinco continentes y sirve como complemento a un espectáculo que funciona por su insólita mezcla de estilos musicales. El estreno sirvió como inmejorable bálsamo tras las dificultades en los espacios públicos derivadas de la pandemia.

Siguiendo el estilo y el sabor inconfundible de los clubs neoyorquinos que florecieron en los años 20, WAH ofrece un espectáculo total en el que el plato es tan importante como la propia música. El hilo conductor es el de ‘salvar la música’, amenazada por un ejército de malvados caracterizados con una curiosa fusión de los drugos de ‘La naranja mecánica’ con las siniestras máscaras de ‘V de Vendetta’.

Bajo esa premisa, el espectáculo bebe de las fuentes de Broadway sin olvidar las raíces latinas, la ópera o el flamenco; un triple salto mortal que combina elementos tan dispares como el jazz de Glenn Miller (su legendario ‘Sing, sing, sing’ supone el pistoletazo de salida de la representación) con el heavy metal. Las guitarras eléctricas sirven, de hecho, de himno de batalla, de poderosa arma contra aquellos que quieren ‘matar’ la música. Es, quizá, lo más cercano a una narración dentro del espectáculo.

Algunas de las combinaciones, como la de un baile flamenco que se acaba convirtiendo en el icónico ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen, cumplen el objetivo deseado: hacer vibrar a un público que, seguramente, tiene gustos musicales contrapuestos. El ‘Halo’ de Beyoncé se conecta con la ópera de Puccini, el heavy metal se fusiona con el ‘Hey Jude’ de Los Beatles, y el resultado es insólito y espectacular. Estéticamente, las proyecciones pasan de los clubs de luces de neón a los océanos con aliento operístico.

El público que pudo disfrutar de WAH este jueves aceptó esa especie de contrato con una obra que aspira a ser también interactiva, una macroconcierto que buscaba que el respetable se levantase de su asiento y participase activamente. La comida es otro de los atractivos de los que disfrutaron personajes como Vicky Martín Berrocal o Marta Sánchez. Hamburguesas gourmet, ibéricos, una enorme propuesta asiática de firma o la mayor oferta vegana hecha aposta para un show de Europa complementan la mezcolanza del espectáculo, una sucesión de canciones en directo que aspira a agradar a un público mayoritario, cómplice gracias a la popularidad de las canciones.

Tras su desembarco en Madrid, este show único en toda Europa se pone en marcha con precios que oscilan desde los 34 hasta los 80 euros. El horario es desde las 20 horas de miércoles a domingo. Los fines de semana, el espectáculo amplía su horario y se puede acudir a partir de las 13 horas.

Este jueves, unos pocos afortunados pudieron saborear, de primera mano, una noche de espectáculo multirreferencial que se echaba de menos en una ciudad como Madrid. WAH demostró que las ganas de fiesta y de música no han mermado. Ni siquiera con la pandemia.