Antibes, un destino para descubrir la Provenza francesa

Este destino es una invitación a la felicidad que no te puedes perder si visitas la Costa Azul. Si lo que deseas es pasar un día en el paraíso con un cambio de escenario y una sensación de serenidad total, Antibes es tu lugar. Un destino enclavado en pleno corazón del sur de Francia que ha sido frecuentado por artistas, escritores y celebrities que eligieron este lugar como refugio donde poder inspirarse en sus magnificos paisajes y poder escapar del estrés de la rutina diaria.

Historia

Esta ciudad fue fundada por los griegos con el nombre de Antipolis y durante la Edad Media pasó a ser feudo de los Grimaldi. Fue en el siglo XIX, cuando los residentes extranjeros, artistas e intelectuales comenzaron a establecerse aquí, cuando Antibes pasaría a convertirse en el paraíso ideal de las familias más acaudaladas de Europa y Estados Unidos.

En la actualidad, Antibes es una comuna francesa de 26.000 kilómetros de territorio situada en el departamento de los Alpes Marítimos, en la famosa región Provenza-Alpes-Costa-Azul. También se la conoce como Antibes Juan-les-Pins. La región se encuentra ubicada en pleno corazón de la Riviera francesa entre Cannes y Niza y a escasos cuarenta kilómetros de Mónaco. Estas últimas han tenido un mayor reconocimiento mediático y turístico, pero sin embargo Antibes es un sitio en la Costa Azul que si bien rodea el mar -como las otras-, rivaliza en definitiva con los hermosos colores de sus atardeceres, la vasta oferta gastronómica, hospedajes de ensueño, historia y atracciones culturales. Y no, no son tan inalcanzables como se cree.

Antibes y sus alrededores son tan fascinantes que incluso Julio Verne pasó ahí gran parte de su tiempo escribiendo 'La vuelta al mundo en 80 días'; es en este lugar, además, donde se estableció el arquitecto de la monumental Ópera de París, quien mandó a construir la icónica Villa Eilenroc. Y fue refugio de Napoleón Bonaparte durante algunos meses, cuando huyó de la prisión en la isla de Elba en febrero de 1815.

Qué visitar

La mejor época para visitar este lugar es a principios de septiembre, cuando los turistas comienzan a dispersarse y la vida en Antibes recobra su pulso normal. Es entonces cuando te das cuenta de que las ciudades medievales, el mar y el magnífico paisaje montañoso son todo tuyos para explorar.

Mercados provenzales

Durante el verano puede ser una tarea difícil atravesar los bulliciosos mercados provenzales y mucho más encontrar alguna ganga en sus productos. A partir de finales de septiembre todo esto cambia y puedes pasear a un ritmo más tranquilo, entablar conversaciones con los propietarios de los puestos y tomarte tu tiempo para probar los productos locales que allí se ofertan. Además, durante esta época todavía hace buen tiempo, lo cual es perfecto para degustar un buen café al aire libre mientras disfrutas del bullicio local. Un consejo: si visitas uno de los numerosos mercados de la región, no te olvides de probar una de las especialidades gastronómicas de la región: el pan de garbanzos.

Pueblos pintorescos

Los idílicos pueblos de esta región son maravillosamente tranquilos durante esta época del año, por lo que es una oportunidad ideal para poder conocerlos a fondo. A unos pocos kilómetros de Antibes se encuentra St. Paul de Vence, un pueblo de cuento de hadas en lo alto de las colinas provenzales. Este pueblecito fue durante mucho tiempo refugio de escritores y pintores. Picasso y Matisse estuvieron entre los primeros artistas que descubrieron este lugar y pudieron disfrutar de todo el encanto medieval de sus calles y de su exquisita gastronomía. Más al este, encaramado a 700 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Èze, un pueblo donde abundan las vistas espectaculares y donde podrás disfrutar de toda la belleza que ofrecen los paisajes de la región.

Gastronomía

La auténtica cocina provenzal es alegre pero sencilla y se centra en conservar el sabor y la textura de los ingredientes frescos de temporada como los tomates, el ajo, el azafrán, los pimientos, las anchoas, las aceitunas, el aceite de oliva y las hierbas silvestres. La provenzal es ante todo una gastronomía mediterránea y familiar. Un plato que no te puedes perder si visitas este lugar es la ratatouille. Esta delicia se prepara con vegetales locales fritos por separado, luego se cocinan suavemente a fuego lento y el producto es tan sabroso que solo necesita condimento mínimo.

Dónde dormir

Para el descanso os proponemos un templo de la hotelería europea: el Hotel du Cap-Eden-Roc. Los muros del majestuoso hotel han sido testigos de varias lunas de miel de la famosa actriz Elizabeth Taylor. También era el lugar donde Marlene Dietrich y el patriarca de los Kennedy se escondían entre los inmensos jardines para darle vuelo a su romance prohibido mientras sus respectivas familias descansaban. En el Hotel du Cap-Eden-Roc, la comodidad, la discreción y la exclusividad cobran todo su sentido.

Su personal está acostumbrado a satisfacer los caprichos más excéntricos de las celebridades internacionales y en este establecimiento saben muy bien cómo complacer a todos sus huéspedes.

En este lugar cuentan que una tarde Eddie Murphy ordenó una hamburguesa de pavo fresco; en otra ocasión, Clint Eastwood solicitó un condimento especial para la ensalada de su carne asada. En el caso de Madonna, su habitación solo debía decorarse con rosas amarillas y frutas de color rojo… Caprichos que fueron cumplidos con toda la discreción que caracteriza al personal de este lugar.

El edificio

Edificada en 1870, la antigua Villa Soleil fue construida para dar la bienvenida a escritores en busca de inspiración y más tarde se convirtió en un hotel-mansión de lujo, elevado al rango de palacio en 2016. El estableciminto posee una piscina de agua -que proviene del mar- que se excavó directamente en la roca en 1914. Y, desde luego, la vista al mar Mediterráneo es de las mejores de la zona. Algo más que destaca en esta propiedad de cuatro plantas es que desde 2005 este hotel realiza renovaciones constantes cada invierno. Con instalaciones compuestas por el edificio principal Napoléon III, el pabellón Eden-Roc y el edificio Les Deux Fontaines, el hotel que también ofrece Spa by La Prairie y más de 3 restaurantes. Tiene en la actualidad 117 habitaciones completamente renovadas.