'Hasta los huesos': el Timothée Chalamet más caníbal llega a las plataformas

"Es raro que no salga Armie Hammer en esta película de caníbales". Cuando 'Hasta los huesos' se presentó en el Festival de Venecia, este era el chiste recurrente. Habría sido ideal que el actor, defenestrado por su supuesta afición al canibalismo, estuviese presente en la película de Luca Guadagnino junto a Timothée Chalamet, como lo estuvo en 'Call me by your name'. Pero no, esta 'Malas tierras' caníbal (así la han bautizado muchos) no cuenta con un actor al que le costará volver a tener trabajo en Hollywood. 'Hasta los huesos' obtuvo críticas desiguales y acaba de desembarcar en Amazon Prime Video con cierta estela de película maldita, amada por unos y odiada por otros. O, lo que es aún peor, con la aureola de título que ha pasado desapercibido para muchos espectadores.

Guadanigno siempre ha hecho gala de un estilo muy particular, también disfrutable en la pantalla de televisión. Cada una de sus películas es una efervescente oda a lo juvenil, e incluye alguna secuencia que es puro cine; un momento que funciona de manera aislada. Lo ha demostrado en cintas tan dispares y tan potentes como 'Yo soy el amor', historia feminista y crítico repaso barroco a las clases altas; 'Cegados por el sol', apasionado remake de 'La piscina', o la propia 'Call me by your name', película que lo puso en el mapa para mucha gente y se ha acabado convirtiendo en una cinta de culto LGTBIQ+.

Su imaginario también está presente en 'Hasta los huesos', que comienza con la aparición de Taylor Russell, una adolescente que vive con su padre y parece una chica perfectamente normal. La normalidad se acaba cuando, durante un plácido cumpleaños, acaba comiéndose el dedo de su mejor amiga. Lo que hasta ese momento era una cinta teenager se convierte en una road movie sobre caníbales, porque Taylor tiene que huir de su apacible vida familiar. Por el camino, entre estado y estado de la América profunda, se acaba cruzando, por primera vez, con otros devoradores de carne humana: un indeseable (encarnado por un maquiavélico Mark Rydell) y un joven solitario, un 'lobo' con alma de vagabundo, con el que conectará de forma especial (Timothée Chalamet en la plenitud de su belleza andrógina).

Visualmente, 'Hasta los huesos' mezcla la lírica de los paisajes de la América profunda con un gore elegante, basado en el impacto de los términos medios (las secuencias de sangre, no tan abundantes como podría parecer, se muestran mediante el plano general y no son especialmente gráficas). Su guion trata de explorar las cargas familiares de los dos protagonistas y redunda en esa puesta en escena a lo Terrence Malick. Ella rebusca en sus raíces intentando localizar a su madre (aparición memorable de la eterna musa del indie norteamericano, Chloë Sevigny) y él oculta, casi hasta el final, lo que ocurrió con su padre, algo que ha determinado su carácter errante. El final, que por supuesto no desvelaremos, está a la altura del de 'Duelo al sol', con aquellos agónicos Gregory Peck y Jennifer Jones. Y no, no piensen que les hemos destripado el clímax porque no es exactamente igual.

Pese a sus muchas bondades, algo huele a trillado en 'Hasta los huesos'. Y no porque recuerde el típico esquema de muchas road movies, sino porque sus personajes, más allá de devorar carne humana, se parecen a los adolescentes de muchas otras películas. Y porque algunos elementos del guion (las brillantes apariciones de Rylance en el periplo de la protagonista) parecen algo forzados. Siendo interesante, no parece esta una propuesta a la altura de 'Yo soy el amor' o de 'Call me by your name', películas más redondas. Sin embargo, es una de las propuestas más arriesgadas de la carrera de Guadagnino, que se tira al vacío sin red al querer hacer un mix de 'Malas tierras', 'Asesinos natos' y 'Crepúsculo'. Solo por eso, todos aquellos que se perdieron 'Hasta los huesos' en la gran pantalla deberían darle una segunda oportunidad en Amazon Prime Video. Créannos: merece la pena.