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Si te gusta 'The Brutalist' tienes que ver esta película con Gary Cooper que ha llegado a Filmin
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Si te gusta 'The Brutalist' tienes que ver esta película con Gary Cooper que ha llegado a Filmin

Al hilo del éxito de 'The Brutalist' llega a la plataforma 'El manantial', melodrama clásico sobre arquitectura y amor tórrido dirigido por King Vidor y protagonizado por Cooper y Patricia Neal

Foto: Gary Cooper y Patricia Neal en 'El manantial'. (Warner Bros)
Gary Cooper y Patricia Neal en 'El manantial'. (Warner Bros)

Las comparaciones en el cine también pueden ser odiosas. Las que se están haciendo con 'The Brutalist', sin embargo, parecen bastante acertadas. La historia de un arquitecto judío y su periplo como migrante en el Estados Unidos posterior a la Segunda Guerra Mundial ha merecido elogios y artículos que la equiparan a las grandes epopeyas del cine clásico de Hollywood; con el cine de Fred Zinemann o Elia Kazan. Ayuda su rodaje en Vistavisión, un formato creado por Paramount en los años 50. También la época que recrea y ese intermedio que también tenían, en otros tiempos, películas de largo recorrido y larga duración como las de David Lean que, de 'Lawrence de Arabia' a 'Doctor Zhivago', supo manejarse bien en este tipo de superproducciones.

La que es ya la gran favorita (con permiso de 'Emilia Pérez') de cara a los Oscar que se celebran en marzo, habla de arquitectura y desmonta el sueño americano de una forma avasalladora, mediante una planificación y un simbolismo visual que resulta osado y aún más elogiable si tenemos en cuenta que el director es un chico de 36 años, Brady Corbet. Un actor reconvertido en el director del año con esta, su tercera película.

placeholder Adrien Brody protagoniza 'The Brutalist'. (A24)
Adrien Brody protagoniza 'The Brutalist'. (A24)

Pero si hay una cinta con la que se ha comparado a 'The Brutalist' en cientos de escritos es 'El manantial', melodrama desaforado que dirigió un artesano entre artesanos, el gran King Vidor, y protagonizó Gary Cooper. Basada en la novela de Ayn Rand, que también se hizo cargo del guión, la película de Vidor cuenta la historia de un arquitecto de ideas avanzadas; un hombre tocado por la genialidad que se encuentra con el freno de aquellos que pretenden que se adapte a las necesidades de la masa en detrimento de su propio estilo. Mientras rehuye de encargos alimenticios, haciendo prevalecer su visión personal por encima de todo lo demás, se enamora de una mujer que, en sus propias palabras, basa su vida en el credo de "no pedir nada, no esperar nada, no depender de nada".

La creadora de la historia, Rand, era una exiliada rusa que proclamaba a los cuatro vientos su amor exacerbado por el capitalismo y un feroz individualismo presente en todas sus obras. En la época en la que 'El manantial' se estrena, 1949, el anticomunismo estaba en plena explosión, incluyendo una Caza de Brujas en Washington que repercutió y finiquitó bastantes carreras de Hollywood. No es casualidad que muchos de los diálogos de la película tengan, efectivamente, connotaciones políticas que critican lo colectivo o la intervención de "la masa", prevaleciendo siempre la furiosa independencia del arquitecto protagonista. A veces, mediante el uso de diálogos expositivos que no dejan lugar a la duda y subrayan la idea central de la trama. Todo aquel que se quede atento a las dos horas que dura el filme, hasta el momento del discurso que protagoniza Gary Cooper en la secuencia del juicio, será testigo de ello.

placeholder Cooper en un fotograma de 'El Manantial'. (CP)
Cooper en un fotograma de 'El Manantial'. (CP)

Si la enfrentamos a 'The Brutalist', diremos que su visión de la arquitectura es completamente opuesta a la película de 2024. La cinta protagonizada por Adrien Brody defiende, a través del ficticio personaje de Laslo Toth, esta disciplina como un servicio a lo grupal, como forma de superar (el Holocausto, en este caso) un trauma colectivo. Nada más lejos del personaje de Cooper en 'El Manantial', que proclama a los cuatro vientos su egoísmo (de manera literal) argumentando que han sido los proyectos independientes y sin intervenciones (las del Estado, se puede leer) los que han conseguido cambiar la historia; los que, de rebote, han acabado beneficiando a la Humanidad.

Un amor real

Pese a ese tono algo panfletario del guion, fruto de las obsesiones de la autora de la novela y guionista de la película, 'El manantial' sigue siendo extraordinaria. Sobre todo en la forma en la que nos muestra el idilio que surge entre Gary Cooper y Patricia Neal. Un amor que se replicó en la vida real y se deja ver fotograma a fotograma. Un torrente de pasión que King Vidor muestra mediante símbolos incluso fálicos (ese taladro que maneja el protagonista en cantera). Melodrama poco realista, desaforado y maravillosamente bien rodado mediante planos cargados de expresividad; a través de unas líneas geométricas en los decorados que delatan el protagonismo de la arquitectura en la película, es habitual ver este título, que acaba de desembarcar en Filmin, en las listas de lo mejor de la historia del cine.

placeholder Cooper y Patricia Neal en una imagen publicitaria de 'El manantial'. (CP)
Cooper y Patricia Neal en una imagen publicitaria de 'El manantial'. (CP)

Pese a su poderío visual y sus diversos elementos para generar debate, 'El manantial' fue un absoluto fracaso en taquilla. Muchos críticos lo achacaron a que Cooper, ya con 47 años, interpretase a un jovencito. Otros se quedaron de piedra por el trasfondo derechista y conservador del guión, teniendo en cuenta que King Vidor había rodado cintas sobre gente humilde y de cariz social como 'El pan nuestro de cada día'. La razón de este cambio ideológico estaba clara: pese a su reputación y a su autoridad, el director no supo entenderse con una autora que no dejaba de exigir que su novela se respetase de manera casi literal. De hecho, su cabreo fue monumental cuando vio que la secuencia del 'speech' de Gary Cooper en el juicio no era más larga; cuando comprobó que acortaba considerablemente lo que ella había puesto en su escrito.

El éxito de 'The Brutalist' supone una oportunidad perfecta para revisar 'El manantial' y celebrar uno de los melodramas más sensuales e imaginativos del séptimo arte. También para comparar cómo se hacía el cine entonces y cómo se hace ahora, y para comprobar cómo la gran pantalla nos ha hablado, de la forma más diversa, de ideologías. A veces (no es este el caso) sin que nos diésemos cuenta.

Las comparaciones en el cine también pueden ser odiosas. Las que se están haciendo con 'The Brutalist', sin embargo, parecen bastante acertadas. La historia de un arquitecto judío y su periplo como migrante en el Estados Unidos posterior a la Segunda Guerra Mundial ha merecido elogios y artículos que la equiparan a las grandes epopeyas del cine clásico de Hollywood; con el cine de Fred Zinemann o Elia Kazan. Ayuda su rodaje en Vistavisión, un formato creado por Paramount en los años 50. También la época que recrea y ese intermedio que también tenían, en otros tiempos, películas de largo recorrido y larga duración como las de David Lean que, de 'Lawrence de Arabia' a 'Doctor Zhivago', supo manejarse bien en este tipo de superproducciones.

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