Ken Appledorn, marido de Jorge Cadaval y actor en alza: "La política está fatal. No solo en Estados Unidos"

Esta semana, 'El Centro' ha llegado a Movistar Plus+ con la premisa de ser una serie en la que ha colaborado el mismísimo CNI. Y, fijándonos bien en el nutrido reparto de una producción que hace de la coralidad una de sus máximas virtudes, nos encontramos con el nombre de Ken Appledorn.

Este norteamericano nacido en 1980 ha sido, a lo largo de casi dos décadas, una presencia constante en nuestra ficción, aunque muchos solo lo conocen por ser el marido de Jorge Cadaval, uno de los famosos Morancos.

Cuando hablamos por teléfono con él, reconoce que no le importa demasiado la etiqueta y se muestra feliz de que, poco a poco, sus proyectos vayan a más. De hecho, nuestra conversación se produce mientras viaja en tren hacia Madrid, donde está participando con su “papel más grande” en una cinta sobre la Segunda Guerra Mundial.

Entre sus futuros créditos se encuentra 'Trinidad', la película que protagonizan Paz Vega y Karla Sofía Gascón. De su infancia soñando con ser actor en un pueblecito cerca de Detroit, del carácter de los españoles o de la actualidad norteamericana nos habla en esta breve entrevista, con su inconfundible acento a medio camino entre el norteamericano y el andaluz.

P. Te hemos visto en 'El Centro' y la verdad es que es todo un salto para ti. ¿Qué tal la experiencia?

R. Estoy en los últimos tres episodios. En los primeros no sé si se hace referencia a mí y tampoco quiero hacer mucho spoiler. Estoy en un bufete de ingenieros que trabaja con los rusos. Soy un poco cabeza de turco y, cuando aparece, mi personaje parece que va a tener mucho recorrido. Estoy siempre detrás de una de las del CNI.

P. También estás en 'Trinidad', un western con Karla Sofía Gascón y Paz Vega.

R. Sí, y ha sido muy guay. Trabajé tanto como coach de inglés de Karla como actor en un par de secuencias con Paz.

P. Y ahora mismo estás con un proyecto más grande…

R. Voy a empezar con una película en inglés. Por eso estoy de camino a Madrid ahora mismo, para una prueba de vestuario. Bueno, la verdad, no sé si puedo decir mucho porque aún no han hecho la rueda de prensa. Es la primera película en la que tengo un papel con mucho peso.

P. ¿Y solo se rueda en Madrid?

R. Se rueda entre Bilbao y París, y cuenta la historia de unos fotógrafos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española.

P. ¿Qué es lo que te llevó a ser actor?

R. Siempre quise serlo, desde chico. Pero vengo de un barrio pequeñito de las afueras de Detroit y allí no había teatro ni nada del mundo audiovisual. Le dije a mi padre que quería estudiar interpretación, pero como era bastante bueno en matemáticas, recibí una beca para estudiar esa carrera.

P. ¿Tus padres se opusieron?

R. Me dijeron que siempre tendría la posibilidad de ser actor, pero que mejor me dedicara a algo relacionado con las matemáticas. Estudié finanzas y empecé a trabajar como contable en una agencia de publicidad, pero no estaba contento. Cuando vine a España y vi que en Sevilla se hacían cortometrajes, empecé poco a poco a hacer algunas cositas en la Facultad de Comunicación Audiovisual y a aparecer en webseries. Les gustaba mi trabajo y cada vez hacía más y más.

P. Hubo una, 'El viaje de Peter McDowell', en la que tuviste un papel protagonista, ¿no?

R. Era una especie de Mr. Bean pero en España, y funcionó muy bien en redes.

P. Digamos que has estado más asociado a la comedia.

R. Sí, y mejor que no te encasillen. Aunque ahora mismo hay poca comedia en España, excepto 'Machos alfa' y 'La que se avecina'. Se llevan las series en las que se muere alguien en el primer capítulo y luego viene otro capítulo buscando al lado del río (risas).

P. Viendo tu filmografía, has trabajado con Juan Diego Botto, Paz Vega, Juan Diego…

R. Ahora he hecho 'La historia de Julia Pastrana' y ahí trabajé con Eduardo Noriega.

P. ¿Con qué te sientes más cómodo, en el cine o en la televisión?

R. Creo que en el cine, porque me han fichado más (risas). Es curioso, porque nunca he hecho una serie diaria. Dicen que tienen peor calidad, pero para que veas, no me llaman para ninguna. Tendré cara de cine, aunque me gustan las series porque permiten desarrollar más al personaje. Lo más difícil es cuando entras solo un día y tienes que decir una frase: toda la tensión está en ese momento.

P. ¿Qué crees que es lo más importante para un actor?

R. Relajarte. Cuando ya conoces al equipo y al director, es más fácil. No hay que poner toda la presión en una sola frase o secuencia.

P. ¿Te molesta que siempre te mencionen como el marido de Jorge Cadaval?

R. Al principio quizá sí, porque uno quiere destacar por sí mismo, pero con el tiempo no. Estoy orgulloso de mi marido. Lo importante es cómo se siente uno, y yo no me siento solo el marido de alguien. Me siento realizado por mí mismo.

P. ¿Te costó el choque cultural entre Estados Unidos y España?

R. Sí, sobre todo los primeros años. Fue un choque cultural fuerte.

P. ¿Qué diferencias notabas?

R. Los horarios, la comida, la forma de hablar, el ruido o la vida social. En Estados Unidos tienes que conducir horas para notar diferencias; en España, en 30 minutos puedes estar en un sitio completamente distinto. Me encanta la diversidad que hay aquí.

P. ¿Y cómo ves la situación política en tu país?

R. Está fatal. No solo allí. Los políticos son cada vez menos permisivos. Parece que avanzamos, pero en realidad retrocedemos. Todo tiene que tener una etiqueta. Está bien ser políticamente correcto, pero hemos llegado a un punto de locura. Además, la palabra “honesto” ya no tiene el mismo peso: puedes mentir, disculparte y ya está.

P. Dejando la política a un lado, ¿tienes algún sueño o alguien con quien te gustaría trabajar?

R. Admiro a Scorsese. Me encantaría trabajar con Frank Darabont, el director de 'Cadena perpetua' y creador de 'The Walking Dead'. En España, con Alberto Rodríguez, que me encanta, y también con Almodóvar o Amenábar, aunque suene a cliché.

P. Si te llamaran de Los Ángeles, ¿te irías?

R. No creo. Es muy gratificante triunfar con tu propia gente, verlos crecer y crecer con ellos. Eso sí, si me llaman para un proyecto de unos meses allí, lo haría. Pero mira a Paz Vega o Antonio Banderas: al final todos vuelven a sus raíces.

P. ¿Te sientes andaluz?

R. Mucho. Creo que me moriré en Andalucía. Me encanta salir a por el pan y saludar a todos por el camino. A lo mejor tardo quince minutos más, pero he saludado a cuatro personas. Eso me gusta.