David Bustamante, del no hablo de mi vida privada a contarlo todo
El cantante ha pasado de pedir respeto a su intimidad en el comunicado de divorcio a conceder una entrevista a golpe de talonario para contarlo todo
El comunicado de separación de Paula Echevarría y David Bustamante se había convertido en el Día de la Marmota. Desde hace un año, cuando el cántabro abandonó el domicilio conyugal, era un hecho. Las familias de ambos lo sabían con anterioridad porque los protagonistas se lo habían hecho saber. Hasta la niña lo había comentado en su colegio con naturalidad. Y los íntimos también estaban al tanto. Parecía que los únicos que lo desconocían era los protagonistas y la marmota. Y aún más, se mosqueaban cuando en los photocall pagados aseguraban que "estamos felices".
La única que llegó un poco más allá fue Paula en la presentación de su perfume. Como ya era imposible negar la evidencia que había destapado Antonio Rossi en el programa de Ana Rosa, admitió que "en mi casa pasan cosas". Lo mismo podía significar la rotura se una tubería que la aparición de un fantasma.
Ese día, el siguiente, al otro y al otro (marmota al canto), Bustamante volvió a mosquearse cuando a pie de calle los reporteros le preguntaban por la frase de su mujer. "Lo que quiero es que me dejéis en paz", asegurando que él nunca había hablado de su vida privada y menos iba a aclarar si tenía o no problemas conyugales.
Busta se acogió al silencio y Paula a dejarse querer por su novio Miguel Torres y a organizar su hoja de ruta que acabó con la declaración de amor al futbolista. Quedaba aún por publicar el famoso comunicado que debía ser conjunto.
Ya adelantamos en Vanitatis el contenido de ese documento firmado ante notario en el 2013 donde se reflejaba este punto y otros más. Por cierto, acuerdo de separación que Paula negó como San Pedro en tres ocasiones. Además, se especificaba que si alguno de los dos rompía la confidencialidad tendrían una especie de multa: el que lo hiciera debía transferir cien mil euros a una cuenta a nombre de su única hija, Daniella. Y aquí es donde llegan las pregunta del millón.
Bustamante ha pasado de "no hablo de mi vida privada" a lo cuento todo. El precio de silencio lo ha valorado en 130.000 euros aunque se habla de una cantidad mucho más elevada. La semana que viene, el cantante repite y seguramente no hablara de su música, ni de sus conciertos futuros, ni de lo mucho que quiere a su fans, ni de cómo prepara su vida profesional, ni a quién admira en su sector... En fin, muchas cuestiones ajenas a su intimidad que por supuesto no tienen valor documental.
Lo que a él le importa es dar información de su divorcio. Y nosotros también queremos saber las razones de este cambio de opinión y de si Paula le ha dado permiso para hablar.
Por lo que me cuentan, la actriz se ha mantenido al margen de las cuestiones crematísticas en lo que a estas exclusivas se refiere y prefiere que sus declaraciones no tengan contrapartida económica. Sin saberlo Bustamante ha hecho suyo el refrán de "pan para hoy, hambre para mañana".
El comunicado de separación de Paula Echevarría y David Bustamante se había convertido en el Día de la Marmota. Desde hace un año, cuando el cántabro abandonó el domicilio conyugal, era un hecho. Las familias de ambos lo sabían con anterioridad porque los protagonistas se lo habían hecho saber. Hasta la niña lo había comentado en su colegio con naturalidad. Y los íntimos también estaban al tanto. Parecía que los únicos que lo desconocían era los protagonistas y la marmota. Y aún más, se mosqueaban cuando en los photocall pagados aseguraban que "estamos felices".