Es noticia
Menú
Miguel Poveda triunfa en Starlite, con su amigo Albert Rivera entre el público
  1. Famosos
un gran concierto

Miguel Poveda triunfa en Starlite, con su amigo Albert Rivera entre el público

El cantaor catalán presentó su nuevo disco, 'Enlorquecido', en el que pone música a algunos de los poemas más emblemáticos del poeta Federico García Lorca

Foto:  Miguel Poveda, en un momento del concierto.
Miguel Poveda, en un momento del concierto.

Anoche en Starlite se vivieron momentos de arte flamenco por todos los rincones. Todo acompañaba: la puesta en escena, la iluminación íntima de la cantera, el poderío de Miguel Poveda, y el público que, en un respetuoso silencio, lo escuchaba.

placeholder Albert Rivera, con su pareja, Beatriz Tajuelo.
Albert Rivera, con su pareja, Beatriz Tajuelo.

A la cita no fallaron grandes amantes del cante, entre ellos, y entre la lógica expectación, se encontraba Albert Rivera junto a su pareja, Beatriz Tajuelo. Ambos llegaban a Starlite con una discreta pero presente seguridad y posaban sonrientes en el photocall, para luego dirigirse al prestigioso Starlite Restaurant para disfrutar de una cena previa al concierto. Su llegada a la zona del auditorio, como es habitual en este tipo de personalidades relevantes, se hizo en la zona de los exclusivos palcos VIP, compartiendo espacio en el presidencial con Sandra García-Sanjuán, fundadora y presidenta de Starlite.

placeholder

Entre las gradas, el público se giraba para hacer la foto de rigor a uno de los políticos y personajes con más proyección mediática de nuestro país. Durante todo el concierto, que casi duró tres horas, se mostró muy atento y emocionado con el cante de Miguel Poveda, auténtico protagonista de la noche, que logró poner en pie a un unánime auditorio en más de una ocasión para ovacionarlo durante minutos.

[LEE MÁS: Las claves por las que Miguel Poveda y Albert Rivera son amigos]

En otro de los palcos, y bajo la atenta mirada curiosa de los allí presentes, se encontraban Imanol Ariase Irene Meritxell, que tampoco quisieron perderse la magia de Poveda con su espectáculo dedicado a Lorca, “Enlorquecido”. Pero donde fueron vistos más relajados ha sido antes del concierto, cuando juntos acudieron a uno de los espacios con más glamour del espacio sessions en Starlite, la terraza Le Club by Iqos. En sus mesas de estilo chill out, se mostraron muy cómplices, distendidos y dedicándose sonrisas.

placeholder

Tampoco quisieron perderse esta noche mágica, el presentador Agustín Bravo y su esposa, Susana Abad y el ex futbolista de la selección española Albert Luque y su mujer.

Miguel Poveda enlorqueció al auditorio. Y paseó a sus anchas de la mano de la canción edulcorada, a los ritmos latinos, pasando por el desgarrador flamenco de Camarón a los poemas de Lorca. Así, cantó “la copla de las coplas”, 'Ojos verdes'; y cantó a la muerte, y a la esperanza y al “amor libre”.

Uno de los momentos estelares del espectáculo se vivió cuando el artista Israel Fernández salió al escenario a cantar unos tangos con Poveda. “Israel es un artista que reúne todas las cualidades de un cantaor, porque tiene la virtud de aglutinar todos los estilos”, dijo el cantaor catalán, quien también invitó al escenario al Rubio de Pruna, uno de los grandes exponentes del flamenco, para hacerle un homenaje a Lole y Manuel.

placeholder Imanol Arias, con Irene Meritxell.
Imanol Arias, con Irene Meritxell.

Starlite está lleno de momentos únicos, no solo dentro, sino fuera del escenario. Cada noche desfilan artistas, empresarios y protagonistas de la vida social que no quieren perderse el festival boutique de referencia en Europa. La noche del concierto de Luis Fonsi, el cantante Alejandro Fernández, que acudió como espectador, lo explicaba así: "Ahora lo voy a disfrutar desde el otro lado por primera vez, sin presión. Estoy seguro de que vamos a ver un muy buen 'show'".

Anoche en Starlite se vivieron momentos de arte flamenco por todos los rincones. Todo acompañaba: la puesta en escena, la iluminación íntima de la cantera, el poderío de Miguel Poveda, y el público que, en un respetuoso silencio, lo escuchaba.

El redactor recomienda