Albert Rivera y Beatriz Tajuelo: el porqué de su ruptura
El líder de Ciudadanos y su ex formaban la pareja perfecta, hasta que dejaron de serlo, después de varios años paseando su amor por alfombras rojas y playas
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Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, y Beatriz Tajuelo formaban una pareja estable que paseaba su amor por las recepciones oficiales. La última aparición de ambos fue el día de la Fiesta Nacional en el Palacio Real. Él la presentaba como 'mi mujer' y ella no buscaba protagonismo más allá de dejarse fotografiar en algunos 'photocalls' en estrenos de cine y teatro. Sonreía mucho y hablaba poco.
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Si hubiera que buscar una comparativa, Bea (como la llaman) era más del estilo de Carmen Romero que del de Ana Botella. En un plano más de actualidad, su perfil resultaba menos visible que el de Begoña, la 'presidenta' consorte. Y no por las responsabilidades que representan Sánchez y Rivera, sino porque su personalidad es de las que se denominan 'recogida'. Traslado desde Barcelona a Madrid y cambio de trabajo fueron varias de las decisiones que marcaron los cuatro años de relación.
Aparentemente parecía que Rivera y Tajuelo tenían un recorrido emocional largo y así lo demostraban desde que el presidente de Ciudadanos se convirtió en una alternativa importante de Gobierno. La pareja recibía en su casa de Pozuelo, compartían cenas, sesiones de cine y viajes con amigos que fueron los primeros sorprendidos cuando hace mes y medio cada uno se fue por su lado.
Daniela, su debilidad
Dicen que la ruptura no tiene que ver con la letra que cantaba la añorada Rocío Jurado ('Se nos rompió el amor') y sí más con una agenda repleta de reuniones y comparecencias en el Congreso donde la relación de pareja no suma sino que resta por falta de horas. Y eso que la que fuera azafata de Air Nostrum no es mujer de complicar vida a los que quiere sino todo lo contrario, aunque tampoco le gusta ejercer de mujer florero.
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"El día tiene veinticuatro horas y en estos momentos las prioridades de Rivera son las que son y Beatriz no formaba parte de ellas", cuentan personas que han tratado a la pareja y que saben que por lo único por lo que el jefe deja o trastoca su trabajo es para hablar con su hija Daniela o viajar toda una noche en coche para desayunar con ella y llevarla al colegio. La niña vive en Barcelona y el político tiene hacia ella ese sentimiento de padre a distancia.
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Sus asesores saben que hay unas horas sagradas en la agenda y que por nada del mundo hay que interrumpir. Son las conversaciones con Daniela antes de acostarse a través de Facetime. Ella habla y Rivera escucha o intercambian los tiempos, narra el padre y atiende la hija. La niña tenía muy buena sintonía con Beatriz Tajuelo, que al ser una mujer tranquila y afectuosa no había problemas de que se manifestaran cortocircuitos filiales.
En esta ruptura, que dicen algunos que era esperada, no hay por el momento terceras personas. Al menos en el caso de Rivera, que vive para y por Ciudadanos y por supuesto para Daniela. El tiempo dará o quitara razones para que no se repita la frase 'lo que el amor unió no lo separe la política'.
Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, y Beatriz Tajuelo formaban una pareja estable que paseaba su amor por las recepciones oficiales. La última aparición de ambos fue el día de la Fiesta Nacional en el Palacio Real. Él la presentaba como 'mi mujer' y ella no buscaba protagonismo más allá de dejarse fotografiar en algunos 'photocalls' en estrenos de cine y teatro. Sonreía mucho y hablaba poco.