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El palacio maldito de los Franco: desvelamos la verdadera identidad de su dueño
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MISTERIO RESUELTO

El palacio maldito de los Franco: desvelamos la verdadera identidad de su dueño

El Canto del Pico, abandonado en Torrelodones, es en un 60% propiedad del mismo promotor que construyó el famoso Hotel Algarrobico de Almería

Foto: El palacio del Canto del Pico, en Torrelodones, Madrid. (José Martín)
El palacio del Canto del Pico, en Torrelodones, Madrid. (José Martín)

A punto de cumplirse un siglo desde su construcción, el palacio del Canto del Pico sigue siendo noticia. Su estado lamentable obligaba a la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid en julio de 2018 a presentar a su dueño un “proyecto de consolidación y conservación sobre los elementos de valor patrimonial del palacio”. Ha pasado más de un año y la situación sigue estancada, exactamente igual que estaba 13 meses atrás.

Lo único aportado por el propietario data de varios años atrás, cuando José Antonio Oyamburu presentó a Patrimonio un proyecto de hotel, una opción considerada inviable desde el principio por estar localizado el inmueble en un Parque Natural.

placeholder El estado actual del palacio. (Foto: José Martín).
El estado actual del palacio. (Foto: José Martín).

Precisamente, la propiedad es uno de los temas que cobra relevancia hoy. Vanitatis ha podido averiguar, en exclusiva, quién es el verdadero propietario del palacio, un dueño tapado hasta ahora que nunca había asomado a los medios, al menos por este tema.

El dueño tapado

Hasta hoy el único dueño del palacio que constaba era José Antonio Oyamburu Goicoechea, un empresario hotelero que hizo fortuna en Inglaterra y que, tras volver a España, invirtió su dinero en la compra del palacio por consejo de su hermano, Francisco Oyamburu, entonces párroco de Torrelodones. A través de él se gestó la compra del palacio a la marquesa de Villaverde. Hasta aquí la versión oficial.

placeholder El interior del palacio, apuntalado. (Foto:  José Martín)
El interior del palacio, apuntalado. (Foto: José Martín)

La realidad es diferente y sorprendente también. El palacio del Canto del Pico fue comprado en 1988 por la sociedad Stoyam Holding Limited. Esta sociedad, radicada en Yorkshire (condado al norte de Inglaterra), había sido creada el 9 de diciembre de 1971. Inactiva oficialmente desde diciembre de 2016, la sociedad reparte su accionariado entre 3 personas: un 40% entre el matrimonio Oyamburu (un 20% a nombre de José Antonio Oyamburu, de 82 años, y otro 20% a nombre de su esposa, María del Carmen Maganto Rubio, de 77 años). La novedad es el otro 60% de la sociedad, desconocido hasta ahora, que da la mayoría accionarial de la empresa a su verdadero dueño: José Domingo Rodríguez Losada, de 81 años, que controla este porcentaje a través de la constructora Azata S.A.

Un viejo conocido de los medios

José Domingo Rodríguez Losada ha intentado pasar desapercibido todos estos años. Consciente de que el palacio se convirtió pronto en una fuente de problemas, se apartó intencionadamente a un segundo plano, dejando que su socio Oyamburu diera la cara ante los medios para evitar que fuera salpicado por un escándalo más. Y decimos más, porque Rodríguez Losada es un viejo conocido de los medios. El dueño de la inmobiliaria Azata S.A. se hizo célebre por ser el promotor del hotel Algarrobico, en Carboneras, Almería. Convertido en icono de la aberración urbanística y la burbuja inmobiliaria, Azata compró los terrenos en 1999, proyectando la construcción de una mole de más de 20 plantas que se yergue aún sobre un terreno protegido del Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería, a 14 metros del mar. La obra fue paralizada en 2002 y tiene una orden de demolición pendiente desde 2016.

placeholder La construcción, rodeada de andamios. (Foto: José Martín).
La construcción, rodeada de andamios. (Foto: José Martín).

El dueño real del Canto del Pico se hizo a sí mismo como promotor a la antigua usanza. Discreto y muy bien relacionado con los poderes políticos y económicos, hizo fortuna en los 80 y 90 en Madrid capital y los municipios de Pozuelo de Alarcón, Las Rozas y Boadilla del Monte. Su padre no es el único mediático: su hija, Berta Rodríguez, estuvo casada con Juan José Güemes, exconsejero de Sanidad en la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre.

Otros escándalos sonados

No es el único escándalo en que Rodríguez Losada se ha visto implicado. Otro botón: la urbanización La Alcazaba, de 219 chalets de lujo en Boadilla del Monte, ya levantó sospechas en su momento. El alcalde de esta localidad madrileña, Arturo González Panero, imputado en la operación Gürtel, y Leopoldo Arnaiz, el arquitecto de la promoción y asesor urbanístico de la localidad, fueron acusados por un caso de recalificaciones fraudulentas, conocido como escándalo de Compodón.

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Lo han llenado de grafitis. (Foto: José Martín)

En medio de este clima, el complejo La Alcazaba despertó las quejas de la oposición y los ecologistas, que criticaron la "marbellización" de la localidad, al planearse la urbanización pegada al encinar de Boadilla del Monte. Las quejas de los ecologistas venían porque Azata consiguió que su Plan Parcial Sector Camino Bajo – Depuradora' fuera aprobado en 2001.

Cuatro años más tarde, la Ley 9/2001 del Suelo y gracias a un Plan General de Ordenación Urbana nuevo, Rodríguez Losada consiguió que se diera luz verde definitiva a La Alcazaba. Eso sí, con un aumento de la edificabilidad superior al 120%.

Doce sentencias de derribo sin cumplir

Sin duda, si hay un nombre que acompaña a Rodríguez Losada es el del Algarrobico. Greenpeace denunció trato de favor de la Junta de Andalucía, además del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, “que ha dejado de lado la legalidad y sigue permitiendo que el hotel continúe en pie a pesar de los doce pronunciamientos judiciales en su contra”.

La batalla legal del Algarrobico entre Azata y Greenpeace -acusación particular en el caso-, dura ya 17 años. El vía crucis judicial se encuentra hoy en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucia (TSJA), donde la constructora intenta evitar la demolición del complejo, defendiendo que “la vigencia de la licencia municipal (…) impide de facto su demolición”. Un argumento que no comparten los ecologistas, que consideran que la licencia de obras es ilegal, porque se concedió en un “espacio protegido, invadiendo la servidumbre de protección del dominio público marítimo-terrestre e incumpliendo los plazos previstos en el Plan Parcial”.

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Así está por dentro el palacio. (Foto: José Martín)

Más allá de sus frentes judiciales en el sur de la península, Azata dedica parte de su negocio a la explotación de edificios de viviendas y oficinas, así como centros comerciales en Madrid y Las Rozas y tres apartahoteles en el noroeste de Madrid.

Fuera de España, además de Stoyam Holdings Limited, la propietaria del palacio del Canto del Pico, Azata participa en dos sociedades en Portugal (una de ellas junto a la constructora San José). El pasado año, José Domingo Rodríguez Losada ocupaba el puesto número 148 de los hombres más ricos de España, con un patrimonio neto de 340 millones de euros, según datos actualizados a enero de 2019.

Abandonado desde los 80

Mientras, la propiedad más desconocida de Rodríguez Losada está al borde del derribo. Construida en 1920 y declarada monumento histórico en 1930, la residencia estival de Francisco Franco decae día a día sucumbiendo al abandono de sus propietarios desde los años 80. Hace solo unos días, el palacete sufría un incendio en su cubierta que afectaba a unos 50 metros cuadrados del tejado, que se quemaron pese a los intensos trabajos de los bomberos, que evitaban daños mayores gracias a una rápida intervención.

Mientras, el palacete donde Carmen Martínez-Bordiú y sus hermanos correteaban de pequeños se le ha convertido en una patata caliente a la Administración desde hace tiempo. El que fuera plató de la película 'Raza' se ha convertido en un paraje fantasmagórico en la sierra norte de Madrid. Torrelodones tiene el dudoso honor de poseer su propio Algarrobico en Madrid.

A punto de cumplirse un siglo desde su construcción, el palacio del Canto del Pico sigue siendo noticia. Su estado lamentable obligaba a la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid en julio de 2018 a presentar a su dueño un “proyecto de consolidación y conservación sobre los elementos de valor patrimonial del palacio”. Ha pasado más de un año y la situación sigue estancada, exactamente igual que estaba 13 meses atrás.

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