Los puntos débiles de Miguel Bosé que le llevaron a la cerrazón mediática
Miguel tiene fama de ser encantador en las distancias cortas y en privado, pero seco, cortante e impredecible en las entrevistas. ¿Por qué?
Miguel Bosé protagonizará este domingo 2 de agosto la siguiente entrega del programa 'Hormigas blancas'. En él se realizará un repaso de su vida y su trayectoria profesional.
Bosé, uno de los grandes artistas de nuestro país, lo ha tenido todo para centrar la atención mediática. Su talento, su atractivo físico, su arrolladora personalidad dentro y fuera de los escenarios y una importante saga familiar le han convertido en una estrella que genera interés y curiosidad.
[LEA MÁS: El veto de Miguel Bosé a un familiar en el privado funeral de su madre en Somosaguas]
En los años 70 y 80 se creó un fenómeno fan en torno a él que aún perdura. Pero aquellos fueron años en los que Miguel Bosé se mostraba y se exponía de una manera muy diferente a la que lo hace hoy. Sonado fue su noviazgo con Ana Obregón, una relación que duró cuatro años y que ninguno de los dos escondió. Atrevido y extrovertido, Bosé parecía tener más que asumido el interés que generaba.
Pero la relación de Miguel con la prensa cambia en un momento de su trayectoria debido a dos hechos que supusieron un antes y un después. A principios de los años 90 el rumor de que Bosé padecía sida corrió como la pólvora. El rumor se convirtió en noticia falsa cuando, según Mercedes Milá, el locutor de Radio España, Antonio José Alés, contó que el artista había fallecido.
Bosé tuvo que sentarse en el programa de televisión 'Queremos saber', presentado por su gran amiga Mercedes Milá, para desmentir todos estos bulos. El cantante lo hizo indignado y dolido. Aquello le dejó tocado y su relación con la prensa a partir de entonces nunca volvió a ser la misma.
Miguel Bosé siempre había sido celoso con su intimidad. Desde aquel momento lo fue aún más, tanto que no ha sido hasta hace poco que supimos que Bosé había mantenido una relación de más de 25 años con un hombre llamado Nacho Palau, con el que había sido padre de 4 niños. La traición de algunos medios de comunicación españoles generó cierto miedo en el cantante. Cualquier invasión de su vida personal fue sentida, desde entonces, como una amenaza que le generaba desconfianza.
Pero la saga familiar a la que Miguel Bosé pertenece era un imán para los medios y un foco de atención constante. El torero Luis Miguel Dominguín y la actriz italiana Lucía Bosé se casaron en 1955. Sus tres hijos, Miguel, Lucía y Paola, crecieron en un ambiente privilegiado: educación exquisita, lujo, cultura a raudales y afamados personajes que se codeaban con sus progenitores.
La relación de Miguel con su padre no fue fácil. A medida que el cantante cumplía años, dejaba aflorar una personalidad repleta de talento y sensibilidad que se encontraba en las antípodas del modelo de masculinidad que encarnaba su padre.
La manera de bailar y de cantar de Miguel Bosé, así como sus provocadores looks, representaban un modo de expresarse que nunca fue comprendido por el torero.
Este aspecto de la vida más personal de Bosé es sabido de sobra y no ha sido escondido por parte de su entorno. Numerosos amigos y personas pertenecientes al círculo más cercano del cantante han hablado abiertamente de la tensa relación entre padre e hijo. Pero con el paso de los años, Bosé ha demostrado que es este otro de sus puntos débiles, un recuerdo de vida que aún le afecta. Más que claro lo dejó en 2013, cuando en mitad de una entrevista en televisión, no dudó en levantarse y dejar plantada en el sitio a la periodista Samanta Villar en el momento que esta tocó el tema de sus padres: "Estoy muy incómodo con esta entrevista. No quiero seguir. Me gusta la discreción, el anonimato y el aburrimiento. Soy un demente. Te has equivocado de programa conmigo. No me gustan las entrevistas", le espetó.
Hoy, el fuerte carácter del cantante es algo tan conocido como todo su repertorio discográfico. Miguel tiene fama de ser encantador en las distancias cortas y en privado, pero seco, cortante e impredecible en las entrevistas. La misma Carlota Corredera, que presenta 'Hormigas blancas', ha llegado a reconocer que la entrevista más dura que le tocó hacer en su carrera fue a Miguel Bosé: "Yo era muy joven, tenía 27 años y me lo hizo pasar fatal".
Miguel Bosé protagonizará este domingo 2 de agosto la siguiente entrega del programa 'Hormigas blancas'. En él se realizará un repaso de su vida y su trayectoria profesional.