Cuando Lina Morgan visitaba la bodeguilla de Felipe González en Moncloa

Lina Morgan, como otros personajes conocidos, nunca se decantó por ningún partido. Su ideología se la guardaba para ella y solo sus hermanos José Luis y Julia y algunos íntimos sabían de sus preferencias políticas. A diferencia de otras colegas como Concha Velasco, Sara Montiel o Norma Duval, que en su día sí pidieron el voto para el PSOE o el PP, en el caso de la actriz nunca acudió a ningún acto de partido ni actuó en nombre de una sigla.

A pesar de esa neutralidad aparente y quizá por el tipo de teatro y películas que hacía, se la etiquetó como una mujer de ideas conservadoras. En realidad, Lina Morgan fue una mujer que se declaraba feminista a su manera. Decía que nadie la había regalado nada, que su elección de vida fue el teatro y el trabajo y que sus ideas se las guardaba para ella.

Los que la conocieron bien aseguran que Lina no era una mujer conservadora y nunca hizo gala de esa actitud. Tenía amigos de todos los colores, desde Juan Alberto Belloch a José María Aznar, que la felicitaba todos los años en Navidad. Lo que pocos conocen es la admiración que Felipe González sentía hacia ella y en más de una ocasión la invitó a la famosa “bodeguilla”, en el palacio de la Moncloa. Era el lugar de esparcimiento del presidente y de Carmen Romero, que invitaba a sus amistades más cercanas o a las personas que les caían bien y admiraban.

Esta información la confirma Daniel Pontes, que tras más de treinta años de trabajar a sus órdenes fue la persona que mejor la conoció. La actriz le nombró tutor legal y siempre será el guardián de la imagen de Lina Morgan.

Durante la pandemia empezó a escribir sus recuerdos, que posiblemente en un futuro sirvan para conocer realmente a la actriz que durante años llenó su teatro La Latina en todas las sesiones de tarde, noche y matinal. “Cuando estrenaba obra en enero había reserva de entradas para agosto. Ha sido una de las grandes y aún se le debe un gran homenaje”, confirma Ponte.