José Tomás, el mito taurino que no hablará de su vida privada

Siempre ha querido pasar desapercibido, camuflarse tras unas gafas oscuras de sol y alguna visera que le hiciera penumbra en el rostro. Pocas veces ha hecho declaraciones, muy pocas.

José Tomás acaba de subir a los titulares por un asunto que nada tiene que ver con su profesión, un asunto personal que recae sobre su esfera más íntima: ayer saltaba a los medios la noticia de su separación de la que ha sido su pareja durante los últimos 20 años, Isabel, madre de su único hijo.

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Por prudencia, respeto y por lealtad, quienes le conocen afirman que no va a hablar, “no va exponerse como pueden hacerlo otros, en ningún momento”, nos dice José Miguel Arroyo 'Joselito', compañero y máximo rival en los ruedos del diestro de Galapagar.

“A José Tomás solo hay una manera de definirlo: él es un Hombre, con mayúsculas, y lo es no porque haya nacido varón, sino porque actúa como tal, en el más noble sentido del término. Para mí, él es un ejemplo, aunque tenga defectos, como todos los tenemos, pero es sin duda alguien en el que se puede confiar cuando te da su palabra”.

Joselito y José Tomás compartieron durante dos temporadas la figura del apoderado, la de Enrique Martín Arranz, a su vez padre adoptivo de Joselito. En esos dos años, fueron cómplices, dentro y fuera de los ruedos, aunque manteniendo cierta distancia en los afectos.

“Nos bastaba una mirada para saber qué queríamos decirnos”, comenta Joselito, quien dejó el toreo en octubre de 2003 -aunque regresó a ellos por un solo día, en junio de 2014-.

José Tomás se retiró en 2002 y reapareció en Barcelona, en junio de 2007. Toño Matilla fue el empresario que consiguió anunciarlo en el coso de la Monumental catalana, con un lleno abrumador, en un clima de máxima expectación. José Tomás volvía convertido en mito y Matilla lo sabía: “Contratarle a él, lo diré siempre, es la contratación más sencilla que pueda realizar. Te da todo el trabajo hecho. Es cierto que con él, no te haces rico, pero tampoco pierdes y consigues que el mundo del toro vibre. Es una megaestrella. Calculador hasta decir ¡basta!, pero nada avaricioso”.

Aquel día, en su esperadísima reaparición, los tendidos se llenaron de profesionales, aficionados y entusiastas seguidores del diestro, llegados de todos los puntos, como Pedro Trapote, Joaquín Sabina, Carlos Herrera, Joan Manuel Serrat o la actual vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo.

Aquella tarde también hicieron el paseíllo Cayetano, que acompañó a José Tomás en su salida a hombros, y Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’ -quien no pudo cortar trofeos-, marido de Arancha del Sol.

La realidad es que José Tomás lo eclipsó todo y a todos. José Tomás ha sido un hombre prudente en las relaciones sociales. Su círculo personal más íntimo lo han ocupado sus padres, hermanos, también su hasta ahora pareja, Isabel, así como algunos pocos amigos de toda la vida.

Con ellos, el diestro ha compartido momentos de diversión y ocio: “Ha cantado por rancheras, conducido pisando a fondo el acelerador, contado anécdotas y toreado al alimón en fiestecitas camperas a las que solo invitaba a gente muy allegada”, comenta a este medio Constante Rodríguez, fotógrafo taurino que le ha seguido a lo largo de buena parte de su trayectoria. También él, como el resto de su entorno, cree que José Tomás no va a pronunciarse sobre ese tema que ayer lo devolvió a los titulares de prensa.