Manuel Díaz, el Cordobés, o la ilusión del toreo

Dice que no se ha ido nunca, que solo ha estado “en el taller”. Es la peculiar manera que tiene Manuel Díaz, el Cordobés, de expresar dónde y por qué ha estado estos dos últimos largos años sin poder ceñirse el traje de luces. Una complicada operación de cadera, a la que no tuvo más remedio que someterse, le apartó en 2018 de los ruedos. Entonces no sabía cuánto tiempo iba a durar ese parón. Lo cierto es que el año pasado, de no ser por la pandemia, el diestro tenía en mente torear en algunas localidades, pero la situación sanitaria, conocida ya por todos, imposibilitó el que se celebraran la mayoría de los ciclos taurinos programados.

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Hoy, un entusiasmado Manuel Díaz ha reconocido durante la rueda de prensa convocada en Madrid, en el centro Zenit, que tras la operación le tocó afrontar un largo periodo de rehabilitación, que fue duro, pero su constancia y el apoyo incondicional de su mujer, Virginia Troconis, han sido claves para su vuelta. El diestro ha querido asimismo manifestar su apoyo a la Fiesta, “en estos momentos tan especiales y difíciles que todos vivimos. Es ahora cuando hay que apoyar más”.

Manuel ha elegido la plaza de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, como escenario de su regreso a los ruedos. De compañeros de cartel, su amigo Enrique Ponce y Emilio de Justo. La fecha, el próximo 3 de abril, sábado. En esa ocasión, los toros que la terna estoqueará serán de la divisa de Juan Pedro Domecq, la ganadería por la que Ponce, precisamente, se ha quedado fuera en el ciclo abrileño de Sevilla. Y es que el valenciano quiso anunciarse con esa divisa, pero el empresario del coso maestrante, Ramón Valencia, le comunicó que para esa divisa ya había contratado a Morante, el Juli y Pablo Aguado, tal y como anunció Vanitatis en días pasados.