Elsa Pataky, destrozada por lo que está viendo en Australia

Ha pasado casi una década desde que Elsa Pataky y Chris Hemsworth se mudaran desde Los Ángeles a su espectacular mansión en Byron Bay, Australia. Es allí donde han formado una familia y disfrutan de su rutina desde la calma que les aportan los espectaculares paisajes naturales de la zona. Al menos, así era hasta hace unos días cuando las lluvias torrenciales comenzaron a provocar inundaciones desastrosas afectando a los habitantes del lugar, entre ellos, las dos estrellas de Hollywood.

La española compartía hace tan solo unas horas la complicada travesía que había tenido que realizar para intentar llevar a sus hijos al colegio. "¡Una locura! ¡Esto es una locura!", exclamaba Elsa, mientras sus niños, lejos de asustarse, se divertían con la situación. Efectivamente, al principio, la intérprete trataba de tomarlo de la mejor de las maneras haciendo gala de su buen humor, sin embargo, las circunstancias meteorológicas no han ido a mejor y las consecuencias son cada vez más graves.

Por esta razón, Elsa Pataky no ha dudado en lanzar un mensaje de ánimo y apoyo a todos aquellos que están colaborando en paliar los desastres que las tormentas van ocasionando. Así, se ha acordado especialmente de los animales y ha agradecido la labor de los salvadores. "Northern Rivers, entre otras zonas, han sido golpeadas por las peores inundaciones de la historia. La gente ha pasado horas esperando en los tejados para ser rescatada. Gracias a todos aquellos que han ayudado a salvar a las personas y los animales varados por las inundaciones, ustedes son los verdaderos héroes", afirma en su Instagram.

Aunque después de tanto tiempo residiendo en las antípodas de nuestro país, la actriz parece estar más que acostumbrada a las inclemencias meteorológicas que pueden darse, este fuerte temporal de lluvias ha sorprendido a la población dejando a muchas personas destrozadas, tal y como demuestra estar Elsa. "Es increíble ver cómo todos se unen en un desastre y ayudan a la comunidad. Nuestros corazones están con los afectados por las inundaciones. ¡Manteneos a salvo!", pide la actriz.

Ataviada con un chubasquero, trataba de compartir con sus seguidores lo difícil que estaba siendo caminar con sus hijos, ya que el agua le llegaba hasta las rodillas. No pocos usuarios de las redes sociales tildaban la hazaña de peligrosa, teniendo en cuenta que la familia no dudó en bajarse de su coche y atravesar la fuerte riada a pie. Y es que uno de los principales motivos de preocupación de las autoridades es, precisamente, el creciente caudal de los ríos y su posterior desbordamiento.

No obstante, aunque de vez en cuando puedan surgir fenómenos atmosféricos de tal impacto, Elsa y Chris no cambiarían su vida entre el bosque y la playa por nada del mundo. Un auténtico paraíso del que disfrutan, tanto ellos como sus pequeños, pues su amor por la naturaleza les lleva a acudir a ella siempre que necesitan desconectar de sus apretadas agendas profesionales o de la presión mediática a la que, por temporadas, se ven expuestos (por ejemplo, cuando les rodearon los rumores de ruptura).

"En Byron Bay nos sentimos como gente normal y eso es genial [...]. Tratamos de ser gente normal y de poder estar con nuestros hijos en un lugar donde no haya fotógrafos ni gente persiguiéndonos. Vivimos en un lugar en medio de la nada, así que ya no tenemos ese problema. Y eso es justo lo que queríamos", aseguraba Elsa en una entrevista para un medio australiano. Eso sí, siempre que puede no duda en viajar a España y, más concretamente, al norte donde vive su familia.

De hecho, hace no mucho, el matrimonio se dejaba ver, por última vez, en el País Vasco, donde, según informaron varios medios, buscaban una nueva casa de campo en una lujosa urbanización. Poco después comenzaban su espectacular tour por Europa, en el que visitaban destinos como Praga, Sevilla, Venecia, Roma, París, Londres o Ibiza, antes de poner rumbo a Kenia, donde la actriz disfrutaba en compañía de sus seres queridos, realizando safaris, montando a caballo o dejándose conquistar por el majestuoso entorno natural.