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María Inés López-Ibor: "Hay que trabajar en que las vidas sean mejor vividas"
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ENTREVISTA

María Inés López-Ibor: "Hay que trabajar en que las vidas sean mejor vividas"

La conocida psiquiatra, una de las únicas tres catedráticas mujeres en esta especialidad en España, publica 'En busca de la alegría' (Espasa), donde afirma que la alegría se puede "entrenar todos los días, como el cuerpo"

Foto: María Inés López-Ibor. (Jeosm)
María Inés López-Ibor. (Jeosm)

La doctora María Inés López-Ibor es una de las psiquiatras más reconocidas y prestigiosas de nuestro país. Su apellido la 'delata' como nieta del histórico Juan José López-Ibor, considerado el mayor referente de esta disciplina en España durante el siglo XX y uno de los más notables del mundo. Su padre fue también un destacado académico de la especialidad y ella se ha convertido en una de las tres únicas mujeres catedráticas de Psiquiatría que hay en España. Lejos de pesarle el apellido, la doctora, que habla reflexivamente, midiendo cada palabra, reconoce estar "muy orgullosa". "Para mí ha sido un reto y un regalo, un gran lujo que he tenido", señala.

Tuvo la tentación de hablar de la tristeza, un sentimiento con el que se encuentra a diario en consulta, pero quiso darle la vuelta y por eso acaba de publicar con la editorial Espasa 'En busca de la alegría', un manual en el que reflexiona sobre la importancia de trabajar los sentimientos positivos para hacer de la salud mental una prioridad en el día a día. La doctora se suma con este libro a esa nueva corriente impulsada por los medios de comunicación y algunos políticos como Íñigo Errejón, que han alertado del aumento de las enfermedades mentales.

"Es fundamental hablar de esto. La salud mental ha sido la cenicienta de las especialidades médicas. Creo que hay que distinguir la salud mental de la psiquiatría o las enfermedades psiquiátricas. Como curiosidad, la Organización Mundial de la Salud, que se funda en los años 50, definió la salud como un perfecto estado de bienestar físico, psicológico y social. Tardó sin embargo 60 años en definir la salud mental, ese 'bienestar físico, psicológico y social en el que las personas somos capaces de afrontar las tensiones normales de la vida, conocer nuestras capacidades y limitaciones y hacer una contribución a la sociedad'. Lo que estamos viviendo ahora con la pandemia, una situación que los psiquiatras definimos como 'de desastre', no tiene mucho que ver con esa definición", explica.

"Es fundamental hablar de esto. La salud mental ha sido la cenicienta de las especialidades médicas"

PREGUNTA: Al principio del libro define la alegría como "un sentimiento", pero según va avanzando se da cuenta de que es "algo más". ¿Cómo la definiría hoy?

RESPUESTA: Es un sentimiento que puedes buscar y convertir en una vivencia, en una experiencia personal. Tenemos que potenciar las cosas buenas que nos pasan en el día a día. Podemos y debemos hacerlo, porque le dedicamos mucho más tiempo a lo malo, quizá como un mecanismo de supervivencia, y prestamos muy poca atención a lo bueno que nos pasa en la vida. La alegría se puede convertir en una vivencia a través de la práctica.

P: Para practicar la alegría habla de trabajar una serie de virtudes como la prudencia, la templanza, la justicia. Recomienda también mejorar la alimentación, la importancia del autocuidado, de arreglarse por las mañanas e incluso del orden y la decoración en casa.

R: Es que ahí está la alegría, hay que buscar esas pequeñas cosas que nos producen bienestar cada día. Requiere cierta intencionalidad, mirar con otros ojos, fijarte por ejemplo en lo bonito que está Madrid en primavera. Hay que adoptar una actitud de búsqueda de esas cosas que nos hacen estar bien.

placeholder María Inés López-Ibor. (Jeosm)
María Inés López-Ibor. (Jeosm)

P: Como el orden en casa, el espacio en que vivimos.

R: Sí. Si está todo ordenado, arreglado, bonito... todo lo que es un poco estético nos ayuda a estar mucho mejor, porque percibir esa belleza produce sentimientos positivos. También otro pequeño consejo es arreglarse todos los días, nos estamos mirando continuamente al espejo a través de las pantallas y verte bien a ti mismo es fundamental para la salud mental.

P: Lamenta en un fragmento del libro que la gente pasa mucho tiempo cuidándose a nivel físico, pero muy poco atendiendo a su salud mental.

R: Tenemos muy integrado que tenemos que cuidar nuestro cuerpo y además recibimos múltiples mensajes en torno a esto, pero soy de las que creo que si no cuidas tu mente, de poco sirve. A la salud mental hay que dedicarle tiempo, como a todo. La salud mental se entrena todos los días, como el cuerpo. Podemos modificar esos rasgos de personalidad que nos llevan a pensamientos negativos si trabajamos en buscar los positivos.

"La salud mental se entrena todos los días, como el cuerpo. Podemos modificar esos rasgos de personalidad que nos llevan a pensamientos negativos si trabajamos en buscar los positivos"

P: Doctora, ¿la alegría puede ser un sentimiento colectivo? ¿Puede faltarle o sobrarle alegría a una sociedad?

R: Puede pasar, cuando hay situaciones de incertidumbre, de angustia y ansiedad, eso se nos transmite a todos, de la misma manera que cuando estamos todos más estables, más contentos y las cosas van bien socialmente, nos encontramos mejor. Obviamente hay personas que no son capaces de vivenciarlo así, pero son los menos.

P: En el primer capítulo aborda el asunto de la felicidad como un concepto más filosófico que real.

R: La felicidad es un estado fugaz, es un momento en el que logras algo que tú has querido conseguir. Hay momentos que te producen felicidad y una vez que pasan, ese sentimiento absoluto desaparece, no existe. Por eso he buscado mucho en la filosofía para entender la felicidad. Lo que sí podemos es tratar de potenciar otros sentimientos para ir logrando momentos de felicidad a lo largo de nuestra vida.

P: O sea, que la felicidad es algo momentáneo y sin embargo está muy valorada por nuestra sociedad, quizá idealizada.

R: Exacto. De ahí el título del libro, 'En busca de la alegría', porque al final lo que sí puedes es trabajar en que tu vida sea mejor vivida. Podemos aprender a ser alegres y convertir ese rasgo en nuestra forma de ser. La alegría puede ser un hábito.

"He buscado mucho en la filosofía para entender la felicidad. Es un estado fugaz"

P: Entre las principales motivaciones del ser humano que cita no se habla de amor, cuando yo creo que el amor es uno de los motores más potentes de la vida.

R: El amor podría encajar en la que habla de sentirse admirado, porque el amor forma parte de la salud mental. Freud define la salud mental como la capacidad de amar y trabajar, y eso parece que es una simpleza, pero es la capacidad de tener sentimientos buenos hacia las demás personas y la capacidad de ser útil a la sociedad. El amor al final forma parte de la esencia de todo ser humano. Pero además hay personas que tienen otras motivaciones, como conseguir logros, el poder o el afán de pertenecer a un grupo. En general yo creo que la gran mayoría nos movemos por una mezcla de las tres.

P: ¿Y usted?

R: La mía ha ido cambiando con el tiempo. Quizá en algún momento de mi vida, aunque no esté bien decirlo, fue ese afán de poder, que yo creo que es un logro. Cuando era más joven, el pertenecer a un grupo. Y ahora me motivan los logros pero no solo para mí, yo aspiro a conseguir cosas que me hagan ser mejor a mí y a los que están cerca de mí.

P: Es usted una de las pocas catedráticas de Psiquiatría de España, ¿por qué esta escasez de mujeres?

R: Por varias cosas. Al principio no había tantas mujeres médicos y el proceso de llegar a una cátedra es complicado y es largo. La profesora Carmen Leal fue la primera y única catedrática de Psiquiatría durante mucho tiempo, pero desde hace cinco años ya somos tres. Yo espero que dentro de poco esto ya sea algo más normalizado.

placeholder Retrato en primer plano de María Inés López-Ibor. (Jeosm)
Retrato en primer plano de María Inés López-Ibor. (Jeosm)

La doctora López-Ibor salpimenta el libro con numerosas citas de pensadores, políticos y autores varios que sirven para hacernos reflexionar sobre la salud mental. Palabras que disparan directamente, sin piedad. "Algunas las tenía de mis clases porque siempre me gusta buscar frases y otras las he buscado para el libro. He trabajado mucho en ello", explica. Recuerda la famosa frase de Churchill, "la belleza es tu deber", un maravilloso diálogo entre Chaplin y Einstein, palabras de Teresa de Calcuta o de San Agustín. Nosotros nos quedamos con una frase de su propia cosecha: "Aprender a valorar las cosas que nos suceden es un arte". O "la búsqueda de la alegría es la alegría misma". "Entendiendo arte como algo en lo que tú vas trabajando y consigues un resultado. Si tú te planteas que puedes aprender a buscar el sentimiento positivo, ese mismo planteamiento va a hacer que te encuentres bien y que esa alegría te motive para seguir trabajando", advierte.

P: Las dos últimas citas son muy emotivas: "La primavera está dentro de cada uno de nosotros", o esa de Teresa de Calcuta: "No hay llave para la felicidad, la puerta siempre está abierta".

R: Es muy importante verlo y pensar que es así, que la llave está en nosotros. Veo a muchos pacientes que están deprimidos o angustiados, que sienten que esa puerta está cerrada, que pierden la esperanza, es muy importante hacerles ver que la puerta sigue estando abierta, pero no la ven por sus síntomas.

P: En la pandemia, las enfermedades mentales se han disparado, ¿cómo lo está viviendo?

R: En psiquiatría equiparamos la pandemia a una situación de desastre para la que nadie estaba preparado. Han aumentado sin duda los síntomas de ansiedad y depresión y estamos viendo que también los trastornos (se pueden tener síntomas sin llegar a tener un trastorno). La parte positiva es que la gente está empezando a admitir que tiene esos síntomas y a buscar tratamiento.

"Vivimos en una sociedad en la que lo queremos todo y rápido. Estoy triste y quiero que me den algo para que se me pase ya. A veces hay que hacer el duelo, lleva tiempo, no pasa nada"

P: Pero la pandemia está desapareciendo y sin embargo esos síntomas mentales o esos trastornos persisten, ¿por qué?

R: Uno, porque la gente lo ha pasado mal. Y dos, porque estamos volviendo al estrés de la vida cotidiana, pero te enfrentas a ello desgastado, con menos capacidades. Ahí aparecen muchos síntomas.

P: A veces es difícil discernir entre qué es un trastorno y qué es simplemente el malestar de la vida, no podemos estar en permanente sintonía con todo. ¿Cómo podemos detectar cuándo hay un problema real?

R: Por eso decía al principio que hay que distinguir entre la psiquiatría y la salud mental. Hay momentos en los que vamos a estar tristes, angustiados, rabiosos o preocupados por cosas que nos suceden. Son situaciones vitales o malestares de la vida normales, a los que vamos a poder enfrentarnos de manera adecuada. Si persisten, si son muy intensos, si limitan durante mucho tiempo nuestras capacidades, entonces se están convirtiendo en un trastorno y necesitan un tratamiento. Pero también vivimos en una sociedad en la que lo queremos todo y rápido. Estoy triste y quiero que se me pase en cinco minutos, que me den algo. A veces hay que hacer el duelo por esa pérdida que has tenido, es un proceso que lleva tiempo y no pasa nada porque así sea.

P: En el libro da algunas señales de alarma para detectar que hay algo más.

R: El insomnio, la pérdida de apetito. Yo creo que un síntoma muy característico es la irritabilidad, esa sensación de que todo te parece mal. El pensamiento que tú no puedes controlar, que continuamente está ahí y te impide hacer otras cosas. Y luego uno que para mí es muy característico también es la incapacidad de disfrutar de lo que antes te hacía disfrutar, estás con amigos y te da igual estar que no estar, ves una película o lees un libro y no eres capaz de apreciarlos.

La doctora María Inés López-Ibor es una de las psiquiatras más reconocidas y prestigiosas de nuestro país. Su apellido la 'delata' como nieta del histórico Juan José López-Ibor, considerado el mayor referente de esta disciplina en España durante el siglo XX y uno de los más notables del mundo. Su padre fue también un destacado académico de la especialidad y ella se ha convertido en una de las tres únicas mujeres catedráticas de Psiquiatría que hay en España. Lejos de pesarle el apellido, la doctora, que habla reflexivamente, midiendo cada palabra, reconoce estar "muy orgullosa". "Para mí ha sido un reto y un regalo, un gran lujo que he tenido", señala.

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