Por qué hablamos de liderazgo femenino: unos cuantos datos para reflexionar

"Si no le dan un asiento para sentarse a la mesa, llévese una silla plegable". Esta reflexión de la primera congresista afroamericana de Estados Unidos, Shirley Chisholm, inspira de alguna manera todos los artículos, reportajes y entrevistas con los que hoy abrimos en Vanitatis una nueva sección dedicada al liderazgo femenino. Inauguramos un lugar donde encontrar a esas mujeres que han sido y son bandera, que fueron 'las primeras en', que son el ejemplo de que se puede, de que ya se está pudiendo, de que el caudal es cada vez más arrollador. En un informe publicado por ONU Mujeres el 1 de marzo, la organización reclamaba "el espacio de las mujeres en el liderazgo", y proponía distintas medidas para conseguirlo. Una de ellas era lograr la complicidad de los medios de comunicación en esta labor.

"En los medios de noticias, solo el 24% de las personas sobre las que leemos, oímos hablar o vemos en los periódicos, la radio o la televisión son mujeres. En la cobertura mundial de prensa sobre la COVID-19, apenas una de cada cinco fuentes especializadas consultadas ha sido una mujer. Necesitamos más mujeres líderes en los medios de comunicación y la industria del espectáculo para poner fin a la infrarrepresentación y las imágenes estereotipadas de las mujeres", pide el informe. Vanitatis ha recogido el guante y pone a disposición de sus lectores un espacio donde encontrar reportajes protagonizados por mujeres, opiniones, entrevistas y artículos en los que algunas de las profesionales más inspiradoras de la actualidad hablan de su propia experiencia.

La periodista y activista Gloria Steinem, reciente Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, dice que las mujeres "deberían ser el único grupo que se vuelve más radical con la edad". Muchas de las profesionales entrevistadas para este especial cuentan que se criaron en un ambiente de igualdad y que no fue hasta que comenzaron su andadura profesional cuando se encontraron con barreras por ser mujeres, o con el hecho de que ser mujer era una característica diferencial, una especie de 'superpoder' que las ha convertido en referentes para otras, que les ha exigido tener una voz propia y dar un paso al frente.

"La contribución que las mujeres pueden hacer al liderazgo es fundamental en todos los sectores, comunidades y sociedades. Desde el ámbito político y empresarial hasta el deporte y las disciplinas STEM, la diversidad en el liderazgo beneficia a todo el mundo. Las personas que lideran deben ser representativas de aquellas a las que sirven para entender mejor sus deseos y necesidades", advierte ONU Mujeres. En el año de la pandemia se alcanzó una cifra récord de mujeres en los puestos de alta dirección de las empresas Fortune 500, pero solo el 7,4% de las compañías de esa lista, según datos del organismo internacional, están dirigidas por mujeres.

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En este sentido, en la última década el crecimiento de autónomos en España ha sido en femenino. En 2020, el número de mujeres que trabajan por cuenta propia creció un 11%, mientras que el de varones cayó un 0,3%. Según un informe elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el peso de la mujer autónoma en España es todavía inferior al de los hombres y queda mucho para alcanzar la igualdad. Ellas representan el 35,9% del total de autónomos afiliados al RETA. Es decir, tan solo uno de cada tres autónomos en España es mujer.

Tampoco hay igualdad en el liderazgo más puro de todos, el político. Solo 22 países cuentan con una jefa de Estado o de Gobierno, y ninguno de ellos es España, que forma parte del largo centenar de países que nunca han sido presididos por una mujer. Según los datos de la ONU, "las mujeres ocupan apenas el 25 por ciento de los escaños parlamentarios nacionales". Hablamos de esto con una de las líderes más inspiradoras del momento: la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Los políticos deben ser un reflejo de la sociedad a la que dan voz para que la toma de decisiones públicas refleje las necesidades y prioridades de todos los sectores. En España estamos de suerte. Desde 2007, los partidos están obligados a confeccionar listas electorales en las que ningún sexo tenga más del 60% ni menos del 40% de representación, aunque suelen ser hombres los que ocupan los primeros puestos de esas listas. En el Congreso hay 151 diputadas, lo que implica el 43% de la Cámara. Por fuerzas políticas, de los 52 diputados de Vox, solo 14 son mujeres. El 58% de los diputados del PP son hombres y el 42%, mujeres. En el PSOE y Ciudadanos, la paridad se respeta escrupulosamente, y en Podemos hay incluso alguna diputada más que diputados. "Si no actuamos de forma decidida para empoderar a las mujeres y posibilitar que sean más las que asuman el liderazgo en el campo político y en la toma de decisiones públicas, no lograremos la paridad plena en 130 años", advierte la ONU.

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Una derivada de este asunto es el papel de las mujeres en la carrera diplomática. Son, como reflejaba un artículo de 'El País' de hace años, "pocas y periféricas". Incidentes como el sucedido con Ursula von Der Leyen y el presidente turco Erdogan son un ejemplo de cómo falta aún potenciar y visibilizar el papel de las mujeres en la diplomacia y la política exterior. Charlamos con la cónsul de Mánchester, Laura García Alfaya, sobre este asunto, y sus palabras son categóricas.

Los Juegos Olímpicos de Tokio serán los primeros juegos de la historia con equilibrio de género. Casi el 49% de los atletas que participen en ellos serán mujeres y hay una intención decidida por parte de la organización de potenciar la igualdad desde este potentísimo foro mundial. Habrá un programa de competición innovador, con el que se asegurará una visibilidad igualitaria entre los eventos femeninos y los masculinos. Tras el nombramiento de su nueva presidenta, la política y exdeportista Seiko Hashimoto, el Comité Organizador de Tokio 2020 ha incrementado el tamaño de su Junta Ejecutiva, aumentando el porcentaje de mujeres al 42 por ciento.

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Por último, queremos rendir homenaje y dedicar un lugar especial a las mujeres del área de la biomedicina. Ellas han estado en primera línea de batalla contra el coronavirus, muchas veces poniendo en riesgo sus vidas. Según datos de la ONU, las mujeres "representan el 70% del personal sanitario y de cuidados sociales". A pesar de ello, "siguen estando infrarrepresentadas en las áreas de liderazgo y toma de decisiones, ya que ocupan solo el 30% de los puestos dirigentes en el sector sanitario mundial".

En un artículo de opinión escrito por la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, para Vanitatis, la bióloga pone en valor el trabajo de las principales investigadoras que han marcado la diferencia en esta pandemia, sin cuyo trabajo hoy no estaríamos empezando a abrazar a nuestros seres queridos sin miedo. Las doctoras Isabel Sola y Sonia Zúñiga son las dos científicas que mejor conocen el coronavirus en España y están trabajando en la que será la vacuna más completa del mundo, la del CSIC. Ambas nos han hecho un hueco para hablar de liderazgo femenino en la ciencia, de conciliación y de divulgación.

Los campos para trabajar son múltiples, la meta es una sola.