En fotos, el último adiós a María Jiménez: del funeral al paseo en calesa por Triana
Repasamos las mejores imágenes de la despedida de la cantante, protagonizada por el recorrido del féretro por los lugares más emblemáticos de Sevilla sobre un coche de caballos y la misa en la parroquia de Santa Ana
María Jiménez ha vivido su adiós según lo estipulado. Tras una vida marcada por extravagantes anécdotas y deseos, la cantante no podía irse de otra manera y dejaba su funeral diseñado al milímetro. Tal y como explicaba su hijo Alejandro ayer en ‘Espejo público’, el deseo de la sevillana era recorrer las calles de su ciudad por última vez sobre un coche de caballos para despedirse así de las ubicaciones hispalenses, que habían llenado de simbolismo su historia de orígenes humildes.
Por ello, a las 10:45 horas de esta misma mañana, el féretro, envuelto en un mantón de Manila con auténticas plumas de pavo real, cargado por su primogénito y escoltado por la Policía Local, partía del ayuntamiento de la capital andaluza, donde se encontraba desde ayer con motivo de la celebración de una capilla ardiente que ha reunido a más de 30.000 personas, entre las que destacaba la presencia de múltiples rostros conocidos. Eugenia Martínez de Irujo, Fran Rivera, Toñi Moreno o India Martínez quisieron arropar a la familia de la creadora de ‘Se acabó’.
Las visitas no han dejado de sucederse hasta minutos antes del inicio del recorrido. Precisamente, María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, asistía en representación del Gobierno, siguiendo así el mensaje que Pedro Sánchez le dedicaba en su cuenta oficial de Twitter. "La obra de María Jiménez es parte de nuestra historia colectiva. Pionera en alzar la voz por la libertad, la igualdad y contra el maltrato hacia la mujer, su 'Se acabó' fue aliento y ejemplo frente al machismo", escribía.
Entre una lluvia de flores, gritos de "guapa" y siguiendo el itinerario establecido y publicado, la calesa con los restos mortales de la artista transitará por la plaza de San Francisco siguiendo por la calle Hernando Colón, Alemanes, García de Vinuesa, Arfe y Antonia Díaz, hasta derivar al paseo de Cristóbal Colón, que culminará en el puente de Triana, finalizando por la calle Altozano, Pureza y Santa Ana, lugar del funeral, acontecido a las 11:30 horas en la Real Parroquia de Santa Ana. Allí ha sido recibida entre "olés" y palmeos flamencos, protagonizando así una entrada absolutamente icónica.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y el presidente de la Comunidad, Juanma Moreno Bonilla, serán los encargados de realizar la representación institucional ante los ojos de una familia emocionada, que despedía a su matriarca en su barrio de toda la vida con una banda sonora puesta por su propia voz y canciones. Posteriormente, tras el fin de la misa de una hora de duración, el féretro será trasladado en el coche de caballos hasta el cementerio de San Fernando de Sevilla, donde será enterrada en el mausoleo familiar, junto a su madre y su hija Rocío, fallecida a los 17 años.
Tras un verano idílico en Chiclana rodeada de los suyos, María Jiménez nos decía adiós el pasado 7 de septiembre. Según relató Alejandro Jiménez, a pesar de su delicada salud, se había ido manteniendo “casi milagrosamente”. Sin embargo, en los últimos días acudió al Hospital Infanta Luisa de Sevilla para realizarse unas pruebas médicas y acabó siendo ingresada. Feliz y sin sufrir fue apagándose poco a poco.
La artista falleció en una de sus épocas más laureadas. En 2022 fue galardonada con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por el Ministerio de Cultura, y también recibió la Medalla de la Ciudad de Sevilla, la Insignia de Oro de Chiclana o el Premio Andalucía Excelente, honrando así cincuenta años de carrera musical y dieciocho álbumes. María Jiménez, un mito; María Jiménez, eterna.
María Jiménez ha vivido su adiós según lo estipulado. Tras una vida marcada por extravagantes anécdotas y deseos, la cantante no podía irse de otra manera y dejaba su funeral diseñado al milímetro. Tal y como explicaba su hijo Alejandro ayer en ‘Espejo público’, el deseo de la sevillana era recorrer las calles de su ciudad por última vez sobre un coche de caballos para despedirse así de las ubicaciones hispalenses, que habían llenado de simbolismo su historia de orígenes humildes.