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Las más extravagantes anécdotas y deseos de María Jiménez que marcaron su personalidad
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De su propia boca

Las más extravagantes anécdotas y deseos de María Jiménez que marcaron su personalidad

La artista pidió que, a su muerte, su féretro fuera paseado en coche de caballos por las calles de Triana, en Sevilla. La familia ya lo está organizando con el Ayuntamiento

Foto: María Jiménez y su hijo, en una imagen de sus redes sociales. (Instagram/@mariajimenezoficial)
María Jiménez y su hijo, en una imagen de sus redes sociales. (Instagram/@mariajimenezoficial)
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María Jiménez fue siempre una mujer rompedora, adelantada a su tiempo, sin pelos en la lengua y que se ponía el mundo por montera. Recopilamos algunas de sus anécdotas más entrañables en el día de su triste fallecimiento, cuando María Jiménez ‘se acabó’.

En su paso por diferentes programas de televisión, como ‘Mi casa es la tuya’, ‘Lazos de sangre’ o ‘El hormiguero’, la artista repasó algunos de los momentos más importantes (y dolorosos) de su vida, pero también confesó algunas anécdotas que, hasta entonces, no habían salido a la luz. Estas son algunas de las más impactantes, entre las que destacan varias con un toque místico. Empezamos con una que ella misma publicó en su cuenta de Instagram, con su 'gatito'.

Lola Flores le desveló que estaba embarazada de su hija (cuando ella aún no lo sabía)

“Una de las veces que Lola Flores vino a verme cantar a Sevilla, cuando me vio me dijo: ‘Tú estás preñada’. Yo no lo sabía, tenía muchos desarreglos”, explicaba María Jiménez. “Después ya fui al médico, y me dio positivo, estaba de tres meses, como me dijo Lola”.

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María Jiménez es un milagro de la Virgen de Fátima

Explicó también que su madre, que no era creyente, fue a ver a la Virgen de Fátima cuando la llevaron a Sevilla en el año 1949, y le pidió que si tenía tanto poder, la ayudara a quedarse embarazada. Esa misma noche tuvieron que ingresarla por un dolor muy fuerte, “y era el apéndice, que lo tenía clavado en un ovario. Le quitaron el apéndice y se quedó preñada de María Jiménez. ¿Es un milagro o no es un milagro?”.

Las lágrimas de la Virgen del Rocío

La cantante contó que un día, cuando estaba rezando, vio llorar a la Virgen del Rocío. “Quizá fue una ilusión óptica que la vi llorar y era por el calor que hacía en la capilla de la ermita que le hizo caer unos goterones de sudor por la mejilla”, añadía, buscando una explicación lógica. Pero la experiencia no acabó ahí. Según relataba María Jiménez, en aquel momento la Virgen miraba hacia abajo en lugar de al frente, y le pareció, además, que sonreía. “Pensé que estaba ante una visión que respondía a mis rezos y se acordaba de aquello que yo perdí”, refiriéndose a su hija Rocío.

Se le paró el coche en el mismo kilómetro de la carretera en el que murió su hija

En ‘Deluxe’, tras relatar entre lágrimas el episodio más duro de su vida, la muerte de su hija, explicó que a los siete años de su muerte, ella iba conduciendo hacia Granada, “y resulta que se me para el coche de golpe en el kilómetro que mi hija se había matado”. El kilómetro 125, en Madridejos. Añadió que el guardia civil que se desplazó hasta el lugar le dijo: “Señora, yo no sé qué pasa en este kilómetro, a otros familiares suyos también se le ha parado el coche aquí”.

La lección que le dio el Dalái Lama

La artista contó que el Dalái Lama le dio una lección para toda la vida. “Me llevó Pepe a la India con un periodista (que yo no sabía que iba a sacar dinero él) para una cosa de una ONG, y fuimos a ver al Dalái Lama. Como yo no hablaba inglés, le dijo a Pepe que me preguntara que si yo le miraba a la cara qué le veía, y yo dije: 'Tienes la cara muy gordita y te pareces mucho a Juanito Valderrama'. Mira, mi marido se mordió la lengua y el Dalái Lama no me entendió nada, pero me dijo: ‘Ese es vuestro problema, que opináis a la primera. Yo la miro a usted a la cara y le veo la punta de la nariz”. Me dio una lección que dije: '¡Anda que no!”.

El paseo con el Rey emérito

“Un día, en una recepción, el rey Juan Carlos me cogió del brazo y se puso a darme un paseo por los jardines del Moro. ¡Ay, qué corte! Yo no sabía dónde meterme. Me dijo que era un gran admirador mío, yo le mandaba todos los discos a través del príncipe de Baviera, que me los pedía para él. ¡Qué vergüenza! ¿Tú sabes lo que es que te coja el Rey, con doscientos invitados, y te elija a ti para darte un paseo de su brazo?”, explicaba.

placeholder María Jiménez, en 2004 en Sevilla. (Cordon Press)
María Jiménez, en 2004 en Sevilla. (Cordon Press)

Los 'veinticinco francos'

Otra de las divertidas anécdotas de su vida que compartió María Jiménez tuvo lugar en un viaje a Mónaco en 1978 para un festival de televisión. “Nos fuimos a una heladería que había al lado del casino a comernos unos helados, yo pedí uno de tres bolas. Y le dije al camarero: ‘Garçon, ¿qué le debo?’. Y me respondió que 25 francos. Y saco cinco duros del año 77 y le digo: 'Tome usted'. Me dijo: ‘No, esto no es un franco’, y le respondí: '¿Y este quién es, Manolo Caracol, hijo? El hombre, que era español, se meó de risa y me cobró con esa moneda”.

Su reproche a Pablo Motos

En 2020, a su paso por ‘El hormiguero’, a la artista se le ocurrió echarle en cara a Pablo Motos que no había cobrado nada por la entrevista. “Llevamos quince años sin pagarle a nadie”, le respondía el presentador. Su respuesta no pudo ser más clara: le dijo que ya era hora de que lo hiciera. “Tendrás dinerito acumulado”, le espetó.

María Jiménez fue siempre una mujer rompedora, adelantada a su tiempo, sin pelos en la lengua y que se ponía el mundo por montera. Recopilamos algunas de sus anécdotas más entrañables en el día de su triste fallecimiento, cuando María Jiménez ‘se acabó’.

María Jiménez Gallego
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