El lenguaje corporal de Daniel Sancho en su encuentro con la policía por el asesinato de Edwin Arrieta
El joven se muestra prácticamente todo el tiempo tranquilo y confiado, excepto en dos momentos en que su nerviosismo es evidente
Los nuevos detalles sobre el caso de Daniel Sancho, asesino confeso de Edwin Arrieta, continúan. Así, tras conocer el regalo que Rodolfo Sancho le entregó a su hijo antes de volver a España y ser testigos de las primeras palabras del actor en su regreso, hay más novedades sobre esta investigación.
Así, se han revelado nuevas imágenes exclusivas de la primera vez que Daniel Sancho visitó la escena del crimen (que según sus palabras cometió) junto a la policía de Tailandia. Una primera reconstrucción a la que han tenido acceso en primicia desde 'Vamos a ver', el nuevo programa de Patricia Pardo, recién llegada de su fiesta sorpresa. El espacio de Telecinco desvelaba estas nuevas imágenes de la visita a la escena del crimen en las que se puede ver cómo el hijo de Rodolfo Sancho recorre, en compañía de los agentes, la villa en la que se alojó con Edwin Arrieta.
En las imágenes de 'Vamos a ver' aparece el presunto asesino mostrándose amable y colaborador. Responde a todas las preguntas de la policía, explica cómo ocurrieron los hechos y hasta cómo metió las partes de la víctima descuartizada en bolsas negras de basura. También, como se puede ver en el vídeo emitido por Telecinco, el hijo de Sancho y Bronchalo pidió a los agentes lavarse los dientes y ducharse, algo que le concedieron, y que resulta, cuando menos, sorprendente teniendo en cuenta que estaban en el lugar del crimen, que estaba lleno de pruebas.
Analizamos el lenguaje corporal de Daniel Sancho en esta visita al lugar en el que murió Edwin Arrieta, pocas horas después del crimen, en compañía de varios agentes de la policía tailandesa, esposado y vestido con camiseta y bañador.
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Durante prácticamente todo el vídeo se ve a Daniel Sancho tranquilo y firme, amable y participativo. Se mueve con confianza por todas las estancias de la villa: primero entra en el baño, sacando una camiseta, después se dirige al salón y, por último, vuelve a la habitación. Su lenguaje corporal y su actitud evidencian que conoce el lugar, que está familiarizado con él y que se siente cómodo.
Llama la atención la manera en que apoya la rodilla sobre la cama, y también cómo aparta una bolsa de plástico para que uno de los agentes pueda contar cómodamente un fajo de billetes (el dinero que dejó en la habitación y que, según se ve en el vídeo, reconoce que es suyo, no de Edwin Arrieta), ambos gestos con total naturalidad y despreocupación. No muestra ningún signo de inquietud, ni parece nervioso, triste o alterado.
En un momento dado se puede apreciar, al alejarse de la cama, que Daniel Sancho se pone nervioso, lo que se aprecia en la manera en que retuerce las manos, como si las esposas le incomodaran o quisiera aflojarlas. Los agentes perciben la inquietud de Sancho y le observan en silencio en el momento en que pide que le dejen lavarse los dientes, petición a la que acceden.
La gestualidad de Daniel Sancho
Recobrada la calma, Sancho continúa hablando con los agentes mientras dobla cuidadosamente una toalla y aparece en el vídeo ya sin camiseta, listo para ducharse, pese a que toda la villa, especialmente el baño, donde presuntamente descuartizó a su víctima, estén llenos de pruebas.
Solo se le ve dubitativo en un momento y muestra signos de desconcierto, tanto a nivel de su expresión facial como en la forma de moverse y reaccionar, cuando los agentes le piden que les entregue la camiseta que llevaba cuando fue a comprar los objetos que utilizaría para intentar encubrir el crimen. Él les muestra una prenda, pero ellos le dicen que no es esa, y en ese momento vuelve a ponerse nervioso. Los agentes le muestran en un móvil el vídeo en el que aparece en la grabación de la cámara de seguridad, que él mira atentamente fijándose en la camiseta que lleva.
Los nuevos detalles sobre el caso de Daniel Sancho, asesino confeso de Edwin Arrieta, continúan. Así, tras conocer el regalo que Rodolfo Sancho le entregó a su hijo antes de volver a España y ser testigos de las primeras palabras del actor en su regreso, hay más novedades sobre esta investigación.