Arte y lujo: la curiosa escapada de Elena Cué durante el puente de la Hispanidad

Elena Cué es indiscutiblemente una de las mujeres más elegantes de la jet patria. Siempre ha destacado por tener una elegancia natural y un estilo sobrio. Así lo ha demostrado en las últimas bodas celebradas en el mes de septiembre, donde acompañada de su marido, Alberto Cortina, fue una de las invitadas que más llamaron la atención.

Vive alejada del foco mediático. Hizo una excepción para acudir a la boda de Ignacio del Pino con Pilar Montes Yebra el 23 de septiembre en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). Con un vestido en color malva sin mangas y de falda midi con cinturón a tono, un favorecedor tocado, llamativos pendientes, pulsera y zapatos rosa empolvado, acudía junto a su marido a la boda del hijo del presidente de Ferrovial. Una semana más tarde en Cádiz volvía a demostrar por qué está considerada una de las mujeres más estilosas de España, con un vestido negro de estampado vegetal y cuello halter en la boda del hijo de Borja Prado.

Pero más allá de su belleza, la mujer de Alberto Cortina es una apasionada de la filosofía y el arte. A Elena también le encanta el campo y viajar; siempre que puede se escapa a la finca que Alberto Cortina tiene en la localidad de Navas de Estena (Ciudad Real), Las Navas. El lugar donde se conocieron en 1997 y donde contrajeron matrimonio en junio del año 2000. De este modo, Elena Cué se convertía en la tercera mujer del empresario, que ya había estado casado previamente con Alicia Koplowitz y con Marta Chávarri. Juntos son padres de una niña que aún no ha alcanzado la mayoría de edad.

De viaje a Reino Unido

Tal y como ha podido saber Vanitatis, este puente de la Hispanidad, la mujer de Alberto Cortina ha realizado una escapada a Reino Unido. Pero el destino no ha sido un lugar al uso como un museo o una gran ciudad, sino una casa en medio del campo en Chichester (West Sussex).

Concretamente, la socialité ha visitado Goodwood House, propiedad de los duques de Richmond y gestionada por su hijo Charles Gordon-Lennox, quien ostenta el título de lord. Tras estudiar en Eton, uno de los mejores internados ingleses, donde estudiaron el príncipe Guillermo o su hermano Harry, el ahora gestor trabajó como fotógrafo. Llegó a trabajar para Stanley Kubrick, pero cuando cumplió los cuarenta años le tocó gestionar la propiedad familiar. Su padre también comenzó a gestionarla con esa edad y se ha convertido en una especie de tradición familiar, pues él ha declarado estar dispuesto a hacer lo propio con su primogénito cuando llegue el momento.

Goodwood House cuenta con una valiosa colección de arte entre sus paredes, según los expertos. De ahí que Elena Cué se decantara por este destino, que además ocupa un total de 4.900 hectáreas de campo y bosque. A la valiosa colección de arte hay que añadir que dispone de un acogedor hotel, spa, varios restaurantes, un hipódromo, dos campos de golf, un campo de críquet, aeródromo, circuito automovilístico y una granja orgánica. Cuenta en la actualidad con cerca de seiscientos empleados y lo visitan más de 800.000 personas al año.

La familia tenía claro que debían rentabilizar la finca si no querían que algún día se cayera a pedazos a su alrededor, pues estas propiedades son costosas de mantener. Actualmente, los Richmond han logrado generar un volumen de negocio que supera las 60 millones de libras por año. La visita cuesta algo menos de 15 euros por persona y si incluye el clásico té sube hasta los 33,50 euros. Entre las personalidades más ilustres que han visitado la finca está la Reina Madre, quien era muy amiga de los padres del actual duque; su hija la reina Isabel II o Eduardo VIII, quien no se perdía las carreras de caballos de su hipódromo.

Aunque a Elena Cué también le apasiona el campo, seguramente con lo que más habrá disfrutado de Goodwood House habrá sido su colección de arte. Unas obras que comenzaron a recopilarse a finales del siglo XVII y XVIII y que habían adornado la casa de la familia en Londres hasta que un incendio terminó con ella en 1791. Además de una importante colección de pinturas, también poseen valiosos tapices y porcelanas antiguas.

Goodwood House fue construida en el año 1600 y comprada por Charles Lennox, quien fuera primer duque de Richmond 72 años más tarde. Él era el hijo ilegítimo del rey Carlos II de Inglaterra con su amante Louise de Kérouaille. Más tarde se fueron agregando el ala sur y después la norte. Después, con el tercer duque de Richmond se construyeron las perreras, que actualmente se han convertido en club de golf; también él fue quien construyó el hipódromo, donde se celebra la carrera de caballos favorita de la aristocracia inglesa cada mes de junio.

En su circuito automovilístico se celebran dos festivales al año de los más importantes de Europa: Festival of Speed y Goodwood Revival. En ellos han participado pilotos de la categoría de Fernando Alonso o Lewis Hamilton, y acuden como espectadores estrellas de Hollywood como Tom Cruise o el guitarrista y cantante Eric Clapton.