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Tom Cruise a los 60: rarezas, 'castings de novias', homoerotismo y otros tips de la última star
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CUMPLE 60 AÑOS

Tom Cruise a los 60: rarezas, 'castings de novias', homoerotismo y otros tips de la última star

El actor es un icono rodeado de polémicas y con una filmografía curiosa. Cienciología, insinuaciones sobre su sexualidad y parejas... ¿Conocemos realmente a Tom Cruise?

Foto: El actor en la première londinense de 'Top Gun: Maverick'.(EFE)
El actor en la première londinense de 'Top Gun: Maverick'.(EFE)

Las estrellas son cosa de un ayer reciente. Y no lo decimos nosotros. Las estadísticas (y el sabio sentir popular) lo corroboran. Este mes, nadie ha ido a ver la última entrega de ‘Jurassic World’ para ver a Chris Pratt, por ejemplo. Matizamos, eso sí, que quizá los que fueron en masa a verla lo hiciesen para ser testigos del esperado regreso de Sam Neil, Laura Dern y Jeff Goldblum a la franquicia. Pero hay más ejemplos que confirman nuestra teoría: a la mayoría de espectadores les da igual quiénes aparezcan en las películas del Universo Marvel. Lo que quieren es disfrutar con sus superhéroes favoritos.

Hoy por hoy, ya solo vamos al cine a ver a Brad Pitt, a Leonardo DiCaprio, a Tom Hanks o a Julia Roberts. Igual que nuestros abuelos o bisabuelos se metían en la sala para ver ‘una de Greta Garbo', ‘una de Clark Gable’ o 'una de Spencer Tracy'. Uno de los poquísimos que conserva ese poder de convocatoria, el de la megaestrella por antonomasia, es Tom Cruise, que hoy cumpe 60 años y ha obtenido un gran éxito con la eternamente aplazada ‘Top Gun: Maverick’, secuela de uno de sus grandes éxitos de los 80. Tom representa en sí mismo una duda existencial para los analistas de la cultura pop: si parte del cine como tradición y liturgia ha muerto con la pandemia, ¿se ha terminado también el concepto de estrella?

Si eso ha ocurrido, como parece, está claro que Tom Cruise es una de las últimas. Solo hace falta remontarse a los inicios de su ya larga carrera para saberlo. Como si se tratase de una Joan Crawford, a principios de los años 80 su imagen fue cuidadosamente planeada por la productora y representante Paula Wagner, la responsable de la construcción ese icono que es Tom. Contaba el periodista Juan Sanguino, durante su participación en un podcast con una genialidad de título, ‘Tom Cruising’, que desde el germen de su carrera hasta hasta ‘Entrevista con el vampiro’ (Neil Jordan, 1994), Tom hizo la misma película una y otra vez. Es bastante cierto. ‘De ‘Risky Business’ a ‘Cócktail’, el esquema era bastante similar: interpretaba al jovencito norteamericano guapo, saludable y arrogante que acaba siendo redimido por el amor de una mujer más mayor y con la ayuda de un hombre maduro que hace las veces de padre postizo. Un molde ochentero que calca el proceder de las viejas estrellas de Hollywood, a las que los jefazos de los estudios les diseñaban una imagen tipo que llevaban hasta sus últimas consecuencias. Incluso a sus vidas privadas.

placeholder Tom Cruise y el príncipe Guillermo, en la première de 'Top Gun: Maverick'.(Reuters)
Tom Cruise y el príncipe Guillermo, en la première de 'Top Gun: Maverick'.(Reuters)

Vida de cine

La infancia de Tom también parece de película. Hijo de unos padres que se divorciaron cuando él tenía 12 años, su progenitor era, según sus propias palabras, “un matón y un cobarde” con el que no se habló hasta que este estaba ya en su lecho de muerte. "Estaba en el hospital muriendo de cáncer y solo me permitió verle con la condición de que no le preguntase nada del pasado. Cuando lo vi sufriendo pensé: 'Vaya vida solitaria'. Tenía cuarenta y tantos años. Fue triste”, contaba él. Quizá por ese trauma fundacional, parte de sus parejas eran mujeres protectoras que se adaptaban a su fama y que parecían suplantar ese núcleo familiar que le había faltado siendo un niño.

Con mujeres o sin ellas, casi desde el principio de su carrera, cuando despuntó como uno de los ‘Rebeldes’ de Coppola a principios de los 80, hubo rumores sobre su ambigua sexualidad. Alguien que compartió rodaje con él en una de sus primeras películas dijo que, al descubrir que un técnico de sonido era gay, no dudó en señalarlo con una actitud que hoy podría resultar homófoba. Estaba, dicen, excesivamente empeñado en hacerle ver a todos que él no tenía nada que ver con esa orientación sexual. “Tened cuidado cuando os ponga el micrófono”, Juan Saguino dixit sobre la frase que soltó el gran Tom a sus compañeros de rodaje. Toda una ironía teniendo en cuenta que películas como ‘Top Gun’ (Tony Scott, 1986) eran toda una oda al homoerotismo, con torsos desnudos y sudorosos y una camaradería masculina que daría para la introducción de varias películas porno.

placeholder Tom Cruise y Kelly McGuillis en 'Top Gun'.(Paramount)
Tom Cruise y Kelly McGuillis en 'Top Gun'.(Paramount)

En aquellos años mozos no faltaron romances con ‘partenaires’ como Rebecca DeMornay (su compañera de reparto en ‘Risky Business’) y hasta con la mismísima Cher. Esto último daría para una película propia. Su primer matrimonio, con la actriz Mimi Rogers en el año 87, se produjo cuando ya era toda una estrella que acababa de protagonizar ‘El color del dinero’ junto a Paul Newman. Ella fue la que lo introdujo en la Cienciología, creencia que ha tenido en él la mejor (o la peor, según se mire) publicidad a lo largo y ancho del planeta.

Cuando Rogers y él se separaron tres años más tarde, a ella se le fue la lengua en algunas entrevistas. Fue, en parte, una de las responsables de esa leyenda negra que decía que, aparte de planificar sus personajes, Tom también hacía ‘castings de novias’. No es ningún secreto que en Hollywood siempre hubo listas de actores y actrices que estaban disponibles para hacer algún montaje publicitario mediante un romance de cara a la galería. ¿Formó parte Mimi Rogers del planning amoroso de Tom Cruise? “Quería ser un monje, nuestro matrimonio no encajaba en sus necesidades espirituales, pensó que debía ser célibe para preservar la pureza de su instrumento…”, fue una de las perlas que soltó ella.

Nicole Kidman y unos tacones

Tras perseguir la imagen de actor serio encarnando a un herido de guerra en ‘Nacido el 4 de julio’, Cruise rodó ‘Días de trueno’ con una entonces prometedora actriz australiana llamada Nicole Kidman. Pocos meses después, en la Nochebuena de 1990, se casaron en una ceremonia íntima. Desde ese año hasta que se separaron, Nicole y Tom adoptaron niños y protagonizaron otras dos películas, ‘Un horizonte muy lejano’ (Ron Howard, 1992) y ‘Eyes Wide Shut’, ese rodaje larguísimo e infernal que fue la última película de Stanley Kubrick. También dieron pie a todo tipo de rumores: que si él era impotente, que si siempre se ponía alzas para disimular que era mucho más bajito que ella. Con respecto a esto último, se dice que Nicole Kidman exclamó, una vez se divorció de él en 2001 (el año de su despegue como estrella propia, con ‘Moulin Rouge’ o ‘Los otros’) que “por fin” podría usar tacones.

placeholder Nicole Kidman, junto a Tom Cruise en 1999. (Gtres)
Nicole Kidman, junto a Tom Cruise en 1999. (Gtres)

A principios de los 2000, Tom entró peligrosamente en la década de los 40. Como institución que siempre fue, las historias sobre su comportamiento de estrella ya eran abundantes pero entonces se multiplicaron. Las de sus rodajes, por ejemplo, siguen siendo legendarias: enfados (e incluso despidos) de gente que ha osado mirarle a los ojos, selección personal del primer al último miembro del equipo artístico y control máximo de cada uno de los planos en los que aparece. Los periodistas cinematográficos aseguran que cada junket con él conlleva una serie de exigencias sobre lo que se le puede preguntar y lo que no. Eso sí, Tom nunca falta a la première de ninguna de sus películas ni falla haciendo lo que sea en la campaña promocional. Vamos, que si tiene que darle la mano a doscientas personas o firmar doscientos autógrafos, es el primero y el más dispuesto en hacerlo. Nadie pone en duda que es un profesional de lo suyo en toda regla.

A principios de siglo fue sonado su romance (que pocos se creyeron) con Penélope Cruz a raíz del rodaje de ‘Vanilla Sky’, ese ‘remake’ hollywoodiense de ‘Abre los ojos’ que siempre se recuerda por razones extracinematográficas. Dos años después, comenzó su publicitada relación con Katie Holmes, con la que se casó en 2006. Esta también es la fecha en la que Tom parece convertirse en una parodia de sí mismo, empezando por aquellos saltos de entusiasmo en el sofá del programa de Oprah Winfrey que nadie entendió.

La clave parecía estar en su cambio de representante poco tiempo antes. A Cruise no le gustó nada que Pat Kingsley, su agente durante dos décadas, le reprochase las contínuas menciones a la Cienciología mientras promocionaba 'El Último Samurai' en 2003. La despidió y, una vez sin ella, el actor caminó libre hacia el abismo: sus críticas públicas a la psicología centradas en Brooke Shields o su broma sobre cómo degustaría la placenta de su futuro bebé con Holmes desembocaron en aquel 'momento sofá' que fue meme antes de que la propia palabra existiese como tal. Un suicidio de imagen que contrasta con el cuidado que se había puesto en la edificación del 'chico estrella'.

placeholder Tom Cruise y Penélope Cruz, en la première de 'La mandolina del Capitán Corelli'. (CP)
Tom Cruise y Penélope Cruz, en la première de 'La mandolina del Capitán Corelli'. (CP)

Katie y él fueron padres de Suri Cruise en abril de 2006, pero ni siquiera la pequeña pudo sostener un amor que se acabó 2012. Desde entonces, no se le ha conocido al actor relación alguna: ni publicitaria ni ninguna otra. Eso sí, los medios se han seguido divirtiendo publicando historias sobre sus rarezas e incluso han llegado a fantasear o a especular con un hipotético (y antiquísimo) romance con John Travolta. Menuda fantasía, como dirían los más modernos.

Muchos piensan (y lo verbalizan o lo han publicado con motivo del estreno de ‘Top Gun: Maverick’) que, en los últimos años, Tom Cruise siempre interpreta a Tom Cruise. También hay docenas de artículos dedicados a su pelo o a cómo se ha operado para conservar la eterna juventud a sus casi 60 años. Son los mismos escritos que ya pierden la cuenta de los ‘Jack Reacher’ o las ‘Misiones Imposibles’ que ha protagonizado, convertido en un héroe de acción que casi siempre sale triunfante y pocas veces muere en sus películas. No es que no existan riesgos en su filmografía (‘Collateral’, ‘Magnolia’ o el testamento fílmico de Kubrick son extraordinarias películas que se salen de lo convencional), pero abundan más los blockbusters (algunos también muy buenos, que conste) en los que él es el prota absoluto. un héroe que sobrevive a todo, regla que se rompía (SPOILER ALERT) en ‘Vanilla Sky’, ‘Valkiria’ o la propia ‘Collateral’. Para confirmar esta teoría hay que decir que los ‘cruisers’ no olvidan esa resurrección absurda al final de ‘Un horizonte muy lejano’ o lo forzados que están los desenlaces de algunos de sus personajes.

placeholder Tom Cruise, en 'Nacido el 4 de julio'. (CP)
Tom Cruise, en 'Nacido el 4 de julio'. (CP)

Lo cierto es que Tom Cruise sigue dando que hablar más de 40 años después de su debut en el cine. También que es uno de los últimos actores vivos que son una marca en sí mismos. En tiempos de influencers y de una clara democratización de la fama, ¿cuántos intérpretes pueden decir lo mismo?

Las estrellas son cosa de un ayer reciente. Y no lo decimos nosotros. Las estadísticas (y el sabio sentir popular) lo corroboran. Este mes, nadie ha ido a ver la última entrega de ‘Jurassic World’ para ver a Chris Pratt, por ejemplo. Matizamos, eso sí, que quizá los que fueron en masa a verla lo hiciesen para ser testigos del esperado regreso de Sam Neil, Laura Dern y Jeff Goldblum a la franquicia. Pero hay más ejemplos que confirman nuestra teoría: a la mayoría de espectadores les da igual quiénes aparezcan en las películas del Universo Marvel. Lo que quieren es disfrutar con sus superhéroes favoritos.

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