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La rocambolesca historia del anillo de compromiso de María Porto, motivo de demanda
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TRIBUNALES

La rocambolesca historia del anillo de compromiso de María Porto, motivo de demanda

La galerista tuvo una relación con un arquitecto durante dos años que ha terminado en un proceso judicial

Foto: María Porto y Álvarez Cascos, cuando estaban casados. (EFE/J.L.Cereijido)
María Porto y Álvarez Cascos, cuando estaban casados. (EFE/J.L.Cereijido)

María Porto, exmujer de Francisco Álvarez Cascos, vivió una historia rocambolesca relacionada con un anillo de compromiso y un novio arquitecto que tuvo después de su divorcio. La historia comienza con la entrega del anillo en septiembre de 2020 en un restaurante, cuyos empleados tuvieron que acudir a un juicio como testigos del demandante. El futuro marido dejó de serlo y tras la ruptura exigió la devolución de la sortija que valoraba en cuarenta y cinco mil euros. Esta cifra es la que figura en la demanda que interpuso el que había sido pareja de la galerista.

La relación comenzó el 23 de marzo de 2019 y finalizó en noviembre de 2021. A partir de ese momento, el arquitecto solicita a Porto que le devuelva la joya que habría sellado su proyecto de vida en común. Ella considera que es un regalo y, por lo tanto, responde que no hay devolución a las peticiones reiteradas. Aduce, según la sentencia a la que ha tenido acceso Vanitatis, que “manifestó con toda claridad al actor que nunca se volvería a casar, por lo que ninguna expectativa matrimonial podría generarse y, por consiguiente, ninguno de los regalos que hubo durante la relación sentimental pudo basarse en una promesa de matrimonio”. Él explica en la demanda que, por su parte, sí devolvió el reloj de oro que era la contrapartida a la petición matrimonial.

Pide la vuelta de la alhaja o, en su defecto, el valor que había tasado en la cantidad antes descrita. A partir de ese momento en el que no hay vuelta atrás, decide interponer una demanda por “incumplimiento de obligaciones” en un procedimiento ordinario fechado en el 2020.

Hubo juicio y, hace unos días, los protagonistas recibieron la sentencia en la que figuraba que se desestimaba la demanda sin imposición de costas. Puestos al habla con Porto, ha preferido no hacer declaraciones más allá de confirmar la información absolutoria.

La acusación basaba sus reivindicaciones en varios puntos. En primer lugar, quería que se declarase revocada “la donación efectuada por [aquí el nombre del exnovio] del solitario de compromiso adquirido el día 10 de septiembre de 2020 por un valor de 45.000 euros y certificado por [nombre de la profesional] en fecha 10 de septiembre de 2020". El segundo punto pedía que se condenara a la demandada "a entregar el anillo al demandante”. En su defecto solicitaba que, en el caso de que Porto no estuviera en posesión de la sortija, pagara la cifra especificada más intereses legales. Y, para finalizar, que la justicia la condenara también a costas. Nada de estas exigencias fueron admitidas por el juez.

placeholder Porto, saludando a la reina Letizia en su proclamación. (EFE)
Porto, saludando a la reina Letizia en su proclamación. (EFE)

En la sentencia se explica cómo sucedieron los hechos, que en aquel momento eran románticos.

El fin de semana del 10 de noviembre de 2020, tras más de un año de relación, la pareja decide pasar un fin de semana en el parador de Arcos de la Frontera (Cádiz), que es el lugar donde suceden los hechos que aparecen en la demanda. En el juicio se solicita la presencia de varios testigos. Amistades de ambos y empleados del establecimiento. Una de las trabajadoras asegura en su declaración: “Manifestó que sí recuerda que un señor bajó cuando cerraban el comedor y pidió retrasar el bufet por un motivo especial, pero no recuerda si mencionó que iba a pedir matrimonio, y que no presenció nada pues se retiró”.

El siguiente testigo lo corrobora: “El segundo de ellos ha manifestado que llegó a sus oídos que un caballero había puesto un anillo en una taza para que lo viera la señora que lo acompañaba. No lo presenció”.

En la resolución, el juez da los siguientes razonamientos: “De lo expuesto se infiere que incumbiendo al actor la existencia de la obligación (artículo 217 de la Lecv), ésta no ha sido probada (...). Y es que ha depuesto como testigo la persona que vendió el anillo al demandante, operación respecto de la cual no se ha probado facturas de autos, pese a que según la testigo fue emitida; omisión probatoria que no debe caer en saco roto al hilo de que la testigo ha declarado que se facturó a nombre de una sociedad y no del demandante, de lo que racionalmente se colige que éste no acredita ser titular del objeto donado. Por ello se desestima la demanda, poniendo de manifiesto los razonamientos que se hacen en esta sentencia que es innecesario practicar prueba alguna para establecer el valor del anillo”.

Finaliza el juez absolviendo a María Porto y pronunciando la posibilidad de recurso de apelación.

María Porto, exmujer de Francisco Álvarez Cascos, vivió una historia rocambolesca relacionada con un anillo de compromiso y un novio arquitecto que tuvo después de su divorcio. La historia comienza con la entrega del anillo en septiembre de 2020 en un restaurante, cuyos empleados tuvieron que acudir a un juicio como testigos del demandante. El futuro marido dejó de serlo y tras la ruptura exigió la devolución de la sortija que valoraba en cuarenta y cinco mil euros. Esta cifra es la que figura en la demanda que interpuso el que había sido pareja de la galerista.

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