Malena Alterio, ganadora del premio Goya a mejor actriz protagonista: exilio en su infancia y una relación de 15 años
La hija del gran Héctor Alterio se ha labrado su propio camino y Belén, su personaje en 'Aquí no hay quien viva', tiene mucha culpa. Conozcamos más cosas de su vida personal
Malena Alterio es un torbellino. Ella misma ha confesado en más de una entrevista que, pese a su aparente calma, "por dentro" también tiene sus nervios. La actriz lleva a gala haber convertido a un personaje, la Belén de 'Aquí no hay quien viva', en un auténtico referente televisivo, aunque también ha sabido prodigarse en el cine con películas como 'Perdiendo el norte', 'Hasta que la boda nos separe' y ahora 'Que nadie duerma', por la que ha ganado el premio Goya a mejor actriz protagonista. Es una de esas intérpretes que siempre caen en gracia al público, hagan lo que hagan. Su vida personal también parece apacible.
Unida sentimentalmente hasta hace unos años al también actor Luis Bermejo (por si no le ponen cara, recuerden al padre de 'Magical Girl'), ambos coincidieron profesionalmente en 'Una palabra tuya', de la ministra Ángeles González-Sinde. Esa fue la película con la que él obtuvo una nominación al Goya y la que provocó que trabajasen juntos por primera vez. "Nos apoyamos, hay admiración y respeto, y las risas nunca faltan, porque para mí son algo fundamental".
Bermejo tiene en su haber vital una anécdota de lo más curiosa: en su momento, fue contratado por Ana Mato y su marido para hacer de clown en las fiestas de cumpleaños de sus hijos. Lo hizo a través de su empresa, El Zurdo, y facturó a través de Special Events, la empresa de Francisco Correa con la que se habría financiado el PP de forma irregular. Eso fue lo que acabó convirtiendo al actor en un eslabón involuntario de la trama Gürtel (llegó a declarar en el juicio), algo que seguro divierte (y mucho) a la propia Malena, que siempre ha gozado de un enorme sentido del humor.
Sin embargo, la vida de Malena Alterio es mucho más que una relación sentimental con un colega de profesión. Nacida en Buenos Aires en el año 1974, hija del actor Héctor Alterio y hermana de Ernesto, (popular en la prensa por la relación que mantuvo con Juana Acosta) de pequeña se vio forzada a vivir en España con la tierna edad de ocho meses. Sus padres tuvieron que instalarse en Madrid tras las amenazas de muerte que sufrió Héctor por parte de la Triple A, un grupo paramilitar de extrema derecha. Esa fue la razón de que tanto ella como Ernesto se convirtiesen en niños de la capital española, en la que fijaron su residencia.
Pese a tener a un padre que está considerado un ídolo del mundo artístico, fue su tía la que la animó a dedicarse a la interpretación. Se llamaba Norma Bacaicoa, también era exiliada y a lo largo de su vida en Madrid se dedicó a montar diversos talleres de teatro.
Familiares y amigos aseguran que Malena es un encanto, algo notorio cada vez que tiene que conceder alguna entrevista a un medio. Accesible y humilde con respecto a su trabajo, empezó su andadura estudiando en la Escuela de Interpretación de Cristina Rota.
Desde entonces, no ha dejado de encadenar proyectos y, además de convertirse en uno de los rostros más habituales de la pequeña pantalla, ha forjado grandes amistades en el mundo de la interpretación, como la que mantiene con la también actriz Toni Acosta o el cómico Julián López. Con ellos, o en solitario, practica algunas de sus aficiones cuando su agenda se lo permite: viajes, escapadas a la naturaleza o deporte, son solamente algunas de ellas.
A la vista está, con su talento, esfuerzo, trabajo y con el golpe de gracia de 'Aquí no hay quien viva', Malena Alterio se ha consolidado como actriz de éxito en nuestro país y, lo más importante, ha conquistado lo más difícil que puede conquistar un actor: el cariño del público.
Malena Alterio es un torbellino. Ella misma ha confesado en más de una entrevista que, pese a su aparente calma, "por dentro" también tiene sus nervios. La actriz lleva a gala haber convertido a un personaje, la Belén de 'Aquí no hay quien viva', en un auténtico referente televisivo, aunque también ha sabido prodigarse en el cine con películas como 'Perdiendo el norte', 'Hasta que la boda nos separe' y ahora 'Que nadie duerma', por la que ha ganado el premio Goya a mejor actriz protagonista. Es una de esas intérpretes que siempre caen en gracia al público, hagan lo que hagan. Su vida personal también parece apacible.