Los requerimientos que han tenido que cumplir José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo para disfrutar de su luna de miel en Maldivas y Bután

Poco más de 24 horas después de contraer matrimonio en la Iglesia de San Francisco de Borja del Barrio Salamanca, José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo iniciaban su viaje de novios rumbo al continente asiático. Tras pasar su noche de bodas en el exclusivo Rosewood Villa Magna, Vanitatis pillaba a los ya marido y mujer en el aeropuerto Adolfo Suárez Barajas, dispuestos a comenzar por todo lo alto su luna de miel, con estilismos rendidos al twinning incluídos.

En este reportaje fotográfico publicado por nuestro digital, vemos al alcalde de Madrid y su esposa minutos antes de tomar el avión a un destino paradisiaco: las islas Maldivas. Dicho enclave será la primera de sus paradas en esta escapada de un total de diez días. La segunda, tal y como informaron desde ‘Look’, será Timbu, la capital de Bután, donde el plan será un tanto diferente. De la playa, la tranquilidad y la desconexión pasarán al turismo cultural centrado, especialmente, en la visita a templos.

De esta manera, el matrimonio podrá alejarse del ruido mediático generado alrededor del enlace. Alejados ya de la polémica de los looks de sus invitadas, del protagonismo de Juan Carlos I durante su boda o de su viral baile nupcial, Martínez-Almeida y Teresa Urquijo disfrutarán de sus primeros días como marido y mujer a 9.000 kilómetros de la capital. No obstante, antes de ello, al igual que cualquier otro turista, han tenido que cumplir con una serie de requerimientos legales y también recomendaciones; estipuladas oficialmente por el Ministerio de Exteriores.

Maldivas: atención a los desastres naturales y las revueltas políticas

Para poder tomar un vuelo a las islas Maldivas, únicamente se exige un pasaporte que tenga una validez mínima de un mes. Además, se recomienda portar junto a él una fotocopia del mismo ante la posibilidad de robo del original. A este, se añadirá un visado, el cual se puede obtener de forma gratuita a su llegada al país, cuyos requisitos para conseguirlo son tener un billete de salida del país en un plazo máximo de 30 días desde la llegada y la confirmación de reserva de hotel o prueba de fondos para cubrir la estancia (un mínimo de 100$ más 50$ por día).

En el terreno sanitario, el alcalde de Madrid y su esposa no han tenido que tomar ninguna precaución extra, ya que únicamente se exige la vacuna contra la fiebre amarilla a los viajeros procedentes de Sudamérica y África.

Sin embargo, la pareja sí deberá prestar especial atención, según la web del Ministerio de Exteriores, a distintos problemas de seguridad ciudadana y desastres naturales. Entre ellos, destaca el riesgo de tsunami, las inundaciones producidas por los monzones, los ataques de terroristas regionales a resorts turísticos o las manifestaciones violentas, disturbios y arrestos de opositores políticos en la capital, Malé.

Bután: gasto mínimo de 250 dólares por día

Por otro lado, las exigencias requeridas para su visita a Bután son aún más exigentes. Más allá de un pasaporte con una validez mínima de 6 meses, se solicita un visado autorizado con anterioridad, fechada un mes antes del viaje, y un coste de 40 dólares. Además, su consecución implica obligatoriamente un gasto mínimo de entre 200 y 250 dólares por persona al día y una estadía mínima de un total de cinco días.

En búsqueda de más puntos positivos de vista a la consecución de dicho documento oficial, se recomienda a las viajeros estar vacunados de la covid-19, la Hepatitis A y B, tétanos, fiebres tifoideas, difteria y encefalitis japonesa. También se les advierte que, dadas las elevadas altitudes de algunas regiones del país, pueden sufrir de mal de altura. Así, deben permanecer en todo momento bien hidratados.

Por último, en materia de seguridad, a los viajeros se les da aviso de los problemas meteorológicos durante las épocas de monzón o de la localización de la nación dentro de una de las zonas más activas sísmicamente del planeta, además de la posibilidad de robos en los puntos turísticos neurálgicos de la capital.