El vídeo de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo bailando un chotis para abrir el baile de su boda

Por fin ha trascendido la imagen más buscada del interior de la finca: el chotis con el que ya como marido y mujer José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo han abierto el baile de su boda.

Vanitatis ha tenido acceso en primicia al baile completo que la pareja ha ensayado durante las últimas semanas con Magdalena (Mayi), una de las hermanas del alcalde, y Lucas Urquijo, padrino de la boda, con quienes han bailado el baile madrileño por excelencia.

Para la ocasión, no podían elegir otro: al son de 'Madrid, Madrid, Madrid', primero han abierto el show con sus padrinos (en el caso de Almeida, con otra de sus hermanas, la madrina fue Casilda) para más tarde deleitar a sus invitados con un baile en pareja que ha desatado los aplausos y los vítores por parte de la mayoría.

Con el alcalde con la rodilla en el suelo y Teresa bailando alrededor, han comenzado un baile que ha terminado con un cariñoso abrazo y que ha dado paso a la fiesta organizada en una carpa transparente ubicada en una zona del jardín de la fina El Canto de la Cruz, propiedad de Teresa de Borbón-Dos Sicilias, abuela de la novia.

Un broche de oro para una celebración en la que la ciudad que representa Almeida ha estado más que presente en homenajes como la elección del catering, los meseros con lugares emblemáticos de la capital o la insignia con el escudo que ha lucido el alcalde en la solapa de su chaqué.

Comida de Lhardy y recena

El baile ha llegado una vez los 500 invitados han terminado el completo menú que los novios habían organizado para sus invitados. Encargado al histórico Lhardy (ahora propiedad de Pescaderías Coruñesas), tal y como adelantábamos en estas páginas, ha estado compuesto de un cóctel de seis pinchos que han degustado en una zona de la finca.

Finalizada esta primera parte, que sirve para los invitados se saluden tranquilamente y los novios puedan hacerse las fotos para la posteridad, todos tomaban asiento en mesas identificadas con los monumentos, barrios y sitios más emblemáticos de la ciudad. La Puerta del Sol, la Plaza Mayor o la Gran Vía han sido algunos de ellos. El menú, sencillo, clásico y perfecto para acertar: salpicón de bogavante de primero, solomillo de wagyu a baja temperatura de segundo y dos postres alternos.

Un almuerzo que se ha alargado casi hasta las seis de la tarde y que ha sido seguido inmediatamente por el comentado baile que será complicado de superar. Una vez se ha abierto la fiesta, amenizada por un dj, los invitados se han divertido hasta entrada la madrugada después de ser testigos de una jornada histórica. De la boda del año.