Carmen Martínez-Bordiú no logra vender esta casa de la herencia familiar: precio rebajado y la noche de bodas de Franco

La herencia de la familia del dictador Francisco Franco continúa dando de qué hablar. Así, incluso 7 años después de la muerte de su hija, Carmen Franco Polo, por un cáncer terminal, sus negocios siguen acaparando titulares. La hija del dictador dejó una multimillonaria herencia, con diversas incógnitas sobre su valor total u origen legal.

Un importante patrimonio sobre el que esta semana hemos conocido una curiosa subasta solo apta para ciertos bolsillos. Carmen Martínez-Bordiú ha decidido deshacerse de una histórica vajilla de 12.000 euros, pero no es la única pieza de ese legado millonario que está a la venta.

Retirada del ojo público en Portugal, precisamente desde la muerte de su madre, son muy escasas las ocasiones en las que Carmen Martínez-Bordiú abandona su hermetismo. Aunque, a pesar de sus escasas salidas públicas en España, todo lo que rodea a la socialité también continúa generando expectación. Por ello, además de la venta de esta vajilla de pasado dictatorial que desveló 'Look', la venta de una casa familiar en Asturias también ha vuelto a poner en el foco mediático el legado de Carmen Franco Polo.

A través de varios portales inmobiliarios, sus hijos llevan más de seis años intentando vender esta casona asturiana del siglo XVIII, conocida como 'La Casina' o 'La Pinilla'. Aunque, al menos por el momento, ni una sustancia rebaja del precio lo ha conseguido. De salir al mercado por 5 millones de euros, ahora ha bajado su precio hasta 1,9 millones de euros; según desvela 'La Razón'. Una gran residencia con 360 m² repartidos en tres plantas y 30 hectáreas de terreno en San Cucao (en el concejo de Llanera).

El propio anuncio de la familia Franco llama la atención sobre el potencial de esta finca con fines de restauración u hoteleros. Un total de seis habitaciones, seis baños, una gran terraza, su propia capilla, un palomar, una cuadra y un jardín con árboles frutales. Respecto a la decoración, de carácter rústico con dominio de la madera, se mantiene intacta como durante la vida de Carmen Franco, incluyendo varias piezas religiosas

Una casona que, como se avisa en el anuncio del portal inmobiliario al que hacen referencia desde 'La Razón', sí necesita una restauración. De ahí su bajada de precio. Respecto al pasado familiar de la casa, además de los momentos compartidos con su última dueña, también llama la atención que fue la vivienda donde Francisco Franco y Carmen Polo disfrutaron de su noche de bodas el 23 de octubre de 1923. De hecho, fue a través de una herencia familiar de Carmen Polo como esta vivienda llegó a la familia. Una venta que supone un paso más en la desvinculación de activos familiares de los herederos de Carmen Franco Polo.