Enmanuel Reyes, el boxeador que ha conseguido una medalla para España después de 24 años: de su paso por la cárcel a convertirse al Islam
El boxeador huyó de su país en busca de nuevas oportunidades, pero antes de llegar a España pasó por muchas adversidades
Si hay algo que nos han dejado claro estos Juegos Olímpicos, es que detrás de cada deportista de élite hay una gran historia de superación. Es el caso del boxeador cubano Enmanuel Reyes, que no solo “arranca cabezas”, como suele decir él, sino que también salta obstáculos, cruza océanos y atraviesa largos caminos para cumplir sus sueños. El joven, de 32 años, no ha tenido una vida nada fácil. Con tan solo seis, aprendió a boxear para defenderse del entorno hostil en el que se desenvolvía, una necesidad que convirtió en pasión, destacando en este campo deportivo y lanzando un “uppercut” que lo llevó a ser de los mejores.
Pero para convertirse en uno de los boxeadores más aclamados de nuestro país, primero tuvo que salir del suyo ante las limitadas oportunidades que había allí y con la intención de labrarse un futuro mejor. Su objetivo era llegar a Galicia, donde tenía familiares residiendo desde hacía 20 años. Para alcanzarlo, viajó de Cuba hasta Moscú, debido a que Rusia es uno de los pocos países a los que puede volar desde Cuba por las políticas restrictivas.
Su estancia allí se alargó mucho más de lo esperado, en concreto, seis meses en los que intentó viajar sin éxito a España. Finalmente, consiguió llegar a Austria, y una vez en la Unión Europea solicitó asilo; lo que no esperaba es que finalmente lo metieran en un campo de refugiados que limitaba completamente sus movimientos. Intentó llegar a Alemania, objetivo que se le truncó al ser detenido por no tener papeles, llegando a estar preso un mes antes de que lo deportaran a Austria.
Obstinado y con la cabeza puesta en nuestro país, siguió luchando hasta finalmente conseguirlo. Una vez que llegó a Galicia, se puso en contacto con el equipo nacional de boxeo en España. Gracias a su fama y al apoyo incondicional de Rafa Lozano, seleccionador español, le dieron una oportunidad mientras se tramitaba su nacionalidad española.
Una vez conseguida por Carta de Naturaleza, es decir, por decisión del Gobierno mediante Real Decreto, vino la oportunidad perfecta, la que lo cambió todo: participar en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020. Y aunque finalmente no obtuvo la medalla, se convirtió en uno de los boxeadores más mediáticos del equipo nacional español.
Conocido como 'El profeta', apodo que se ha puesto él mismo, y convertido al Islam, Enmanuel Reyes hoy ha vuelto a sacar sus guantes para conseguir esa medalla de bronce que con tanta obstinación ha trabajado y que España lleva sin ganar 24 años.
Si hay algo que nos han dejado claro estos Juegos Olímpicos, es que detrás de cada deportista de élite hay una gran historia de superación. Es el caso del boxeador cubano Enmanuel Reyes, que no solo “arranca cabezas”, como suele decir él, sino que también salta obstáculos, cruza océanos y atraviesa largos caminos para cumplir sus sueños. El joven, de 32 años, no ha tenido una vida nada fácil. Con tan solo seis, aprendió a boxear para defenderse del entorno hostil en el que se desenvolvía, una necesidad que convirtió en pasión, destacando en este campo deportivo y lanzando un “uppercut” que lo llevó a ser de los mejores.
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