Diego Botín y Florian Trittel, medalla de oro en los Juegos Olímpicos, fuera del mar: de sus días más oscuros a la luz de una superstición

Es día de celebración. En una jornada llena de emociones y desafíos, Diego Botín y Florian Trittel han logrado el oro en la clase 49er de vela en los Juegos Olímpicos de París 2024. Marsella, a pesar de sus condiciones climáticas caprichosas, ha sido el escenario de esta hazaña que pone fin a una espera de 12 años para la vela española. La regata decisiva se había aplazado un día por la falta de viento, dejando a los competidores en un estado de incertidumbre.

Sin embargo, hoy viernes las condiciones han mejorado y el dúo español ha podido mostrar su dominio en el agua. Con rachas de 10-12 nudos, Botín y Trittel, conocidos por su destreza en estas condiciones, se han mantenido en la delantera desde el inicio. Perseguidos por la pareja neerlandesa de Bart Lambriex y Floris van der Werken, los españoles nunca han cedido su ventaja, logrando cruzar la meta en primer lugar.

La celebración en la Marina de Marsella ha sido emotiva. Los gritos de alegría, abrazos y un baño improvisado en el agua han reflejado la culminación de un arduo camino lleno de dedicación y esfuerzo. La familia y amigos, presentes en tierra, han compartido la euforia del momento. Fran, padre de Florian, ha expresado conmovido: "Ver esto después de todo lo que han pasado... Es un lujo".

Diego Botín, de 31 años y originario de Santander, es un regatista experimentado y exitoso. Con un legado deportivo en su familia, Botín ha sido un miembro destacado de la selección nacional por más de una década. Su estilo de navegación, caracterizado por precisión técnica y una aguda lectura de las condiciones meteorológicas, le ha permitido destacarse en competencias internacionales.

Por su parte, Florian Trittel, barcelonés de 30 años, combina su talento innato en el skiff con un enfoque meticuloso. Su formación en Ingeniería Aeronáutica ha influido en su navegación, aportando un toque técnico y analítico. Trittel es conocido por su calma bajo presión y su capacidad de ajustar estrategias según las condiciones del mar.

Un detalle curioso que ha salido a la luz ha sido la superstición de Diego Botín con sus calzoncillos de la suerte. "Le he preguntado si llevaba los calzoncillos de toda la semana. Creemos que nos han llevado a la meta también... No me ha contestado, pero veo que los lleva. Así que todo bien", ha bromeado Trittel, añadiendo un toque de humor a la victoria.

De este modo, el éxito de Botín y Trittel no es casualidad. Su sinergia en el agua, con Botín liderando la estrategia y Trittel manejando la táctica, ha demostrado ser una fórmula ganadora. Este oro olímpico no solo enriquece sus carreras, sino también la historia de la vela española, que suma ahora 21 medallas olímpicas, 13 de ellas de oro.

Además de la emoción del triunfo, Botín y Trittel han manifestado algunos aspectos personales que humanizan su épica deportiva. "Han sido días duros, psicológicamente, con condiciones muy difíciles", han comentado al micrófono de RNE. La sensación de ganar un oro olímpico, según Botín, es "como entrar en un mundo en el que no has estado nunca".

Es así como Botín y Trittel han demostrado que la perseverancia y la unidad pueden superar cualquier obstáculo. Después de aventuras por separado, se unieron y lograron ser campeones de Europa y medallistas en tres Mundiales consecutivos. Hoy, con el oro olímpico en sus manos, ambos miran al futuro con optimismo, preparados para enfrentar nuevos desafíos y continuar su legado en el mundo de la vela.