Felipe VI, feliz junto a sus compañeros del Aifos, se une la Copa del Rey Mapfre en Mallorca
El monarca se ha estrenado en la competición con el objetivo de alcanzar, al menos, el mismo puesto que el año pasado, cuando logró subir al podio por primera vez
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Cuarto movimiento, sobre lo previsto, de la familia real en Mallorca. Si el sábado veíamos al monarca, recién llegado de París, entrenando para la competición, el domingo la reina Letizia asistía a la clausura del Atlántida Film Fest y este lunes se celebraba la tradicional recepción en Marivent, este martes ya tocaba ver a Felipe VI junto a sus compañeros del Aifos compitiendo en la Copa del Rey Mapfre que se disputa estos días en Mallorca.
Son días en los que se mezcla obligación y devoción, puesto que don Felipe puede dedicarse a la vela, uno de sus deportes favoritos junto con el esquí, pero también tiene agenda oficial. Sin ir más lejos, este mismo martes recibe a Pedro Sánchez por la tarde.
Pero antes, tocaba reunión con los compañeros de competición, que ya se lanzaban al mar este lunes, en la primera jornada de la Copa del Rey Mapfre, la excusa perfecta para que don Felipe y su familia pasen unos días en Mallorca. Una estancia estival en la que se combinan posados familiares, actos oficiales y momentos de 'libertad' en el mar, siempre buscados por la prensa.
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Eran más o menos las 11 de la mañana cuando don Felipe llegaba al Real Club Náutico, punto neurálgico e informativo hasta el sábado, cuando se entregarán los premios de la competición. Será el mismo quien lo haga, como es habitual, aunque, como ya pasó en la edición anterior, tenga que pasar en algún momento de 'entregador' a entregado, si la cita deportiva se pone de parte del Aifos y logra uno de los primeros puestos.
Un escueto saludo a la prensa y un posado con el resto de la tripulación daban el pistoletazo de salida a los que son sus días favoritos del verano, no solo porque puede practicar el deporte de la familia real por antonomasia, sino porque también supone el reencuentro con sus compañeros de embarcación, con los que en alguna ocasión se queda a charlar y tomar algo tras la jornada marítima.
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La imagen del Rey de España navegando era y sigue siendo un valor añadido para la isla. Todos los veranos, el recibimiento a don Felipe en la terraza del náutico es reseñable. Como explicaban los organizadores en ediciones anteriores, “estos aplausos no están preparados, lo hacen por puro agradecimiento y por dar visibilidad a un acontecimiento que forma parte del circuito internacional”.
La incógnita es si, como otros años, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitarán en algún momento el Real Club Náutico para desear suerte al monarca en la Copa del Rey Mapfre. Como tampoco se sabe, de momento, si habrá posado familiar en algunos de los enclaves turísticos de la isla, ese momento que también sirve para promocionar sus rincones y que la prensa obtenga las mejores imágenes de los cuatro.
Sí habrá, al menos para la reina Sofía, un pequeño paréntesis. El pasado domingo fallecía su tío, Miguel de Grecia, primo hermano del rey Pablo con el que tenía un vínculo más que estrecho. La Casa Real helena confirmaba este lunes que la despedida de Miguel será el próximo jueves, con un acto estrictamente familiar en Tatoi, al que está previsto que acuda tanto la madre del rey Felipe como la princesa Irene.
Cuarto movimiento, sobre lo previsto, de la familia real en Mallorca. Si el sábado veíamos al monarca, recién llegado de París, entrenando para la competición, el domingo la reina Letizia asistía a la clausura del Atlántida Film Fest y este lunes se celebraba la tradicional recepción en Marivent, este martes ya tocaba ver a Felipe VI junto a sus compañeros del Aifos compitiendo en la Copa del Rey Mapfre que se disputa estos días en Mallorca.