El rey Felipe ya tiene la fecha para practicar su deporte favorito en Palma
En la edición 2024 compiten junto al velero del Rey 130 embarcaciones y más de 2.000 participantes en las diferentes modalidades
La Copa del Rey de Vela es uno de los acontecimientos deportivos más importantes en el circuito internacional de este referente náutico y donde el rey Felipe VI es uno de los participantes. Salvo los dos años de la pandemia, que no hubo competición por motivos sanitarios, el jefe del Estado disfruta de esas jornadas marineras con el resto de la tripulación del Aifos, donde ejerce de patrón.
Ya hay fechas para la Copa del Rey Mafpre que se celebrará en la bahía de Palma desde el 27 de julio al tres de agosto. Como es costumbre, la familia real comienza sus vacaciones de verano y la regata se convierte en el anuncio de ese mes de libranza institucional.
En la agenda solo suele figurar la recepción en la explanada del Palacio de Marivent y una salida de los Reyes y sus hijas a un lugar representativo de la isla. Ese es el calendario tradicional que, como ya hemos dicho, comienza con la regata.
En la edición 2024 compiten junto al velero del Rey ciento treinta embarcaciones y más de dos mil participantes en las diferentes modalidades. Este año hay algunos cambios, como explica Alejandro Varela, jefe de comunicación: “En vez de un lunes, como se ha hecho siempre, comenzará el martes 27 de julio. Son cinco días de competición y un día de entrenamiento oficial, el 29 de julio. El domingo es el día de registros y mediciones y el 3 de agosto la entrega de trofeos”. En ese acto final, el Rey regatista es el encargado de entregar los premios en el recinto de Ses Voltes, que se encuentra a los pies de la catedral de Palma.
El barco de la Armada que mantiene el nombre de Aifos, que leído al revés es 'Sofia', es un homenaje filial a su madre. No está considerado entre los mejores veleros que participan en esta 42ª edición, pero sí tiene una tripulación muy potente con el almirante Jaime Rodríguez Toubes como compañero de navegación.
La primera vez que don Felipe compitió en esta regata tenía 16 años y lo hizo en el Sirius, cuyo patrón era precisamente el almirante.
El Aifos es un modelo que se conoce como TP52, al que se le considera un Fórmula 1 en este tipo de navegación deportiva. El que utiliza el monarca no es de nueva construcción, sino que la Armada recuperó un velero que fue botado en 2005 y fue sometido a una actualización hace unos años. El año pasado el Aifos quedó en quinto lugar.
La primera Copa del Rey se celebró en 1982 con la participación de don Juan Carlos, el Príncipe, las infantas y los sobrinos griegos. La reina Sofía seguía la regata desde el Fortuna y después desde el Somni, la lancha propiedad de Josep Cusí, que prestaba todos los veranos a los Reyes y sus hijos. Esa embarcación dejó de pertenecer hace tiempo a Cusí, uno de los grandes amigos de don Juan Carlos, ya que la vendió en el 2020 por 295.000 euros, según publicaban varios medios mallorquines.
La relación del rey Felipe con el mar comenzó con siete años en el club de mar de Calanova con la clase optimist. Acudía con sus hermanas, los primos griegos y los hijos de la infanta Pilar a las clases teóricas y prácticas y participaban en pequeñas regatas. En esos primeros años, toda la familia (incluido don Juan Carlos) estaba presente en la fiesta de entrega de premios. El heredero, que siempre tuvo mano para este deporte, solía ganar, y cuando no era así quedaba en segundo puesto detrás de su padre, que siempre tuvo el mejor barco y tripulación. Era el gran atractivo de una afición que el titular de la Corona ha seguido manteniendo. No así la Princesa de Asturias y la infanta Sofía, a las que nunca se las ha visto participar en este tipo de deporte, a diferencia de sus primos Urdangarin y Marichalar mientras fueron menores de edad. Ya mayores, desaparecieron de la escena náutica y de Mallorca.
La imagen del Rey de España navegando era y sigue siendo un valor añadido. Todos los veranos, el recibimiento a don Felipe en la terraza del náutico es reseñable. Como explicaban los organizadores en ediciones anteriores, “estos aplausos no están preparados, lo hacen por puro agradecimiento y por dar visibilidad a un acontecimiento que forma parte del circuito internacional”.
Efectivamente, estos gestos se sucedían cada mañana cuando el patrón del Aifos, Felipe, llegaba al recinto y lo mismo cuando se marchaba al finalizar la regata después de haber compartido con su tripulación un gin tonic o una cerveza, dependiendo del día. Este verano será igual y más aún si las hijas acuden a despedir a su padre cuando embarque.
La Copa del Rey de Vela es uno de los acontecimientos deportivos más importantes en el circuito internacional de este referente náutico y donde el rey Felipe VI es uno de los participantes. Salvo los dos años de la pandemia, que no hubo competición por motivos sanitarios, el jefe del Estado disfruta de esas jornadas marineras con el resto de la tripulación del Aifos, donde ejerce de patrón.
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