Íntimo diálogo entre Roca Rey y Tomás Paramo: "Andrés no es solo un amigo, ha pasado a convertirse en familia"

Sábado cinco de octubre. El torero Andrés Roca Rey pasea conversando con su amigo Tomás Páramo un día antes de enfrentarse a una tarde en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid:

— ¿Tú crees que la vida es una película?, pregunta Tomás.

— ¿Y tú?

— Creo que no, porque a veces sufrimos demasiado.

— Pero el sufrimiento es bonito para después entender la alegría. Por eso sí creo que la vida es una película.

— Entonces, este momento también lo es. Mañana tú vas a expresar tu arte en la plaza más importante del mundo y ahora estamos paseando aquí, aunque tú estes encerrado en ti mismo. Toda la gente pasa, pero realmente es ajena a ti, la estás viendo, pero no la sientes.

Andrés y Tomás caminan por una Gran vía abarrotada, pero se sienten solos. Como si el tiempo se congelara.

Quizá fue una premonición de lo que pasaría al día siguiente, cuando toda la plaza se quedó paralizada por la fuerte cornada que sufrió Roca Rey. Tomás lo vive en primera persona: es su amigo, es Andrés quien está ahí, enfrentándose al toro primero y, tras la grave cogida, a su propia capacidad de resistencia.

Tomás se conmueve recordando la conversación amigable mantenida en la víspera. Con cada mención a Andrés se percibe la sintonía personal, la sensibilidad que aplican a vidas muy diferentes pero con el denominador común de tratar de ser los mejores en lo suyo.

Para hablar de todo esto, Páramo me ha abierto las puertas de su casa. Recostado en uno de los sofás de su salón, se le eriza la piel al recodar algo que le dijo el torero: “Hoy he hecho el paseíllo de Madrid agradecido a Dios y con mucha paz y mucha felicidad por entregarme al público”.

“Eso es lo que hace siempre Andrés, en cualquier plaza: dar todo lo que lleva dentro. Quizás es uno de los motivos por los que es el número uno”

Porque sabía la emoción con la que Andrés enfrentaba aquella tarde, le dolió especialmente lo que ocurrió. Aunque también sabe que “eso es lo que hace siempre Andrés, en cualquier plaza: dar todo lo que lleva dentro. Quizás es uno de los motivos por los que es el número uno”.

Mientras seguimos hablando aparece María con su hijo Fede, el pequeño de los tres hijos de la pareja. Juntos han creado un hogar acogedor, con muchos detalles, entre ellos, en el salón, un traje de torero Goyesco de Andrés.

“Siempre que viene a Madrid pasa por casa. Dice que le damos mucha paz y a nosotros nos hace muy felices cada vez que está aquí”, relata María, que también ha forjado una relación de amistad muy especial con él.

Si volvemos a remontarnos a aquella tarde de domingo en Las Ventas, ocurrió un milagro. Andrés fue operado con éxito en la plaza y después trasladado a un hospital donde ya lo esperaban Tomás y Maríam entre otros muchos familiares y amigos.

Al día siguiente, volvieron a primera hora a visitarlo al hospital. Ahora, mientras habla de aquella mañana, una canción comienza a sonar en toda la casa. Nos callamos y escuchamos.

“Tengo el alma reventada, la arena en el corazón. Con esta torre derribada ahora veo el sol.

Amaneceres en la playa, y un brindis en tu honor. Si la felicidad se escapa, bailaré con el dolor…”

Es la canción 'Torre Picasso' de Arde Bogotá que Tomás le puso a Andrés nada más llegar al hospital. “¡Has encontrado la canción de mi tarde!", le respondió el torero.

“Una de las cosas que nos une es la música. Nos gusta mucho sentirnos identificados y escuchar la letra de canciones que cuenten historias”, comenta Tomás. Durante la entrevista, no deja de poner música de cantautores como Silvio Rodríguez o Pablo Milanés… Es la banda sonora de los recuerdos y momentos únicos que ha vivido junto a su amigo, a quien define como a un hermano.

Los grandes momentos juntos, los más sencillos

Al preguntarle a Tomás sobre algún momento que le haya marcado junto a su amigo cuenta: “Andrés tiene una vida frenética, va de lugar en lugar toreando en plazas repletas de gente que está pendiente de él. Nosotros también llevamos una vida con mucha exposición pública, eventos, galas, photocalls, actos de prensa… Por eso, de lo que realmente disfrutamos es de los momentos sin ruido, los más normales. El hecho de tenerlo en casa tumbado en el sofá o bajar a comprar unas pizzas y cenar algo tranquilos. Esos momentos son al final los importantes para mí”.

“A nivel profesional él no espera nada de nosotros ni nosotros de él. Pero en el plano emocional lo esperamos todo”, afirma Páramo. Y resulta sorprendente que personas que vienen de mundos tan diferentes tengan tantas cosas en común.

"De lo que realmente disfrutamos es de los momentos sin ruido. El hecho de tenerlo en casa tumbado en el sofá o bajar a comprar unas pizzas y cenar algo tranquilos”

La juventud es esa etapa donde se tienen más ganas de disfrutar que de tener responsabilidades. Sin embargo, Andrés optó por sacrificar ese tiempo para dedicarlo a su profesión y Tomás, por su parte, optó por formar una familia. Decisiones que, en su momento, fueron un sacrificio, pero que es lo que los ha llevado a convertirse en las personas que son y lo que ahora les conecta. Páramo define a Roca Rey como una persona muy hermética. “Aunque le cuesta abrirse, cuando estamos juntos hablamos de todo y nos entendemos muy bien”. De hecho, a veces dice bromeando que cree que “en otra vida fui torero y que por eso soy capaz de entenderle y decirle cosas que nadie le dice”.

“Andrés me ha enseñado a vivir la vida. Su filosofía me ha hecho ver que, si decido irme a cenar o hacer un viaje, no puedo hacerlo pensando que me tengo que ir. Me ha enseñado a conectar con el aquí y el ahora. Este año que empecé en terapia, con mi psicólogo también lo he trabajado mucho”

La primera vez que se vieron

Tomás transforma sus amistades en familia. “Me gusta mucho compartir tiempo con mi amigos, tengo la suerte de tener grandes amistades de toda la vida y otras que han llegado hace relativamente poco, como Andrés”. Tomás y María han llevado a sus hijos a casa del torero en Sevilla, han viajado a Lima con su familia…, pero ¿cuándo comienza realmente esta amistad?

Se sabe que Victoria Federica es el enlace en común que tienen y fue ella quien los presentó en una fiesta de la revista Elle hace cuatro años.

“Después de aquella noche, fuimos a verle a El Puerto de Santa María. Mi abuelo es un gran aficionado y siempre decía que uno no ha ido a los toros si no ha pisado esa plaza. Fue mágico, porque, aunque aún no éramos tan amigos, me brindó el toro". Después de la corrida fueron a una fiesta que el torero organizó. “Ese día nos acabábamos de enterar también de que María estaba embarazada de Fede, aún no se lo habíamos dicho prácticamente a nadie y, cuando nos despedimos, se lo contamos y se emocionó como si nos conociera de toda la vida. Fue un día inolvidable”.

Tres años después, en la misma plaza y ya con muchos recuerdos acumulados, Andrés le brindó el toro a María. “Se acercó y me dijo: 'por nuestra amistad, y por la mujer tan fuerte y valiente que eres'”. María lo recuerda emocionada, aunque confiesa que no suele ir a verlo al ruedo, porque lo pasa muy mal.

“Cada vez que voy a verle a la plaza, estoy todo el rato rezando. Y cada vez que van saliendo las cosas bien voy dando gracias. Me parece igual o más importante dar gracias que pedir”, añade Tomás, y la pareja cuenta que muchas veces cuando termina una corrida en la que su amigo se juega la vida, se encuentran cansados por la tensión y las emociones tan fuertes que experimentan.

"Hay dos puntos fuertes en nuestra amistad: Dios y la música”, cuenta sobre las convicciones religiosas que les unen y comparten

“Es precioso habernos encontrado, él nos ha abierto las puertas de su corazón e intimidad y nosotros igual”. Y añade que “hay dos puntos fuertes en nuestra amistad: Dios y la música”, cuenta sobre las convicciones religiosas que les unen y comparten.

Seguimos hablando largo y tendido. Compartiendo reflexiones que resulta difícil reflejar en palabras. Siento como un privilegio vivir este momento y poder contarlo. Tomás ha conseguido disolver distancias y transmitir las vivencias que han cimentado una hermosa historia de amistad y compañerismo con Andrés. Páramo y Roca Rey torean en plazas muy distintas, afrontan riesgos de muy distinta naturaleza, pero han tejido una red de complicidades en el espacio privado que les protege del ruido exterior y les hace más fuerte como personas.

El domingo pasado, Roca Rey acaparó todos los titulares por su grave cogida en las Ventas a la par que dejaba a todos sus seres queridos y a sus amigos con el corazón en un puño.

En casa de Tomás no dejan de sonar canciones… Ahora, 'El arenal', del grupo Colectivo Panamera, que cantaban juntos durante un viaje a Pamplona. La letra habla de la infancia y de la sensación de libertad con la que Andrés y Tomás conectan cada vez que están juntos.

Son libres de contarse todo, de ser quienes son, y eso se lo llevan ellos, aunque Tomás nos haya regalado una parte de su historia.

Fe, sencillez y, sobre todo, mucha verdad. Este es el brindis de Tomás Páramo a Andrés Roca Rey en el ruedo de la vida: la amistad y los recuerdos que los unen.