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El otoño renueva las cartas de los restaurantes
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El otoño renueva las cartas de los restaurantes

El otoño transforma los campos, el mar y las mesas de nuestros restaurantes que introducen las setas y los hongos, las legumbres: alubias, garbanzos para ofrecer platos más contundentes

Foto: Restaurante Becker 6
Restaurante Becker 6

El tiempo transcurre sin pausas, las estaciones se suceden, el mar, e incluso el campo, cambian su fisonomía, el mar se muestra más duro, mientras que el campo suaviza sus colores y se muestra vestido de tonos dorados que cautivan como ninguna otra época del año consigue. Un velo de agua vuelve a cubrir el terreno, los amaneceres aparecen envueltos en neblinas que un sol más tímido que hace solo unas semanas, se esfuerza en limpiar. Todos estos acontecimientos transforman la luz, los colores del campo y del cielo, y el agua alimenta la aparición de productos que crecen en la umbría de los bosques.

Las setas y las legumbres son los protagonistas de este tiempo en que las temperaturas descienden dramáticamente para dar paso al invierno y las aguas comienzan a regar los campos, llega el tiempo de los hongos, las alubias y garbanzos, de los platos más contundentes en los que la cuchara entra con fuerza para rebañar los últimos restos del caldo de unos guisos cuyos meros aromas nos alimentan. Así, la mayoría de los restaurantes dejan que sus cartas cambien sus caras y muestren el otoño en todo su esplendor.

Restaurante More, un restaurante con apenas algo más de un año de vida, que reivindica la cocina tradicional, bien hecha, una propuesta con hechuras, buenas recetas e impecables presentaciones. Su propuesta este otoño: Alubias pintas de Valvanera, callos picantes y garbanzos con sepia.

Rooster, la cocina de Alfonso Castellanos, ofrece buen producto, sus tradicionales arroces de gallo, y ahora en invierno un cochinillo confitado con su piel crujiente, patata naranja, zanahoria al té negro y jugo de su asado.

Desencaja, la cocina sorpresa de Iván Sáez, que inaugura temporada a base de fabes con callos, morcilla casera de cebolla roja con calabaza, huevo de corral y migas crujientes, y sus albóndigas de corzo con tomate y pasta a la carbonara de pesto.

Casa Carola, una de los cocidos más populares de Madrid, ya está presente en su carta. Cocido madrileño a base de garbanzos de cosecha propia, patata nueva y verduras frescas. Carnes de añojo y pollo, chorizo de sarta, morcilla casera, tocino ibérico, codillo de jamón y huesos de caña. Con copa de cava, postre, café y chupito por 29 € /persona.

Bacira, el restaurante que más unanimidad concitó este año con el reconocimiento de críticos y público (una de las mesas más difíciles de reservar), entra ahora con más fuerza en el otoño, con platos como las alubias de San Pau con lengua y kokotxas, sabores atrevidos, pero muy redondos y con mucha chispa. Mantienen sus inigualables menús del día así como los gastronómicos.

Nimu Bistro un elegante comedor con todo el calor y personalidad de los diseños e interiores de Pascua Ortega. Ubicado en los bajos del Hotel Adler, mantiene una carta muy atractiva con platos para compartir, de cocina muy correcta. Esta temporada introduce los hongos en un plato de arroz cremoso con trufa, hongos y foie.

Atalanta, en el edificio Grassy, nada más comenzar la Gran Vía, una cocina con personalidad de Javier del Castillo, con una carta original de platos bien resueltos ofrece para este tiempo unas alubias de Tolosa, con crema suave de ajos y piparras en vinagre.

El tiempo transcurre sin pausas, las estaciones se suceden, el mar, e incluso el campo, cambian su fisonomía, el mar se muestra más duro, mientras que el campo suaviza sus colores y se muestra vestido de tonos dorados que cautivan como ninguna otra época del año consigue. Un velo de agua vuelve a cubrir el terreno, los amaneceres aparecen envueltos en neblinas que un sol más tímido que hace solo unas semanas, se esfuerza en limpiar. Todos estos acontecimientos transforman la luz, los colores del campo y del cielo, y el agua alimenta la aparición de productos que crecen en la umbría de los bosques.

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