Tres refrescos bajos en calorías y perfectos para hidratarse con este calor

A medida que va pasando la primavera, las temperaturas provocan en nuestro organismo una necesidad inmensa de hidratarnos. Beber agua no es la única solución, hay muchas alternativas más apetecibles para disfrutar de un día en una terraza con amigos o en las orillas del mar. Siempre acudimos a los refrescos, pero el mercado es muy amplio y la mayoría no cumplen con nuestras necesidades a la de controlar las calorías.

Con el paso de los años, se han ido haciendo numerosos estudios científicos de los beneficios de ciertas bebidas refrescantes para nuestra salud. Podemos seguir disfrutando de estos momentos sin tener en mente la preocupación de si engordaré o no. Por ello, desde Vanitatis te traemos tres alternativas para tomarte un refresco apetecible y healthy. Esta es la primera.

Kombucha, la bebida fermentada

Seguro que lo habrás escuchado en infinidad de conversaciones y visto en muchos locales. La kombucha ha sido uno de los mayores descubrimientos del universo healthy. Se trata de una bebida fermentada originaria de China y que en sus inicios se usaba con fines medicinales. Su historia es muy larga, pero si te apetece saber más de ella, te lo explicamos en este artículo.

En cuanto a sus beneficios para la salud, las más destacables son sus poderes antioxidantes, ayuda a favorecer la digestión y contiene varios tipos de vitaminas, como la B12, ácido fólico y la D. Además, puedes tomar esta bebida en frío, por lo que si te ha entrado la curiosidad, echa un vistazo al gran catálogo de marcas que hay especializadas en este té, elige el que más te guste y échatelo en un vaso con hielo. Te sorprenderá el sabor que tiene.

El té, el gran clásico

El clásico de los clásicos. El té es aquella bebida que tiene tantos beneficios como años de historia. Con un sinfín de variedades, esta mítica bebida forma parte de casi todas las dietas que hay en este mundo. Si tuviéramos que hablar de sus ventajas no acabaríamos, pero sí destacar de que es una opción más para tomar en frío. Exacto, no solo te lo puedes servir caliente, también es perfecto para beberlo con hielo.

Si buscas alguna opción refrescante y que sorprenda a tu paladar, prueba a mezclar té verde con hierbabuena. Los pasos son muy simples. Simplemente, calienta en una taza tu té verde favorito. Después, déjalo reposar en la nevera hasta que quede frío y, en cuanto lo saques, añade unas hojas de hierbabuena y un poco de hielo. Una explosión de sabores.

Zumos sin recurrir a lo típico

Al igual que el té, el zumo es otro clásico que nunca falla. Siempre recurrimos a las típicas frutas como la manzana o la naranja para elaborar esta bebida, pero hay tantas variedades frutales que nuestra imaginación volaría hasta donde pueda.

Sin ir a lo de siempre, damos protagonismo en esta ocasión al kiwi, una de las frutas más beneficiosas para nuestra salud digestiva. Además, puedes crear con él el zumo perfecto combinándolo con otras variedades, tales como la manzana o el plátano. Si lo prefieres, usa simplemente el ingrediente principal. Solo necesitas una batidora, trituras una buena cantidad de kiwis y, en un vaso, añades un poco de hielo. Para darle un toque más ácido, prueba a echarle unas gotas de jugo de limón. Ya conoces otra manera distinta de averiguar los beneficios de esta fruta para tu cuerpo.