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Ni palmadas ni meneos: así es como se distingue un buen y dulce melón
  1. Gastronomía
APRENDE A ELEGIR UN BUEN MELÓN

Ni palmadas ni meneos: así es como se distingue un buen y dulce melón

Elegir qué melón nos llevamos a casa puede ser una tarea fácil si se presta atención a los siguientes aspectos a la hora de seleccionarlo

Foto: No siempre es fácil elegir un buen melón. (Pexels)
No siempre es fácil elegir un buen melón. (Pexels)

Seleccionar un melón en su punto exacto puede parecer complicado, a menudo nos encontramos en el supermercado dándole pequeños golpes o moviéndolo para saber si está maduro, pero este método no siempre garantiza el éxito. Para asegurarnos de que acertamos con la compra es mejor poner atención a otros aspectos más fiables.

En primer lugar debemos observar la forma y el color del melón en cuestión. Su forma debe ser simétrica y que no tenga abolladuras ni partes blandas, esto nos garantiza que el melón ha crecido de manera uniforme y sin recibir ningún golpe en el proceso del campo a la tienda. Respecto al color, debemos elegir siempre aquel que tenga la piel de un tono amarillo uniforme, esto nos indica que ha madurado correctamente al sol.

placeholder La forma y el color del melón nos da muchas pistas. (Pexels)
La forma y el color del melón nos da muchas pistas. (Pexels)

Otro factor en el que poner atención es el peso. Un melón que ha madurado bien debe ser pesado en relación a su tamaño. El peso del melón nos indica que tiene un alto contenido de agua, lo cual quiere decir que está jugoso y listo para consumir. Levanta varios melones y compara su peso entre sí, el más pesado será el mejor.

El aroma y la textura

El aroma es uno de los aliados indispensables en nuestra búsqueda del melón perfecto. Debemos oler la base del melón, justo donde estaba el tallo, si desprende un aroma dulce y fresco estamos ante el melón perfecto, si por el contrario no huele a nada o su aroma es muy débil debemos continuar con nuestra búsqueda.

placeholder El aroma que desprende es otro de los factores a tener en cuenta. (Pexels)
El aroma que desprende es otro de los factores a tener en cuenta. (Pexels)

Por último cabe prestar atención a la textura de la piel, ya que esta puede decirnos mucho sobre su madurez. La piel del melón debe ser ligeramente rugosa al tacto, ya que, si es muy lisa, es probable que el melón no esté completamente maduro, y si está demasiado rugosa o tiene grietas, podría ser un indicativo de que está pasado.

Cabe recordar también que no es lo mismo elegir un melón destinado al consumo local que ha sido cultivado en nuestra comunidad y que está destinado a ser consumido rápidamente, que otro que no es un producto de cercanía y que, por lo tanto, ha pasado por varios almacenes y tratamientos después de ser cosechado.

Seleccionar un melón en su punto exacto puede parecer complicado, a menudo nos encontramos en el supermercado dándole pequeños golpes o moviéndolo para saber si está maduro, pero este método no siempre garantiza el éxito. Para asegurarnos de que acertamos con la compra es mejor poner atención a otros aspectos más fiables.

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