Ni tomate ni lechuga: solo necesitas 4 ingredientes para crear esta espectacular ensalada

Las ensaladas se han convertido en una opción habitual cuando buscamos algo rápido, saludable y ligero, pero muchas veces acabamos cayendo en las mismas combinaciones de siempre, como la lechuga y el tomate.

Sin embargo, hay alternativas frescas, llenas de sabor y mucho más digestivas, que pueden hacer que te olvides de los ingredientes de siempre. Si quieres sorprender a tu paladar, te proponemos una receta que solo necesita cuatro ingredientes y es perfecta para una cena ligera, sin sacrificar nutrición ni sabor.

El primer cambio es sustituir la típica lechuga por canónigos, aunque también podemos usar rúcula. Esta hoja verde es mucho más ligera y digestiva, ideal para quienes suelen cenar tarde y prefieren evitar la sensación de pesadez que a veces produce la lechuga.

Los canónigos aportan una textura suave y crujiente a la vez, con un sabor suave y ligeramente dulce, que combina de maravilla con los otros ingredientes. Además, son una excelente fuente de vitaminas A y C, lo que los convierte en una opción nutritiva y refrescante.

El segundo ingrediente estrella es el aguacate, una fruta que ha ganado popularidad en muchas cocinas por su valor nutricional y versatilidad. Rico en grasas saludables, el aguacate añade una deliciosa cremosidad a cualquier plato. Contiene ácido oleico, una grasa monoinsaturada que ayuda a cuidar el corazón, y también es una fuente importante de fibra. Su textura suave y su sabor neutro hacen que encaje perfectamente en esta receta, aportando saciedad y equilibrio.

Para añadir un toque exótico, incluimos el mango. Esta fruta tropical no solo aporta dulzura y frescura, sino que también es rica en antioxidantes, vitamina C y betacaroteno, esenciales para reforzar el sistema inmunológico. El contraste entre la cremosidad del aguacate y la jugosidad del mango ofrece una combinación de texturas que convierte esta ensalada en algo especial.

El último ingrediente es el queso fresco tipo Burgos, que añade proteínas y un sabor suave, equilibrando perfectamente la dulzura del mango y la cremosidad del aguacate. El queso fresco es una opción ligera y baja en grasa, perfecta para completar una cena saludable sin añadir muchas calorías. Su textura blanda y sabor neutro lo hacen ideal para acompañar a las frutas y los canónigos, aportando un toque lácteo que redondea la receta.

Si te apetece darle un extra, puedes añadir un crujiente opcional con semillas de chía, sésamo o incluso pistachos. Estas pequeñas adiciones no solo mejoran la textura, sino que también aportan fibra y antioxidantes, haciendo que la ensalada sea aún más completa desde el punto de vista nutricional, sin complicar su preparación.

La sencillez de esta receta no solo te permitirá disfrutar de una cena ligera y nutritiva, sino que también cambiará tu forma de ver las ensaladas. Con solo cuatro ingredientes, puedes crear algo delicioso, nutritivo y fácil de preparar. Por una noche, deja a un lado el clásico tomate con lechuga y atrévete con esta combinación tropical y refrescante que, además de saciante, te sorprenderá por su sabor y originalidad.