Tiene 70 años y ahí está, de nuevo nominada a los Oscar, demostrando que también se puede triunfar en Hollywood una vez superados los 50.
Desde que Glenn Close comenzara su andadura en el cine, allá por 1982, siempre, absolutamente siempre, ha tenido un estilo diferente al del resto de las actrices. Sus rasgos eran más marcados y le aportaban más carácter a sus personajes. Su forma de llevar el cabello, muy claro (platino, básicamente) y siempre con volumen gracias a una gran onda al modo del Hollywood clásico, junto con su forma de vestir andrógina hacían un cóctel adictivo para el cine que la llevó a participar en decenas de películas en la década de los 80.
Sus interpretaciones también han sido valoradas por la crítica favorablemente. Su primer papel en el cine, en la película ‘El mundo según Garp’ le valió la nominación a mejor actriz de reparto. Pero ahí no quedaba la cosa, tanto en 1983 como en 1984 repitió en categoría. 3 años consecutivos, todo un récord.
Sin embargo, su trabajo nunca ha terminado de ser laureado con las auténticas mieles del éxito hollywoodiense. Hasta en 7 ocasiones Glenn Close ha estado nominada al Oscar con sus consiguientes elecciones de vestuario, peluquería, maquillaje, entrevista en la alfombra roja diciendo de quién iba vestida y cuál era su actriz favorita… Y lo que es peor, hasta en 6 ocasiones ha tenido que aguantar una cámara fija esperando su reacción al descubrir que ella no era la ganadora del Oscar. Y decimos 6 momentos porque aún queda saber si este año se llevará la ansiada estauilla, el Oscar a mejor actriz por su interpretación en ‘La buena esposa’.
Pero más allá de su indiscutible carrera como actriz, también debemos señalar su personal estilo beauty, así como la evolución de sus últimos años. Desde esa dolorosa, tanto estilísticamente hablando como en el mundo del maquillaje y la peluquería, época de los 90 hasta nuestros días, hemos podido observar cómo Glenn Close ha dejado atrás las melenas midi peinadas con las puntas hacia afuera para apostar de lleno con el cabello más blanco e impoluto del celuloide. Su corte de pelo, un garçon algo más largo y con mucho movimiento, se ha convertido en su elemento diferenciador del resto de actrices. Hubo un momento en la carrera de la actriz que optó por dejar a un lado una imagen más sexy y decantarse por la sobriedad y la eficacia. Así sí.
Sobre la evolución de su maquillaje, poco podemos decir. Glenn Close nuna ha sido seguidora de tendencias alocadas y por ello nunca la hemos pillado en un paso en falso. Su piel siempre suele ir casi desnuda, aunque en verano deja que se broncee y presume de pecas. La máscara de pestañas nunca falla en su maquillaje y últimamente hemos visto que se decanta por la piel muy iluminada, eso sí, jamás con iluminadores satinados. Lo suyo es la piel jugosa, el rubor sonrosado y un labial hidratante en una tonalidad rosa.
Así ha evolucionado Glenn Close en los últimos años… ¿Nos sorprenderá en los Oscar? ¿Subirá a reconocer el único premio que se le resiste?