Es noticia
Menú
Villalonga y Abascal: ¿rehacen sus vidas?
  1. Noticias
NOTICIAS

Villalonga y Abascal: ¿rehacen sus vidas?

La separación matrimonial de Juan Villalonga y Adriana Abascal es ya un hecho consumado. Una noticia adelantada en exclusiva por Vanitatis el 31 de julio, que

Foto: Villalonga y Abascal: ¿rehacen sus vidas?
Villalonga y Abascal: ¿rehacen sus vidas?

La separación matrimonial de Juan Villalonga y Adriana Abascal es ya un hecho consumado. Una noticia adelantada en exclusiva por Vanitatis el 31 de julio, que dejó al descubierto que no es oro todo lo que reluce en el mundo del colorín. En este caso además se unían los numerosísimos publirreportajes de la que fuera miss México, en los que describía su apasionada vida matrimonial, cuando la estabilidad de la pareja era parecida a la de Paquirrín con sus novias.

Durante todo este último año, Adriana y su marido han intentado escalar posiciones en el Ghota nacional. Y ni uno ni otro lo han conseguido. En el caso del empresario no le salió bien su entrada como un elefante en una cacharrería en el mundo del fútbol. Éste habría sido el primer escalón para auparse socialmente. Los palcos y zonas vip de los equipos de primera siempre son lugar de reunión de los poderosos. Entre gol y gol siempre se puede hacer un buen negocio.

Villalonga no se convirtió en presidente pero económicamente la jugada le salió redonda. Se embolsó unos buenos millones y regresó a Londres donde tenía su residencia familiar en Kensington, uno de los barrios más exclusivos.

Por su parte la bella Adriana llegó a España convencida de que su buena estrella la haría ser el centro de cualquier reunión de campanilla. El desembarco de la pareja estuvo acompañado por abundante material gráfico donde aparecían con niños, sin niños, ella sola, acompañada del marido y siempre con declaraciones de ambos que reflejaban lo felices que eran y lo maravilloso de su vida en común.

Y resulta que esa existencia de cuento de hadas era tan de cartón piedra como las pirámides y sarcófagos de Terra Mítica. Lo más llamativo quizás haya sido esa necesidad imperiosa de vender una estampa familiar con envío masivo de felicitaciones navideñas donde hijos, padres y creo que hasta mascotas componían una imagen feliz que servía como campaña publicitaria de la pareja Abascal/Villalonga.

En uno de los últimos reportajes, publicado en la edición de agosto de la revista Vogue, cuando ya la separación era un hecho, Adriana confirmaba que Emilio Azcárraga fue la escuela de su vida, y Juan su Universidad y su máster. Aunque esta entrevista se realizó meses antes, ya en ese momento no funcionaban como pareja.

Parece que desde noviembre del 2008 la relación matrimonial era inestable con más altibajos que una montaña rusa. De ahí que la exclusiva de Vanitatis les cogiera con el pie cambiado. De todas formas parece que cada uno ha buscado su solución vital. En el caso de Villalonga, tiene su entramado familiar que le apoya, mas algunos amigos y amigas con los que ha vuelto a reencontrarse. 

Entre estas amistades podría estar la ex mujer de un ex compañero de su antiguo trabajo, que sería su paño de lágrimas. Alguien muy parecido al empresario (¿o sería él?) se cruzó con un grupo de españoles a mediados de agosto en una ciudad suiza. Villalonga o sus sosias paseaba junto a otros tres acompañantes (una pareja y un verso suelto en forma de señora estupenda) por la zona de las tiendas más emblemáticas. Los cuatro llegaron en taxi, que volvieron a tomar cuando acabó el día de shopping. Por su parte, la leyenda sentimental de Adriana Abascal no ha hecho más que empezar. El último capítulo -por ahora- de este cuento  la coloca de amiga de un importante caballero del sector textil.
 

La separación matrimonial de Juan Villalonga y Adriana Abascal es ya un hecho consumado. Una noticia adelantada en exclusiva por Vanitatis el 31 de julio, que dejó al descubierto que no es oro todo lo que reluce en el mundo del colorín. En este caso además se unían los numerosísimos publirreportajes de la que fuera miss México, en los que describía su apasionada vida matrimonial, cuando la estabilidad de la pareja era parecida a la de Paquirrín con sus novias.