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Paula Echevarría no es la mala malísima
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Paula Echevarría no es la mala malísima

 Hay otras pasarelas Cibeles. Una es la de quienes acostumbran a venir cada año, sentarse en primera fila y decidir cuál de todos los trajes se comprarán para

Foto: Paula Echevarría no es la mala malísima
Paula Echevarría no es la mala malísima

 Hay otras pasarelas Cibeles. Una es la de quienes acostumbran a venir cada año, sentarse en primera fila y decidir cuál de todos los trajes se comprarán para esta temporada o lucirán en alguno de los múltiples eventos a los que han sido invitados. Pero están las otras: la de quienes trabajan para que todo salga bien o la de quienes vienen con el entusiasmo de la primera vez. Esa es la de los que se imaginan como modelos o estilistas, o quizá como el mejor amigo del diseñador que presenta su colección. La de los que sueñan con un golpe de suerte que les encumbre hasta lo más alto del mundo de la moda.

En ocasiones, para muchos, tras pasar ese primer momento, Cibeles se convierte en otra cosa. Después de unas cuantas ediciones, la pasarela madrileña se hace un poco de todos y se torna ese punto de encuentro donde ver a la gente conocida, discutir cómo está el panorama en España en eso del diseño o donde aprender cosas distintas como jugar al póker, pero eso es algo de lo que nos vamos a tomar la licencia de hablar más adelante. Vayamos por partes.

Tras Elio Berhanyer Cibeles no volvió a ser la misma. Los propios diseñadores rinden pleitesía al trabajo del modisto y su puesta en escena, pero después de su desfile, la pasarela continuó aunque todo el mundo tuvo la convicción de que no sería posible superar las emociones provocadas por Berhanyer. Ayer tan sólo Nicolás Vaudelet para la firma el Caballo y Juana Martín consiguieron levantar el ánimo con colecciones espectaculares, pero nada que ver con las emociones -contenidas y no tanto- sacadas a flote por el diseñador cordobés.

Como espectadoras de este desfile conjunto estaban Juncal Rivero y Paula Echevarría, que comienza serie a lo ‘Falcon Crest’. Pero el papel de Paula en la serie 'Gran reserva' no es de mala malísima. No señor. Porque en la versión a la española de la mítica serie no hay ninguna Angela Channing, dice. Mientras tanto, su marido, David Bustamante, prepara nuevo disco, un proyecto que comenzará a grabar el próximo mes. Bimba Bosé y su pelo naranja, las Arantxas (del Sol y Benito) y Carmen Jordá, novia de Fonsi Nieto, se sentaron en primera fila y no perdieron detalle.

Las horas iban pasando en Cibeles y fue Sita Murt quien logró volver a reunir a varios rostros conocidos. Una Carme Chaparro tímida, que se sonrojaba al posar ante los fotógrafos y el ex Mister España Luis Muñoz y su pareja se dejaron ver por la pasarela Neptuno. Belinda Washington llegó corriendo, ya empezado el desfile y se sentó rauda y veloz en el lugar que le tenían reservado. Se fue igual de rápido que llegó porque, según comentó, tenía que ir a recoger a su hija al colegio.

Una timba sin dinero, pero de lo más concurrida

A ella no le dio tiempo a jugar al póker, aunque no hubo invitado que se preciara que no pusiera un pie en el espacio Cruzcampo Light. Un lugar donde tomarse una cerveza free -aperitivo incluido-, sacarse una foto y echar una partida al póker era posible a la vez. Incluso la mismísima Esperanza Aguirre pasó por allí. Eso sí, de acercarse a la mesa de juego, nada de nada. Una visita a todos los stands y puerta. Patricia Conde, Leonor Watling y Paola Dominguín, entre otras muchas, se dejaron ver y alguna, como Paloma Lago, se decidió a probar en qué consistía aquello de los naipes.

 

 Hay otras pasarelas Cibeles. Una es la de quienes acostumbran a venir cada año, sentarse en primera fila y decidir cuál de todos los trajes se comprarán para esta temporada o lucirán en alguno de los múltiples eventos a los que han sido invitados. Pero están las otras: la de quienes trabajan para que todo salga bien o la de quienes vienen con el entusiasmo de la primera vez. Esa es la de los que se imaginan como modelos o estilistas, o quizá como el mejor amigo del diseñador que presenta su colección. La de los que sueñan con un golpe de suerte que les encumbre hasta lo más alto del mundo de la moda.