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¿Qué hay detrás del ataque a Isabel Pantoja?
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¿Qué hay detrás del ataque a Isabel Pantoja?

Veinticinco años después de su muerte, la figura de Paquirri se convierte de nuevo en protagonista de historias y leyendas, algunas de las cuales poco tienen

Foto: ¿Qué hay detrás del ataque a Isabel Pantoja?
¿Qué hay detrás del ataque a Isabel Pantoja?

Veinticinco años después de su muerte, la figura de Paquirri se convierte de nuevo en protagonista de historias y leyendas, algunas de las cuales poco tienen que ver con la realidad.

Otra vez reaparecen los fantasmas que durante todos estos años han permanecido dormidos a la espera de que alguien diera el toque de salida, como así ha sido. (Ver álbum)

Celos, amores prohibidos, envidias y, como telón de fondo, los eternos desencuentros entre los Rivera y los Pantoja por una herencia en la que todos ellos se han llevado su parte, aunque esa partición no se haya hecho a gusto de todos. Es por ello por lo que los recelos continúan marcando la relación afectiva entre ambos bandos.

Cuando se cumple el cuarto de siglo, los protagonistas colaterales han hecho su aparición. Esta vez con más fuerza y con versiones para todos los gustos. La primera en hablar ha sido Teresa Rivera, la única hermana, la más querida por el torero y con quien tenía la relación más intensa. Ella ha destapado la caja de los truenos avivando el fuego al asegurar que “Carmen (Ordóñez) fue el amor de su vida”.

Si en vez de figurar ese nombre hubieran sido los de Bárbara Rey Lolita, la certeza sería la misma. El único que podría confirmarlo está muerto y, por lo tanto, las actuales especulaciones que parte de los Rivera vierten no son de recibo. Como tampoco tiene validez que un cuarto de siglo después aparezcan voces que aseguren que Francisco Rivera tenía intención de divorciarse y así se lo había confiado a ciertas amistades que ahora, por lo que se ve, han recuperado la memoria. 

El mismo día que murió hubo versiones para todos los gustos. Sobre todo las referidas a los medios médicos que a todas luces fueron insuficientes como así se demostró. En el aspecto personal se dijo entre otras cosas,  que estaban enfadados, que Isabel hizo oídos sordos a las llamadas de teléfono. Al no existir los móviles, nunca hubo constancia de esa insistencia por parte de Paquirri. En cambio sí que hay una entrevista (la última) emitida en Sálvame” (Telecinco), donde el torero afirmaba que no estaba muy lejos la hora de abandonar los ruedos “para dedicarme a mi mujer, a mis hijos, a la familia y a los negocios”. Quizá este testimonio sea el que verdaderamente tenga validez. Al menos son sus palabras y no altavoces interesados.

Sin embargo, lo más llamativo resulte todo lo relacionado con el dinero. Ahora esas informaciones han vuelto a resucitar aderezadas con las interpretaciones de cada cual. Se habla de unas esmeraldas guardadas en la caja fuerte de Cantora, que después fueron sustituidas por quincalla; de unas películas realizadas por un detective privado, que demostrarían infidelidades varias; de millones en efectivo que habrían desaparecido, igual que el resto del material por obra y gracia de una mano negra. Se afirma incluso que Isabel Pantoja realizó en plena noche un viaje a la finca para recuperar material sensible cuando la realidad era que tuvieron que sedarla nada más conocer la noticia de la muerte de su marido.

Estas últimas semanas, las mentiras, medias verdades y versiones incompletas han convertido el aniversario en un nuevo capítulo del culebrón que rodea la vida de Isabel Pantoja. Aunque, en esta ocasión, los ataques por parte de algunos Rivera hacia la que fuera su cuñada sean totalmente injustificados. No hay que olvidar que casi todos ellos se han lucrado por activa -recibiendo la herencia- y por pasiva -acudiendo a programas de televisión-  de la muerte de un gran torero y una gran persona.
 

Veinticinco años después de su muerte, la figura de Paquirri se convierte de nuevo en protagonista de historias y leyendas, algunas de las cuales poco tienen que ver con la realidad.