Rajoy, Cospedal y Amaia Salamanca, protagonistas de la boda del hijo de Zoido

La boda del hijo del alcalde de Sevilla, JuanIgnacio Zoido, se convirtió este sábado en una reunión distendida de la cúpula del Partido Popular. Al enlace entre el abogado Juan Ignacio Zoido Alcázar y Arantxa Díaz Ordóñez, empleada de la empresa Abengoa, acudieron muchos miembros del Gobierno. Al mando, el jefe, un Mariano Rajoy que, a diferencia de otras bodas celebradas fuera de Madrid, se quedó al almuerzo, que comenzó pasadas las tres de la tarde y acabó cerca de las siete y media. No le acompañaba su mujer, Elvira Fernandez. La razón de su ausencia tenía que ver con un problema de salud, tal y como explicó él mismo. Hace unas semanas, tuvo un percance doméstico que le impide moverse con facilidad.

Salvando las distancias, a la duquesa de Alba le sucede algo parecido. Al ser su movilidad reducida, solo asistió, junto a Alfonso Díez, a la ceremonia religiosa que tuvo lugar en la iglesia de San Isido sobre la una del mediodía. Una vez finalizada la boda, los duques se marcharon al palacio de Dueñas a descansar. Algunos amigos comunes comentaban que al marido le hubiese gustado seguir la fiesta pero no entraba en cuestión dejar sola a la duquesa.

Muchos de los invitados no acudieron a la iglesia y se trasladaron directamente al club Pineda. Primero se sirvió un cóctel al aire libre a base de jamón, tortilla, queso, rollitos de primavera y croquetas. Después, llegó un almuerzo que tuvo lugar en la carpa de cristal. Cada una de las mesas llevaba el nombre de una calle de Sevilla, salvo la del jefe del PP que se identificaba con un cartel en el que figuraba su nombre y su cargo de presidente del Gobierno. Todas las mesas estaban decoradas con jarrones de cristal y flores diferentes -hortensias, margaritas, alegrías, claveles- de la floristería La Galería. El menú estuvo compuesto por crema de nécoras y arroz caldoso.

Mariano Rajoy se convirtió, por unas horas, en el protagonista del convite. Todos querían hacerse una foto con él y no puso pegas para que así fuese. Le preguntaron por su encuentro con Belén Esteban en la fiesta de La Razón y su comentario, escueto, fue que le parecía “una buena chica”. Durante el almuerzo estuvo cuidado por su guardia pretoriana, conformada por Maria Dolores de Cospedal y su marido Ignacio López del Hierro, Javier Arenas, Miguel Arias Cañete, Cristóbal Montoro y José Luis Sanz.

Como ya adelantó Vanitatis, José Maria Aznar brilló por su ausencia, aunque esa mañana se encontraba en Sevilla firmando autógrafos.Una vez finalizado el almuerzo, hubo baile, flamenco y los temas mas clásicos de los del Rio, amigos de toda la vida de la familia Zoido. Patricia Rato, que acudió sin su amigo especial del último año, Curro Romero y Carmen Tello, Amaia Salamanca y Rosauro Varo, los presidentes del Betis y del Sevilla, fueron otros de los invitados.