Es noticia
Menú
De 'mi pequeño del alma' a prisión
  1. Noticias
EL JUEZ HA ORDENADO SU INGRESO EN PRISIÓN

De 'mi pequeño del alma' a prisión

Ni en sus peores pesadillas imaginaba que podría estar a punto de entrar en prisión. Tampoco que "su pequeño del alma con su piel de canela" fuera DJ de altura

Foto: Francisco Rivera Pantoja en el patio del colegio en los años 90 (Gtres)
Francisco Rivera Pantoja en el patio del colegio en los años 90 (Gtres)

Ni en sus peores pesadillasIsabel Pantojaimaginaba que podría estar a punto de entrar en prisión. Este lunes, la Audiencia Provincial de Málaga ha descartado conceder a la tonadillera la suspensión de ejecución de la pena tras recibir el informe de la Fiscalía Anticorrupción, que también se ha opuesto. Ante este desolador panorama, al que hay que sumar el pago de una multa de 1.147.000 euros, Pantoja nunca ha imaginado un momento judicial tan complicado, como tampoco sospechaba que “su pequeño del alma con su piel de canela” se convertiría en un pinchadiscos de altura, que cobra unos 6.000 euros por sesión en macrodiscotecas de provincias.

En aquellos años gloriosos, Isabel aún era laviuda de Españay cantaba delante de la Reina en actuaciones benéficas, donde la guinda era el paseo por el escenario del niño con parecida estética a la del príncipe Baltasar Carlos en el cuadro de Velázquez.

Pantoja ganaba mucho dinero, porque también trabajaba mucho. Sus galas se cotizaban al alza y en Latinoamérica era la heredera de las tonadilleras españolas de toda la vida. Aunque nunca pudo competir profesionalmente con Rocío Jurado. La amistad entre ambas nunca fue real y se convirtió años después en un trato gélido. Cuando coincidían se saludaban para ignorarse minutos después. Un gesto poco habitual entre las “mi armas”, grupo de artistas formado por Lola Flores, Paca Rico, Maruja Díaz y la propia Jurado.

Pantoja siempre fue por libre y no quiso pertenecer al grupo étnico de las anteriores. Aunque era mucho más joven, no necesitó que la arroparan y, mucho menos, que la protegieran. Los hombres eran otro cantar. Al que quiso con toda su almase lo llevó un destino llamado Avispado una tarde en Pozoblanco.Paquirrifue su mentor, su novio, su amante, su amigo, su marido… “el hombre de su vida”, en sus propias palabras. Mientras su “piel de canela” crecía, Pantoja se afianzaba en el mundo laboral, que no en el afectivo. En este terreno siempre hubo más sombras que luces, porque ella lo quiso así. Amistades que cuando llegaron los problemas judiciales la abandonaron.

Tan sólo Diego Gómez pudo arreglar su vida, peroPantoja prefirió cambiarlo por Julián Muñoz.El alcalde de Marbella era poderoso, influyente y, sobre todo, le ofrecía un mundo donde ya no tendría que trabajar. O al menos podría bajar el pistón de galas y promociones disfrutando de los placeres de la vida que da el dinero. Y esa fue su perdición. Seguramente se arrepiente cada hora desde el día en que la Policía la detuvo y pasó una noche en los calabozos de la comisaria malagueña, y más tarde 28 sesiones de juicio acusada de blanqueo de capitales. Pantoja ha sido una superviviente. Hasta ahora, cuando unas rejas le separen de su “piel de canela”, de su mayor apoyo.

Ni en sus peores pesadillasIsabel Pantojaimaginaba que podría estar a punto de entrar en prisión. Este lunes, la Audiencia Provincial de Málaga ha descartado conceder a la tonadillera la suspensión de ejecución de la pena tras recibir el informe de la Fiscalía Anticorrupción, que también se ha opuesto. Ante este desolador panorama, al que hay que sumar el pago de una multa de 1.147.000 euros, Pantoja nunca ha imaginado un momento judicial tan complicado, como tampoco sospechaba que “su pequeño del alma con su piel de canela” se convertiría en un pinchadiscos de altura, que cobra unos 6.000 euros por sesión en macrodiscotecas de provincias.

Isabel Pantoja Kiko Rivera Julián Muñoz Marbella
El redactor recomienda