El mundo de la hípica muestra su apoyo a Bono Junior tras su sanción por dopaje

“La sanción impuesta a José Bono Junior la pudo tener cualquiera; esas sustancias se usan mucho”. Así hablan desde las entrañas del mundo la hípica de la multa por dopaje que la FEI (Federación Ecuestre Internacional) puso al hijo del exministro socialista y que le ha obligado a estar seis meses retirado de la competición y a pagar 3.000 francos suizos (3.331 euros).

A Navalor, el caballo estrella del jinete, se le detectó en un control rutinario antidopping Fenilbutzona, Oxyphenbutazona y Dexamethasona, dos antinflamatorios y un corticoide “muy comunes”, según los expertos.

Vanitatis se ha puesto en contacto con veterinarios equinos, centros ecuestres y jinetes de competición que se solidarizan con Bono tras lo sucedido. La mayoría coincide en que esas sustancias se las podrían haber detectado a cualquiera ya que está muy extendida su suministración en caso de lesiones leves. “Le podría ocurrir a cualquiera porque si el caballo tiene una lesión, lo primero que hay que hacer es tratarlo. Además si es a nivel de articulaciones y huesos, estas sustancias son las más seguras”, explican a este medio desde un hospital veterinario especializado en caballos de competición.

No son los únicos que comparten que la sanción a Bono es desproporcionada. “Las normas son las normas, pero es una exageración. Con estos medicamentos no se desvirtúa la competición y no se aumenta el rendimiento de caballo. Se trata de los antinflamatorios más comunes y más eficaces a la hora de tratar traumatismos, cojeras… Yo es raro el día que no las suministro y es una faena porque tengo clientes que compiten y me piden que no las use y tengo que tener mucho cuidado”, sostiene José Ramón Martín Santiago, veterinario equino en Madrid.

Como una aspirina

Desde un centro ecuestre dedicado a la enseñanza y a la competición comparan el efecto de estas sustancias en los humanos con una aspirina: “No quiero decir que lo use todo el mundo, pero sí que es común que se administre en dolores pequeños. Yo no lo consideraría dopaje, pero es verdad que las normas están para cumplirlas. Él se ha arriesgado y le han pillado pero es que hay veces que es tan exagerado… La FEI prohíbe todo lo que no sea natural, ¡Pero es que hay piensos que dan dopping!”.

El ejemplo de la aspirina también lo utiliza la Federación Hípica Española para explicar a Vanitatis el efecto de estas tres sustancias. Desde el máximo organismo en lo que a hípica se refiere, explican que la FEI tiene dos listas en las que califica de dopantes a diferentes medicamentos. Por un lado, están las que llaman sustancias prohibidas, aquellas que contribuyen a alterar los resultados del caballo, como los anabolizantes; ypor otro, las de medicación controlada, que están permitidas, pero siempre y cuando no se detecten en competición.

Vanitatis pregunta a la Federación cuál habría sido la alternativa para José Bono, cuyo caballo sufrió un golpe tras el primer día de competición y debía afrontar dos días más: “Tendría que haberse retirado para evitar riesgos. Se supone que al detectarle antinflamatorios su caballo compite en circunstancias anómalas y ventajosas”.

Lo cierto es que tal y como ya ha informado este medio en alguna ocasión, la retirada para Bono hubiese sido un varapalo económico. En este deporte las matrículas son muy caras y los premios muy bajos y de haberse retirado habría perdido el dinero de la matrícula y los gastos del traslado de su equipo. “Hay que pensar que el primero que quiere lo mejor para el caballo es el propio jinete. Al final se crea un vínculo con ellos muy bonito y conociendo a José Bono, que no es ningún canalla, él lo que quería era que el animal no se lesionase”, sentencian.