Atracción fatal en la jet: la historia de Elisa Pinto, la dermatóloga de López Madrid
La doctora acusa al empresario de acoso, amenazas, coacciones y agresiones. Sin embargo, otra mujer la acusa a ella de haber intentado destruir a otro hombre con una estrategia similar hace unos años
A Alejandra Soto López de Toledo, hija del afamado dermatólogo Joaquín Soto Melo, fallecido en 2012, se le cayó el periódico de las manos cuando leyó en él que la también dermatóloga de la alta sociedad madrileña Elisa Pinto Romero había denunciado por acoso sexual, amenazas, coacciones y agresiones al abogado Javier López Madrid (50).
[Actualización: a día 6 de junio de 2017, Elisa Pinto identificó a la persona que la apuñaló]
López Madrid es consejero delegado del Grupo Villar Mir y de OHL. Además, está casado con Silvia Villar Mir y, por tanto, es yerno del empresario Juan Miguel Villar Mir. Pero sus vinculaciones con la alta sociedad no terminan aquí; también es amigo íntimo de Felipe VI desde su infancia, y su mujer y madre de sus tres hijos lo es a su vez de la infanta Cristina y de la Reina Letizia, por ese orden de aparición en su vida.
El nombre de López Madrid llevaba ya semanas circulando en prensa por su vinculación con el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid y estaba en todos los mentideros sociales. Pero esta vez había algo más. A Alejandra Soto se le cayó de las manos el diario que leía no porque conociera desde niña a los suegros de López Madrid, Juan Miguel Villar-Mir y Silvia de Fuentes, que eran amigos de sus padres, sino porque vio el nombre de la doctora supuestamente acosada y le hizo revivir su tragedia familiar.
Alejandra lo consultó con sus íntimos y, aunque no llegó a un consenso, se personó inmediatamente en las dependencias de la Guardia Civil. En la diligencia de su comparecencia, a la que ha tenido acceso Vanitatis fruto de la investigación periodística, Alejandra Soto detalla cómo su padre tuvo una relación “sentimental y esporádica” con la doctora Elisa Pinto, que derivó en un acoso reiterado “que no quiso denunciar por las posibles consecuencias que ello pudiera originar, ya que podría comprometer su vida laboral”.
Cronología de un supuesto chantaje
Y aquí es cuando comienza a detallar el calvario de este reputado dermatólogo, cuya historia y relación con Elisa Pinto tiene algunas similitudes con la de López Madrid. La dicente explica que su padre la conoció en 1993 cuando trabajaba en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Él formó a la doctora Pinto profesionalmente “hasta el extremo de realizar su tesis doctoral”, denuncia. El doctor Soto Melo se jubila de la Sanidad Pública, pasa a coordinar el servicio de Dermatología del hospital La Zarzuela y crea la empresa Centro Crisomel Dermatológico S.L. Y pronto, la alta sociedad y los íntimos de la Familia Real empezaron a pedir cita. A su lado, cómo no, Elisa Pinto, su mano derecha.
Alejandra empieza a notar comportamientos extraños entre jefe y empleada, y un día su padre le confiesa que Elisa Pinto le está sometiendo a “numerosos chantajes por la esporádica relación sexual que tuvieron” en su día. Uno de los más relevantes: “Le dijo en 1998 que estaba embarazada de él y le pidió unos dos millones de pesetas para ir a abortar a París. Le chantajeaba con enseñar fotos a familia y amistades influyentes”, tal y como figura en la citada diligencia.
Y así empezaron las llamadas a deshora, los faxes inoportunos que coincidían con acontecimientos relevantes para la familia. Según Alejandra Soto, la cosa no quedó aquí. Su padre interpuso una denuncia en la comisaría de Policía de Chamartín porque la doctora de López Madrid hizo un uso fraudulento de la tarjeta de crédito de la empresa Centro Crisomel Dermatológico S.L. y “porque se hizo pasar por la esposa de su padre poniéndose de cotitular de una cuenta corriente”.
Pero Alejandra Soto quiere que la conexión con el caso de López Madrid sea clara. Y por eso declara en la Comandancia de la Guardia Civil que “casualmente el hotel donde dice que López Madrid la acosaba, el Bristol de París, es el mismo desde donde la dermatóloga mandaba faxes con las facturas a amigos de su padre como prueba de su relación”.
La versión de la dermatóloga
Mientras tanto, el que fue fiel escudero de las andanzas amorosas del Rey Felipe VI tiene una orden de alejamiento de la doctora Pinto Romero. Una historia con demasiadas luces y sombras que se fraguó hace tres años. Una parte asegura que fue un desliz puntual como el del doctor Soto. La doctora, por su parte, ha denunciado en reiteradas ocasiones que López Madrid la amenazó con utilizar los servicios secretos de Casa Real contra ella si desvelaba su identidad y ha denunciado su supuesto calvario, que vio la luz en el diario El Mundo. Amenazas reiteradas, escuchas telefónicas e incluso en enero y abril de 2014 fue, siempre según su versión, asaltada por dos sicarios que la apuñalaron en el hombro y el abdomen. En el segundo de los ataques estaba presente el hijo de Pinto, que en ese momento tenía 9 años, quien afirmó que el sicario repetía: “López Madrid dice que cierres la boca”. Un apunte aquí. En la diligencia de Alejandra Soto, ella declara sobre el supuesto acuchillamiento de la doctora Pinto, documentado gráficamente en un blog del mencionado diario, que “casualmente siempre que le ocurre algo se dirige al hospital Gregorio Marañón, donde trabajaba y podría tener contactos”.
Más cosas. Ella declara que López Madrid le habla de un policía “que sabe poner en su sitio a chicas como ella”. La doctora, que en todo momento manifiesta que está aterrorizada por el amigo de Felipe VI, presentó un escrito en la Secretaría de Estado de Seguridad en el que denuncia una “actuación policial arbitraria, absolutamente negligente, por orientada y dirigida, de funcionarios de la Policía Nacional de la Comisaría de Chamartín y de la Udev”. Tres días después, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial EMUME de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid presenta un informe de 60 páginas, al que ha tenido acceso Vanitatis, en el marco de la investigación ordenada por el Juzgado número 39 de Madrid en el que se asegura que las denuncias de la doctora Elisa Pinto “son falsas”. El informe, que incluye el rastreo de los repetidores de telefonía móvil de López Madrid y de Pinto, pone de manifiesto que “únicamente la propia denunciante estaba en las inmediaciones desde donde se realizaban las amenazas”, exculpando a López Madrid de los hechos que se le imputan.
Allegados a la familia de López Madrid dicen que su mujer Silvia está tranquila porque “conoce desde el principio los hechos, las llamadas casi diarias durante una año y medio, y apoya a su marido”. Las mismas fuentes aseguran a este medio que la doctora Pinto tiene un “historial de acoso prolongado en el tiempo”. Destacan otras tres personas, entre ellas una conocida top model española que nunca se atrevió a denunciar y que “quizás ahora encuentre el revulsivo que necesita”.
A Alejandra Soto López de Toledo, hija del afamado dermatólogo Joaquín Soto Melo, fallecido en 2012, se le cayó el periódico de las manos cuando leyó en él que la también dermatóloga de la alta sociedad madrileña Elisa Pinto Romero había denunciado por acoso sexual, amenazas, coacciones y agresiones al abogado Javier López Madrid (50).
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