Copas de colores: el nuevo toque de glamour para bodas

Todo es importante a la hora de organizar un enlace, desde la fecha hasta el vestido, pasando por otros cientos de detalles que merecen nuestra atención. La decoración de la boda es uno de ellos, porque con algunas pequeñas decisiones se puede cambiar por completo la esencia de una boda. Por ejemplo, escoger los elementos tradicionales, hará que nuestro enlace sea clásico y tradicional, pero si buscamos una fiesta completamente diferente, tal vez prefiramos optar por alternativas a las flores o nos interese tener un food truck.

Escoger la fecha ideal para los novios puede ser el primer paso, el que ayuda a que todo lo demás arranque, algo similar a lo que sucede con el lugar de la ceremonia y la celebración. Una vez que los básicos están decididos toca analizar el resto de opciones, escogiendo las que se adapten mejor al estilo de la pareja, pues no es lo mismo organizar una boda temática, que una de estilo medieval o una minimalista. Todo tiene que tener sentido y esto pasa por coordinar los looks nupciales con la decoración del evento.

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Así, muchas son las cuestiones que hay que dirimir y otras tantas las decisiones que hay que tomar, motivo por el que se suele recurrir a un wedding planner, que ayuda a que los novios sigan un ritmo saludable en la planificación sin dejar que llegue a sobrepasarles en ningún momento. Esta figura se ha convertido en indispensable, igual que sucede con las cuentas de redes sociales que se dedican a organizar este tipo de fiestas, no hay mejor fuente de inspiración para recoger tendencias de boda y también ideas que puedan ayudar a los novios a la hora de concretar sus ideas.

Por ejemplo, puede la pareja no se hubiera propuesto la posibilidad de añadir un toque diferente, espectacular y estiloso a su mesa en forma de copas y vasos de colores. Una manera distinta de darle un toque de color a nuestra decoración y que evita que todo el protagonismo caiga sobre los arreglos florales, pues estos complementos nos ayudan a introducir esa nota de color, pero también a crear divertidos contrastes y elegantes acabados. Una manera de mostrar que la pareja no se deja llevar por la corriente, está dispuesta a arriesgar y, en este caso, a ganar.

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Dispuestos a dejar que el color invada nuestras bodas de ahora en adelante, incluirlo en la cristalería parece una estupenda idea, sobre todo cuando queremos aportar un toque de frescura y vitalidad. No solo podemos añadir estas copas coloreadas, también incluir aquellas con detalles labrados hacen que la mesa tenga una personalidad propia, mucha más prestancia y presencia, sobre todo si queremos que esta parte de la celebración sea recordada. Un menú de éxito y una vajilla a la altura son todo lo que necesitamos.

Bien podemos optar por escoger solo uno de los elementos en color, haciendo que destaque por encima del resto, generando esa nota discordante que capte la atención de los invitados, sin embargo, esta opción que parece la más sencilla, no es la única, pues también tenemos la posibilidad de juntar diferentes tonalidades sobre la mesa. De esta forma, igual que sucede con las flores, crearemos nuestra propia composición de colores, tamaños y formas, un detalle más que sumar a la presentación con la que queremos agradecer a todos su presencia.

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Los colores por los que podemos apostar son infinitos y dependerán mucho de los escogidos para el resto de la celebración. Los más frecuentes son los azules claros y turquesas para los eventos más distendidos, y los rosados en las bodas con un toque más tradicional, las que tienen un aire más romántico. Con los amarillos y ambarinos se logra un aspecto más cálido, más atrevido con los morados y completamente diferente con los negros, para las parejas más atrevidas.

Esta selección de colores también se puede adaptar a la estación en la que se celebre la boda, pues los verdes y azules nos invitan a pensar en una boda de verano, los amarillos parecen ideales para acompañar la estética de una boda de otoño y, nada mejor que los rosas para una boda de primavera. Las copas se convierten en una forma extra de sumar estilo a nuestra mesa, de conseguir que la boda sea especial y diferente y los invitados la recuerden para siempre.