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Bodas en Son Marroig: una finca histórica con vistas al mar y un icónico templete
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El Mediterráneo de fondo

Bodas en Son Marroig: una finca histórica con vistas al mar y un icónico templete

Las parejas enamoradas de la naturaleza y el mar pueden encontrar en esta finca mallorquina con vistas al Mediterráneo el lugar ideal para jurarse amor eterno

Foto: Son Marroig, la finca mallorquina con vistas al mar. (Instagram @son_marroig)
Son Marroig, la finca mallorquina con vistas al mar. (Instagram @son_marroig)

Una boda es una gran celebración del amor, pero también es una fiesta, por eso organizar todos los detalles para que sea perfecta es una prioridad para los novios. Este es el motivo principal por el que muchas parejas escogen la opción de contar con wedding planner que les ayude organizarlo todo, pudiendo así descargar un poco de la tensión y la presión que conlleva tener que hacerlo todo sin ayuda.

Escoger la fecha perfecta para el enlace, el menú que más se ajuste a sus gustos o la decoración con la que consigan que todo luzca perfecto es más sencillo si tienen claro dónde quieren organizar la boda. Un sitio emblemático, una finca bañada por la dorada luz del atardecer, cargada de historia y de belleza como Son Marroig (en Deyá, Mallorca) puede ser el mejor lugar para hacerlo. Este rincón exclusivo se convierte en el refugio perfecto de los novios y sus invitados, convirtiendo su enlace en un momento único y mágico.

Quienes busquen un lugar apartado, en el que poder estar a solas con sus invitados, sin temor a tener que compartir espacio con otras bodas, pueden darle una oportunidad a esta posesión con una Casa Museo catalogada como Bien de Interés Cultual. Con una función defensiva en origen, el tiempo ha ido moldeándola hasta convertirla en un enclave cultural, con vistas maravillosas que le han convertido en uno de los puntos preferidos de la zona para celebrar una boda.

Su historia se remonta muy atrás en el tiempo, pues ya en el siglo XV, bajo el nombre de la Foradada dels Masroig, se sabía que pertenecía a los Mas – Roig de Sóller, tal y como relatan en la página web de la finca, donde recogen los datos más relevantes de este espacio. Tras pasar por las manos de varios propietarios, en el año 1877 la compró el Archiduque Luis Salvador. La Casa Museo es una institución privada creada en 1922 con la intención de preservar esta parte de la historia y promocionar la figura del Archiduque.

Luis Salvador de Habsburgo-Lorena y Borbón Dos Sicilias visitó por primera vez las islas en 1867, quedando completamente enamorado de Mallorca. Llegó para hacer una visita y decidió quedarse mucho más, adquiriendo esta propiedad que incluye una Capilla y una torre del siglo XV, diseñada como sistema de protección frente a las incursiones de los corsarios, que aprovechaban Sa Foradada, una pequeña península que puede emplearse como puerto natural, para desembarcar. Cuenta la historia que la última mujer raptada por los piratas de la zona, lo fue de la torre de Son Marroig.

Más allá de la historia que encierran sus edificaciones, de la experiencia que supone visitar las estancias del Archiduque, las ventanas de estilo renacentista o la maravillosa colección de libros, conservada y preservada a lo largo de los años, Son Marroig presenta un escenario único para las parejas que quieran escoger sus jardines para celebrar su enlace. Un rincón entre acantilados, donde la inmensidad de la naturaleza convive con la puntual mano del hombre, que se ha encargado de añadir detalles únicos que hacen de este espacio uno especial y diferente.

Ideal para las bodas al aire libre, pues tienen zona de banquete y cóctel, este espacio destaca por la belleza de sus vistas, pues se puede disfrutar del mar en todo momento, tanto en la ceremonia como durante la celebración. Aunque si por algo destaca este rincón de Mallorca es por su fotogénico templete de mármol de Carrara, construido por el Archiduque inspirando a los genoveses, que a su vez se inspiran en las construcciones griegas. Un pedacito de historia que se convierte en el escenario ideal de las bodas más románticas.

Amplias terrazas, impresionantes vistas y un estupendo jardín, ideal para llenarlo de flores, que puede albergar celebraciones íntimas o un poco más pequeñas, organizadas según el gusto de los novios, pues pueden contribuir con sus ideas y decisiones de la manera que mejor les parezca, logrando así que este día sea único, especial y, sobre todo, personalizado. Ellos serán quienes tengan la última palabra, por lo que seguro que encuentran las flores de temporada perfectas para decorar el lugar o la tarta nupcial que mejor les define como pareja.

Una celebración cargada de emoción, que les acerca a la naturaleza sin dejar de disfrutar de las comodidades de un espacio diseñado para preservar un pedacito de la historia de esta tierra que, si por algo es conocida, es por su incomparable belleza y la maravillosa luz que el Mar Mediterráneo refleja con la caída del sol. Un escenario único, que ya consiguió enamorar a don Felipe, doña Letizia y las hijas de la pareja durante su visita este lugar, que nos regaló imágenes para el recuerdo, que también pueden formar parte del día más importante de la pareja que escoja celebrar su boda aquí, pues los retratos del evento tendrán este marco incomparable como telón de fondo.

Una boda es una gran celebración del amor, pero también es una fiesta, por eso organizar todos los detalles para que sea perfecta es una prioridad para los novios. Este es el motivo principal por el que muchas parejas escogen la opción de contar con wedding planner que les ayude organizarlo todo, pudiendo así descargar un poco de la tensión y la presión que conlleva tener que hacerlo todo sin ayuda.

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