Es noticia
Menú
El día de Macarena: boda en El Escorial, vestido de novia con detalles negros y enclave campestre
  1. Novias
NOVIAS REALES

El día de Macarena: boda en El Escorial, vestido de novia con detalles negros y enclave campestre

Macarena y Álvaro se casaron el pasado otoño. Celebraron la ceremonia religiosa en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial y lo demás, en pleno campo

Foto: El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)
El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)

A pesar de vivir en la misma ciudad, Macarena y Álvaro no se habían visto jamás. Tuvieron que viajar hasta la isla de Hawái un verano, en concreto, el de 2007, para que sus caminos se cruzasen. El destino haciendo de las suyas, pero a doce mil kilómetros de distancia de Madrid. "Álvaro y yo nos conocimos en Hawái cuando él tenía 20 y yo 18 años", explica la novia. "Fuimos con una agencia de estudiantes para aprender inglés, algo así como un campamento de verano, y allí nos conocimos, pero quedamos como amigos. Así que en septiembre, cuando volvimos de verano, seguimos viéndonos y quedando en Madrid".

Una bonita relación de amistad que poco a poco llegó a algo más. Tres años después de conocerse en aquella paradisiaca isla, Macarena y Álvaro dieron el pistoletazo de salida a su historia de amor.

placeholder El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)
El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)

Once años de novios, una carrera profesional común como financieros y un 'sí, quiero' que llegó el otoño pasado. Se casaron el 15 de octubre de 2022 en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, un templo construido en el siglo XVI, un lugar sagrado donde se han unido otros matrimonios. "Nos hizo un día espectacular y el entorno que elegimos, en mi opinión, era idílico", recuerda. No solo por el citado monasterio, el campo también fue testigo de su promesa de amor.

El banquete y la fiesta posterior tuvieron lugar en la finca El Campillo, también en San Lorenzo de El Escorial. Rodeada de amplios jardines, destacan dos grandes estanques con caminos, árboles centenarios y una vegetación variada y frondosa.

placeholder El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)
El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)

La consagrada diseñadora de novias Helena Mareque fue la artífice del vestido de novia de la financiera. Cuando aterrizó en el atelier del barrio de Salamanca de Madrid, confiesa que "no tenía nada claro, lo único que sí quería es que fuera muy sencillo y que quería llevar algo negro como símbolo de luto para recordar a la madre de Álvaro, que falleció un año antes".

Un bonito homenaje póstumo a su suegra en forma de look nupcial que Macarena logró recrear gracias a la impecable aguja y experiencia de Mareque.

placeholder El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)
El vestido de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)

"Durante el proceso estuve encantada y Helena dio vida a mi idea de un vestido de novia blanco con detalles negros de una manera original. En todas las pruebas me acompañaron mi hermana y mi madre, y lo recuerdo como unas citas muy divertidas y especiales", nos cuenta la financiera.

Formado por dos prendas, un abrigo ligero con cola y un vestido de corte minimalista, Macarena deslumbró a su llegada al monasterio del brazo de su padre y padrino. "El paseo hacia el altar con mi padre y ver a Álvaro al final fue un momento único".

placeholder El ramo de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)
El ramo de novia de Macarena. (Dos más en la mesa)

Para la ceremonia religiosa, llevó el abrigo encima del vestido. Confeccionado con un tejido de gasa de acabado en textura, su patrón completamente abierto, sin cierres de ningún tipo, se extendía por el look de la novia hasta culminar en la clásica cola. Destacan las mangas: abullonadas con costuras fruncidas y decoradas con unos lazos negros en los puños.

Parcialmente oculto, el vestido. Fabricado con crepé de color blanco, Macarena lució un traje de escote cuadrado y silueta recta. Para facilitar el movimiento y permitirle andar, Helena Mareque incorporó una abertura lateral en la falda.

placeholder La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)
La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)

Lo más especial del vestido llegó después de la ceremonia y del cóctel en la finca El Campillo: "Me quité el abrigo y añadí un adorno en la parte de detrás de mi vestido: dos telas entrelazadas, una negra y otra de la misma tela del abrigo".

Para componer su ramo, la financiera escogió una de las flores más románticas, rosas de color rosa empolvado en un bouquet atado con un lazo negro de Elena Suárez. Esa misma flor fue la protagonista del seating plan: "Regalamos una rosa, como las de mi ramo, para cada mujer y para los hombres una botellita de aceite. Cada flor y cada botella de aceite tenían una etiqueta con el nombre de los invitados y su número de mesa. De todo esto se encargaron Ana Cano y su equipo, ¡quedó genial!"

placeholder La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)
La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)

Más accesorios. Unos pendientes de la joyería Ansorena, obsequio de su hermana; el anillo que le regaló el padre de Álvaro, que era de su mujer, y unos zapatos de color negro de Aquazzura, obsequio de su madre.

En el cabello, un semirrecogido con ondas naturales decorado con un lazo negro, el segundo color protagonista, con permiso del blanco, de su atuendo nupcial. Tanto del peinado como del maquillaje se encargó Ana Reyna.

placeholder La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)
La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)

En palabras de la novia, la ayuda de la wedding planner fue clave. "Antes del enlace, durante la organización, nos dio soluciones. Ya el día de la boda, la decoración que montaron fue impresionante y consiguieron que todo saliera perfecto. ¡Ha sido una suerte poder contar con ella!", confiesa.

Como instante para el recuerdo, "el baile con Álvaro y la puesta de sol detrás. Lo disfruté mucho y después de nuestras clases de baile, ¡creo que quedó genial!"

placeholder La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)
La boda de Macarena. (Dos más en la mesa)

Echando la mirada atrás y con la experiencia de vivir un enlace inmejorable, Macarena da un consejo a las futuras novias de 2023: "Que ese día no se preocupen por si algo no sale como pensaban y que disfruten lo máximo posible porque es una jornada inolvidable".

A pesar de vivir en la misma ciudad, Macarena y Álvaro no se habían visto jamás. Tuvieron que viajar hasta la isla de Hawái un verano, en concreto, el de 2007, para que sus caminos se cruzasen. El destino haciendo de las suyas, pero a doce mil kilómetros de distancia de Madrid. "Álvaro y yo nos conocimos en Hawái cuando él tenía 20 y yo 18 años", explica la novia. "Fuimos con una agencia de estudiantes para aprender inglés, algo así como un campamento de verano, y allí nos conocimos, pero quedamos como amigos. Así que en septiembre, cuando volvimos de verano, seguimos viéndonos y quedando en Madrid".

Bodas Tendencias Noadex
El redactor recomienda