El vestido de novia de Blanca, hija mayor de Carlos Sainz, al detalle
La hija mayor del piloto y Reyes Vázquez de Castro se ha casado la tarde de este viernes de junio con su novio de toda la vida, Guillermo de Comenge, con un vestido de novia de lo más elegante
Este viernes, Blanca Sainz ha llegado velada, puntual y haciendo honor a su nombre a su boda con Guillermo Comenge, su novio de toda la vida. Lo ha hecho cumpliendo con lo esperado del brazo de su orgulloso padre, el piloto Carlos Sáinz, que por segunda vez este año ejercía de padrino, esta vez de su hija mayor.
La pareja estaba llamada a casarse este viernes 9 de junio en una ceremonia religiosa celebrada en la iglesia de Santiago Apóstol, en Cebreros (Ávila), localidad cercana a Madrid donde está ubicada la finca familiar y donde hace cuatro meses se casó su hermana pequeña, Ana, en una boda que seguirá un esquema similar a la de hoy.
Será precisamente la finca La Piñonera, propiedad de Carlos Sainz y su familia, el escenario de nuevo de la celebración posterior a la que se han desplazado nada más salir de la iglesia.
Esta finca es un lugar muy importante para los Sainz. Allí, el piloto cultiva su otra gran pasión, el vino, gracias a las bodegas donde desde 1999 elabora el vino tinto Pegaso. Además, tanto él como su hijo, también piloto, fueron hace dos años nombrados hijos predilectos de la localidad, como también lo fue Adolfo Suárez, nacido curiosamente en Cebreros.
Hoy, la protagonista era su hija Blanca, que ha desfilado hacia el altar con un elegantísimo vestido de novia de corte clásico firmado por Navascués con el que ha vuelto a poner de manifiesto que es una de las jóvenes más elegantes de la alta sociedad madrileña. Con manga corta y escote barco, el diseño contaba con un corpiño de tul fruncido de lo más romántico y atemporal. Un tul que continuaba en las mangas y en el remate del escote y por supuesto en el velo de varios metros de largo que cubría su rostro y hasta más allá de la cola a su entrada en la iglesia.
Su frondosa melena ondulada, que normalmente luce suelta sobre los hombros, la recogió en un discreto moño de bailarina en el que el iba sujeto el velo y que dejaba a la vista las discretas joyas con las que completó el look. Ni rastro en esta ocasión de la diadema de brillantes con la que su hermana Ana desfiló al altar el pasado mes de marzo en su boda con Rodrigo Fontcuberta.
Discreta y apasionada del deporte
A sus 29 años, Blanca siguió los pasos de su padre orientando sus horizontes profesionales hacia el mundo del deporte, eso sí, desde otro prisma. “Blanca es la que más se parece a mí en la forma de ser. Tiene un carácter bastante fuerte, es muy luchadora y cuando cree en algo va a por ello. Me da la sensación de que su novio debe tener mucha paciencia”, declaraba su padre a la revista 'Telva'.
Tras su paso por las aulas del Colegio Británico de Madrid, estudió Business Administration (BA) en la Universidad Pontificia de Comillas y desde hace cuatro años trabaja en el área de desarrollo de negocio de Reebok Sports Club, empresa en la que su padre y su tío Antonio (que está casado con Victoria Suelves, hermana de Blanca y María Suelves) son socios mayoritarios y que gestionan, entre otros, el popular y exclusivo gimnasio de La Finca.
Este viernes, Blanca Sainz ha llegado velada, puntual y haciendo honor a su nombre a su boda con Guillermo Comenge, su novio de toda la vida. Lo ha hecho cumpliendo con lo esperado del brazo de su orgulloso padre, el piloto Carlos Sáinz, que por segunda vez este año ejercía de padrino, esta vez de su hija mayor.