La boda de Alejandra en Jerez con un vestido de novia de pasarela, velo vintage y zapatos de Dior

Cuando vives por y para la moda, como es el caso de Alejandra, periodista y parte del equipo de marketing digital de la marca Amlul (la enseña fundada por la prescriptora Gala González), tu look nupcial se sale de lo común. Dueña de un estilo desenfadado, para el día de su boda con Pelayo, Alejandra fue fiel a su arrolladora personalidad. "No suelo arreglarme demasiado en cuanto a maquillaje o peinado, pero siempre me imaginé llevando un atuendo hippie, pero nupcial", cuenta para Vanitatis. Presumiendo de ese derroche de personalidad en las redes sociales, las imágenes de la periodista, como una novia única y diferente, saltaron en mi muro de Instagram y de ahí a protagonizar este reportaje.

"Nunca me gustaron los vestidos de novia", confiesa. Con ese punto de partida y la petición de mano de Pelayo, su hoy marido, Alejandra arrancó la carrera por componer el outfit nupcial de sus sueños.

Al igual que descubrí a Alejandra por Instagram, los inicios de la pareja comenzaron en esta red social: "Pelayo me envió un mensaje privado, pero yo contesté diciendo que tenía novio, aunque no era verdad. Esa misma noche una amiga que ambos teníamos en común me confesó que le había ayudado a escribirme los mensajes, entonces rectifiqué y le dije la verdad, que no tenía novio, y ahí empezó todo realmente".

El abogado le pidió matrimonio cuando llevaban dos años juntos. Seis meses después, tenían fecha de boda. "Se celebró el pasado 1 de julio en Jerez de la Frontera, Cádiz. La misa fue en la iglesia de Santiago y la celebración en la finca La Peñuela, situada a las afueras de la ciudad".

"No tuvimos mucho tiempo de imaginar la boda, ya que se celebró en Jerez y vivimos en Madrid, por lo que no vimos muchas opciones. Eso sí, teníamos muy claro lo que queríamos", explica la especialista en marketing digital.

Con la premisa de huir de los clásicos vestidos de novia, Alejandra sintió un flechazo buscando modelos por internet. "Me enamoré de un vestido de Yves Saint Laurent que solo vendían en una tienda de Londres. Era un diseño de pasarela y no estaba disponible online. Viajé hasta Londres para pasar un fin de semana y lo compré", recuerda Alejandra. Un vestido rescatado de un desfile y, para elevarlo, unos accesorios demoledores.

"¡Podría decir que me inspiré en el personaje que interpreta Amanda Seyfried en 'Mamma Mia!'. Pero también me inspiré en Kate Moss en cuanto al peinado y el velo". Un traje de novia de marca francesa y, para el velo, la diseñadora Claudia Llagostera como artífice. "Para añadir algo más especial, confié en Claudia Llagostera, se ocupó del velo, una parte muy importante del look. Buscábamos algo antiguo y que tuviera encaje, pero que también combinara con el vestido. Ella me entendió perfectamente desde el principio".

Fabricado con un tejido satinado en color blanco roto, el vestido de novia de Alejandra presentaba una silueta recta y fluida con el bajo de la falda en línea A y una pequeña cola. De escote Bardot, un diseño que dejaba sus hombros al descubierto, estaba decorado con una blonda de encaje floral que recubría todo el contorno.

Un traje nupcial a su medida que no implicó un largo proceso de creación: estaba hecho y listo para vestir a la periodista en su boda. El velo firmado por Llagostera y colocado cubriendo parte de la melena, a modo de mantilla sobre la coronilla, completaron esa imagen de novia desenfadada con la que soñaba Alejandra: "Los accesorios eran una parte muy importante del look, ya que en mi día a día siempre recurro a ellos. ¡Me encantan!".

A sus pies, los salones slingback J'Adior de Dior en color nude. Acabados en punta, destalonados con una tira decorada con el nombre de la marca y con un tacón sensato de 6,5 centímetros, dio los últimos pasos como mujer soltera y los primeros como casada, subida a estos zapatos tendencia, un par emblema de la maison. ¿Su precio? 950 euros.

Para las joyas, escogió a una de las firmas preferidas por las influencers: "Me llamó la atención la marca M de Paulet, creo que hacen cosas superespeciales, y fue un auténtico acierto. Me hicieron unos pendientes a medida, que eran especialmente largos para que me llegaran hasta las clavículas. También me diseñaron unos broches para el pelo, y quedó precioso porque se fundían con los pendientes y parecía un conjunto entero", cuenta.

Como último aderezo por definir, el ramo de novia: "Fue un guiño hacia mi madre, ya que era idéntico al suyo, un gran ramo de orquídeas, que, además, es mi flor favorita". Voluminoso y en forma de cascada, Florenea estaba detrás del ramo, así como del resto de decoración floral de la boda.

Tocaba dar los últimos toques al look, y es cuando Alejandra preparó su pelo y su maquillaje. Como peinado, su larga melena suelta con ondas surferas. "Me maquilló Míriam, 'make up artist' oficial de Nars, y fue algo único. Nos entendimos a la perfección y es una gran profesional. Mi maquillaje fue muy natural, pero supo hacerlo a prueba de balas, me duró toda la noche".

La periodista recuerda con cariño e ilusión la mañana de su boda: "Fue un día muy feliz desde el momento en el que me desperté. Una jornada familiar con nervios, risas, miedo, ilusión… Como detalle no olvidaré que mi madre preparó un brunch para la familia íntima mientras nos peinaban y maquillaban, y mi padre apareció con mi champán favorito. Fue muy divertido".

Acompañada de su padre y padrino, ahora sí, Alejandra se encontró con Pelayo en el altar para dar comienzo el rito religioso: "La ceremonia me pareció algo muy sentimental, por un segundo parecía que estábamos Pelayo y yo, solos, casándonos, pero cuando acabó vimos a todas las personas que nos quieren llenos de felicidad por nosotros".

Convertidos en marido y mujer, la finca La Peñuela les esperaba para festejar su amor por todo lo alto: "En la celebración tuvimos un grupo de flamenco entre el final de la cena y el baile, y todo el mundo estaba dándolo todo, incluso los invitados de Madrid, disfrutamos muchísimo". En la fiesta, bailaron al ritmo de las canciones que pinchaba el DJ de Gilafest. ¿A la mesa? El catering Miguel Ángel.

Para continuar diciendo: "Sinceramente, la boda superó nuestras expectativas, quedó impresionante y todos los invitados disfrutaron muchísimo, además que fue el día más especial de nuestras vidas".

Un montaje al aire libre, repleto de velas, bien extendidas sobre las diferentes mesas, o bien colgando de los árboles, creó el entorno mágico al aire libre que Alejandra y Pelayo deseaban recrear para su enlace.

Para su primer baile como casados, el matrimonio sucumbió a la tradición y abrió la fiesta con un vals, en concreto, 'Sous le ciel de París', de Edith Piaf. Por entonces, Alejandra se quitó el velo vintage de Claudia Llagostera y, en sustitución, incorporó al look una diadema voluminosa de La Nueva Parisien.

Llegamos al final con el consejo de Alejandra para futuras novias: "Que de verdad, de verdad, disfruten mucho el proceso y que nunca olviden lo más importante, que es unir tu vida con la persona que has elegido. Tus invitados van a estar felices por el simple hecho de verte feliz a ti. A veces queremos que todo sea perfecto, pero nunca puede estar todo perfecto, y no pasa nada. Es el mejor día de tu vida, sea como sea".