La boda del hijo de la diseñadora Sole Alonso, desde dentro: bajo la lluvia, con una madrina moderna y el mejor look de invitada del fin de semana

La incesante lluvia que ha marcado este fin de semana no ha impedido que las bodas que estaban marcadas en el calendario se celebrasen paraguas en mano. Ya sabe, ‘novia mojada, novia afortunada’, y además de Matxalen Gálvez-Cañero Torres, la ya mujer de Antonio Ybarra Fontcuberta, hermano de Casilda Ybarra y por ende, cuñado de Miguel Báez, El Litri, y su enlace en Sevilla, en Madrid contrajeron matrimonio Juan, hijo de la diseñadora Sole Alonso, y su prometida Sara.

Bajo la lluvia que no cesó en la capital el pasado sábado 8 de marzo, uno de los tres hijos de la reconocida creadora de moda y novias celebró sus nupcias. Una boda que no solo nos ha dejado (como no podía ser de otra forma) un nuevo vestido de novia a cargo de Sole Alonso para el recuerdo, también un look de madrina 10 y más de invitadas.

Sole Alonso está casada con el arquitecto Javier Martínez y juntos son padres de tres hijos. En su familia numerosa están Juan, Jaime e Isabel. El más mediático de los tres hijos es Jaime, el dibujante y artista con autismo detrás de la marca Algo de Jaime. Precisamente el novio, Juan, es el programador de la web de su hermano.

Volviendo a la boda, como hemos avanzado, tuvo lugar en Madrid. Dividida en dos actos, primero, ceremonia religiosa en la Basílica de la Concepción de Nuestra Señora, un templo católico de estilo neogótico​​ situado en la calle Goya; y segundo, celebración en una finca a las afueras.

Toda una institución entre novias e invitadas, para meterse en la piel de madrina en la boda de su hijo Juan, Sole Alonso no falló y nos dio una lección de modernidad gracias a su original look. Creado por ella y adornado con un tocado de rafia de Nana Golmar y una gargantilla floral de Suma Cruz, la modista apostó por un atuendo en color vino. Un vestido cruzado fabricado en gasa rústica con cierre lateral fruncido, cuello con solapa en un tono más suave, estructura recta y largo hasta los pies. A los accesorios ya mencionados, la diseñadora añadió unos guantes de piel, una pashmina y un bolso de mano trenzado.

El título de invitada mejor vestida del enlace fue para la única hija de Sole Alonso, Isabel. Escogiendo una tonalidad similar a la de su madre, pero más suave, tirando a un rosa empolvado, la también artista arrasó en estilo.

Conformado por dos piezas, un cuerpo tipo corsé con miniplisados fruncidos por todo el corte, y una falda con caída y varios tejidos combinados, Isabel sumó una capa anudada en el cuello. Mención especial para los complementos: sombrero de ala ancha de Nana Golmar, un bolso cilíndrico negro, un collar joya tipo pechera de Suma Cruz y unos zapatos negros con puntera animal print a contraste.

Por último, el vestido de la novia. En una entrevista para Vanitatis, Sole Alonso ya nos explicó como se crean sus trajes nupciales. Alejada de la forma de trabajar que aplican otros modistos, las novias nunca ven sobre un papel cómo será su traje. “No hacemos un diseño. Nunca hacemos un boceto a nadie. Las novias me eligen por cómo trabajo”. Sole Alonso concibe cada uno de los casi 200 vestidos que crea al año como “un proyecto abierto”. ¿El motivo? “Los gustos cambian y mutan a toda velocidad, y es por ello que he ideado un sistema en el que el diseño evoluciona con ellas”. Con esa filosofía, construyó el vestido de novia para su nuera Sara.

La novia lució un vestido clásico confeccionado con dos tejidos. Uno estructurado como base bordado con flores en hilo plata y uno de gasa para decorar el escote y dar forma a la sobre falda. La parte detrás del modelo, con escote lágrima, estaba protagonizada por la gran cola. Del maquillaje y el peinado de la novia se encargó Rebeca Pulido, y de nuevo Suma Cruz para la corona nupcial.